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domingo, 16 de octubre de 2016

Cogitus interruptus… (Pensamiento interrumpido) @dealgunamanera…

Cogitus interruptus… (Pensamiento interrumpido)

En la linotipo de Perfil, Marcos Peña revivió a Gutenberg. Foto: Marcelo Aballay – Cedoc.

Análisis sobre la brevedad y carencia de ilación de los mensajes que mayoritariamente se emiten en las redes sociales, en el marco del reportaje al conductor de la comunicación gubernamental.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 16/10/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Eli Pariser, autor del libro La burbuja del filtro, acerca de cómo la búsqueda personalizada estrecha nuestra visión del mundo, dio una conferencia en TED explicando que “en la medida en que las empresas de internet se esfuerzan por adaptar sus servicios (incluyendo noticias y resultados de búsqueda) a nuestros gustos personales, hay una consecuencia no deseada peligrosa: terminamos atrapados en una ‘burbuja de filtro’ que nos impide quedar expuestos a la información que podría desafiar o ampliar nuestra visión del mundo, lo que es malo para nosotros y malo para la democracia.” Vale la pena ver los nueve minutos que dura el video.

Hace tres semanas, el diario The Wall Street Journal denunció que, durante los últimos dos años, Facebook mintió con los números de sus audiencias inflándolos hasta en el 80% en el caso de los videos.

Y al finalizar la semana próxima, la Comisión de la Competencia de la Unión Europea le impondría a Google una multa cercana a 3.000 millones de euros por abuso de posición dominante y desde hace varios años distintos gobiernos de países europeos obligaron a Google a pagar a los diarios de sus países compensaciones por el uso de sus contenidos. Se la llama la “tasa Google” pero fuerza a todos los agregadores de internet a compensar a los editores por el uso de sus contenidos y fue impuesto por ley en 2013 en Alemania. En Francia los medios llegaron a un acuerdo con Google, que paga 60 millones de euros. En Italia, una medida similar está en el Congreso y en España, en 2015, entró en vigencia la ley que le impone el pago de un canon de propiedad intelectual a los medios. 

Mientras el Gobierno repudia a Uber, les paga publicidad a Google y a Facebook, que no pagan por los contenidos.

Aislado del mundo en este aspecto, el gobierno argentino se ufana (con métricas de la propia Facebook) del eficaz uso con que realiza la comunicación oficial a través de redes sociales, por ejemplo con videos en Facebook que sustituyen las cadenas nacionales.

Hoy Perfil publica uno de sus largos reportajes al ideólogo y conductor del sistema de comunicación gubernamental, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y una parte de la entrevista se dedicó a debatir el uso de redes sociales y la forma de comunicar de Cambiemos.

Uno de los sitios preferidos del equipo de redes sociales del Gobierno es Buzzfeed, al que Macri le concedió el reportaje donde dijo no tener ni idea de la cantidad de desaparecidos. En sus entrevistas, Buzzfeed se caracteriza por que una parte de las preguntas las realiza su propia audiencia. No sin ironía, se le pidió a Marcos Peña que, al revés, respondiera adicionalmente preguntas hechas por políticos opositores, las que fueron formuladas por Sergio Massa, Daniel Scioli y Margarita Stolbizer.

En este contexto, es simbólica la foto que acompaña esta columna, del jefe de Gabinete sentado en una máquina de linotipo que, junto con el Muro de Berlín, son dos piezas de museo que simbolizan lo que fueron en el siglo XX la comunicación y la censura, y se encuentran en distintas recepciones del edificio de Editorial Perfil. La palabra “prensa” resulta sinónimo de periodismo por el sistema de impresión vigente durante cuatro siglos, en el cual letras, primero de madera y a partir del invento de la linotipo de plomo refundible, tenían un relieve que al colocarle tinta por presión estampaban el papel.

Las linotipos permitieron que los diarios pasaran de tener dos páginas a cien, porque antes de ellas se seleccionaban las letras con relieve una por una a mano mientras que la linotipo, una especie de máquina de escribir sobre plomo fundido, sacaba líneas sólidas ya con relieve, lo que permitió el crecimiento exponencial del periodismo, que ya en la segunda mitad del siglo XX continuaron la radio y la televisión, medios que tampoco se salvan de la canibalización de sus audiencias y sus contenidos por agregadores de internet que se quedan con la publicidad sin pagar los costos de generar esos contenidos. 

En Europa, la mayoría de los países obliga a los agregados web a pagar a los medios por usarles sus contenidos.

El 70% de la publicidad mundial en internet lo concentran Google y Facebook. Así como hace una década la discriminación con la publicidad oficial puso en riesgo el normal funcionamiento del periodismo, y como consecuencia de la propia democracia, hoy su equivalente lo es la apropiación de la publicidad que realizan los agregadores de internet, parasitando los contenidos de los medios.

Además de la publicidad que el Gobierno le compra a Google y a Facebook, el otro efecto secundario no deseado del uso de agregadores y redes sociales para la comunicación de Cambiemos es lo que Umberto Eco, en su libro póstumo que acaba de publicarse, llamaba el cogitus interruptus, por la brevedad y carencia de ilación de los mensajes que mayoritariamente se emiten en este tipo de plataformas.

En síntesis: internet es maravillosa, las redes sociales también lo son, como cada medio de comunicación que fue creando la humanidad para engrandecer sus posibilidades de interacción. La historia demuestra que ninguno es excluyente porque cada uno tiene sus ventajas específicas para cierto tipo de mensajes: la foto es mejor que el video para moda y decoración, donde la imagen detenida con calidad permite ver mejor el detalle, los libros tradicionales les están ganando la batalla a los e-books porque para textos largos el papel resulta más placentero, y lo mismo vale para las ventajas irreemplazables del teatro, el cine, la televisión o la radio, cuyas muertes se pronosticaron equivocadamente ante la aparición de cada nueva plataforma.

El mejor ejemplo es la radio, el más antiguo de los medios electrónicos: hoy aumenta la cantidad de minutos diarios en que se la consume porque el tránsito en las ciudades hizo que las personas pasen más tiempo de viaje, y la radio es el vehículo más adecuado para esa situación.


viernes, 19 de febrero de 2016

Umberto Eco. (1932-2016) Q.E.P.D. @dealgunamanera...

Murió el semiólogo y escritor Umberto Eco…


El filósofo italiano falleció a los 84 años en la región de Piamonte. Su obra cumbre fue “El Nombre de la Rosa”. 

© Publicado el Viernes 19/02/2016 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El intelectual italiano Umberto Eco falleció en la región de Piamonte a los 84 años. Tuvo una prólifica y destacada trayectoria dedicada a ensayos y novelas sobre comunicación, arte contemporáneo, estética, semiótica.

Su obra cumbre fue El nombre de la rosa, realizada en 1980, que fue llevada a la pantalla grande en 1986 con Sean Connery. Entre sus obras se destacan El péndulo de Foucault, Confesiones de un joven novelista, El cementerio de Praga, Historia de la fealdad, Apocalípticos e integrados, El superhombre de las masas y su Tratado de semiótica general. Su último libro publicado en 2015 fue "Número cero".

Recibió el Doctor Honoris Causa en 25 universidades e instituciones educativas en todo el mundo. Fue distinguido con la Legión de Honor de Francia y es miembro del foro de sabios de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde 1992.

En el año 2000 fue condecorado con el premio Príncipe de Asturias de Comunicación e Humanidades.


domingo, 23 de agosto de 2015

–Devaluá vos. –No, devaluá vos… @dealgunamanera...

–Devaluá vos. –No, devaluá vos…

El jueves Cristina terminó su recorrido oral por los balcones de la Casa Rosada con Scioli y Zannini. Foto: Presidencia de la Nación

A poco más de 100 días de las elecciones, nadie quiere explicitar concretamente cómo cambiará nuestra vida económica en tan poco tiempo.

Hace un año, en agosto del año pasado, con 2,20 reales se podía comprar en Brasil un dólar; hoy se necesitan 3,50. El dólar aumentó su precio 60% en un año, y como la inflación en ese país se acerca al 10% anual, se podría simplificar diciendo que el aumento neto fue del 50%.

Un precio del dólar oficial (y si hubiera desdoblamiento cambiario, del dólar sin restricciones) 50% más caro por arriba de la inflación es lo que están previendo para sus planes de negocios 2016 algunas de las empresas que tienen cómo método planificar su año siguiente.

El dólar oficial cerró el viernes a $ 9,26, y si hubiera una inflación anual de 25%, ese 50% de aumento real llevaría el precio del dólar promedio de 2016 (simplificadamente, a mitad del año próximo) a superar los $ 16. Equivalentes –descontando esa tasa de inflación– a alrededor de $ 14 de hoy.

Pero es probable que en Brasil el dólar haya aumentado más de lo económicamente lógico, habiendo un agregado de inestabilidad política que exageró su precio, algo similar a lo que sucede con el dólar blue en Argentina.

Y un cálculo más simple para nuestro país es imaginar el precio “verdadero” de hoy del dólar en Argentina en algo intermedio entre el del dólar oficial y el del dólar blue, lo que nos llevaría a $ 12,50 actuales.

Pero sean $ 14 o $ 12,50 de hoy, ninguna empresa está haciendo su plan de negocios para 2016 con el dólar al precio actual de $ 9,26 más la inflación. Casi nadie duda que, sea el 50 o el 30%, habrá un aumento real del dólar promedio en 2016. La pregunta es: ¿cuándo se blanqueará el retraso cambiario?

Dicen que al informarle Cristina Kirchner a Scioli que su vicepresidente sería Zannini, Scioli trató de obtener en compensación que por lo menos se devaluara antes del 10 de diciembre, pero que la Presidenta categóricamente le dijo que quien tendría que devaluar era él.

Otro punto será cómo se devaluará: con o sin desdoblamiento cambiario. Ya casi nadie cree que, aun ganando Scioli, haya gradualismo para resolver la falta de dólares ni que el atraso cambiario se pueda ir corrigiendo en varios años.

Porque, sea quien fuere presidente, tampoco le convendrá pasar parte del ajuste para 2017 –año nuevamente electoral–, y sería lógico que siguiera la máxima maquiaveliana de “todo el mal junto, todo el bien de a poco”, por lo menos en aquello más urgente. Acordar con los holdouts para volver al mercado de crédito internacional normal, junto con la reducción de ciertos subsidios, serán tareas prioritarias para quien asuma el próximo gobierno.

Pero a pesar de que faltan sólo 108 días para el 10 de diciembre, nadie quiere explicitar concretamente cómo cambiará nuestra vida económica en tan poco tiempo. Pareciera haber un tácito pacto social de empresarios, políticos y sus economistas para no profundizar sobre el tema, en parte porque quien lo haga perdería votos, pero también porque creen que la comprensión anticipada de la sociedad sobre lo que sucederá podría agravar la corrección posterior. 

Y cuando se los apura a los candidatos y sus asesores económicos acerca de cómo resolverán el problema de la falta de dólares, todos sostienen que no será necesario un ajuste y que “un shock de confianza” hará que lluevan dólares de inversiones sobre Argentina, algo que, de suceder, no exceptuará de costos a parte de la población.

Las sociedades tienen la dirigencia que las representa, y quizás muchos argentinos deseen no enterarse, como algunas personas prefieren hacer frente a las enfermedades inevitables. De ser así, no sería ilógico interpretar las declaraciones de la mujer de Scioli, que puso en duda que su marido vaya a participar de un debate entre candidatos presidenciales, como una señal de la misma inconveniencia de tener que decirle a la audiencia aquello que no quiere escuchar, lo que en un debate presidencial se hace más difícil omitir, y hasta de un acuerdo con Macri en ese sentido.

Scioli y Macri comparten, además de su predilección por el verano de Cerdeña, una cultura italiana tan superficial en lo político como profunda en lo cultural. Y tal vez piensen que el alma argentina no esté hecha para precisiones. Como tampoco la de ellos mismos, siendo ésa una de las claves de sus éxitos.

La última novela de Umberto Eco, Número cero (ver reportaje en suplemento Domingo), es sobre política y periodismo. Allí puso frases que demuestran que los argentinos no estamos solos en el mundo.

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“No son las noticias las que hacen al diario, sino el diario el que hace las noticias”. “Los diarios no están hechos para difundir, sino para encubrir noticias”. “El engaño es un estado de la mente y es la mente de un Estado”. “En su género es un Dios, es su género el que es una mierda”. “Si quieres ganar, tienes que saber una sola cosa y no perder el tiempo en sabértelas todas; el placer de la erudición está reservado a los perdedores 

(N. d. R: precisa mucho tiempo). Cuanto más sabe uno, es que peor le han ido las cosas.”  Número cero,Umberto Eco

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 23/08/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.