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lunes, 29 de noviembre de 2021

La permanente involución… @dealgunamaneraok...

 La permanente involución… 

Donde hay un dólar, Martín Guzmán. Dibujo: Pablo Temes 

Impunidad, degradación institucional, relato y mentira en lugar de la realidad: la Argentina que tanto nos duele. 

Escrito por Nelson Castro el sábado 27/11/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Con el sobreseimiento de Cristina Kirchner y sus hijos, Máximo y Florencia, en la causa Hotesur y Los Sauces –acusados nada menos que de lavado de dinero–, la impunidad y la degradación institucional alcanzaron el pasado viernes niveles preocupantes para cualquier república que se considere bien establecida. Hay en las últimas decisiones de una parte de la Justicia que debe juzgar a la vicepresidenta y sus secuaces una lamentable coincidencia: las acusaciones se caen sin siquiera llegar a juicio. Esto es, sin la culminación del proceso, sin escuchar a los testigos y sin la exposición de pruebas en su contra. 


Ya había ocurrido en las causas Qunita y Memorándum con Irán. Mucho se ha hablado del plan de impunidad de CFK sistemáticamente negado por sus abogados, allegados y correligionarios; lo cierto es que la realidad viene demostrando que su diseño se viene cumpliendo a rajatabla. “Cristina necesitaba sí o sí evitar este juicio porque, de haberse llevado a cabo, el cúmulo de evidencias en su contra era tal que no hubiera habido ninguna posibilidad de lograr la absolución”, explica una fuente judicial que conoce la causa al dedillo. La ex presidenta en funciones sabe que nunca irá presa. No es esa su preocupación. Lo que la perturba es la existencia de una condena. 


Amado Boudou logró una reducción del tiempo que pasó preso. Lo que no consiguió –ni conseguirá– es evitar su condición de condenado, es decir, de persona con prontuario. Lo mismo se aplica para Julio De VidoRicardo JaimeJosé López y Juan Pablo Schiavi. La otra cosa que inquietaba a CFK era la situación de su hija Florencia, que no tiene fueros. Para ella, el destino inevitable era la cárcel.

 

En la Justicia hay muchos jueces, fiscales y funcionarios honestos. A todos ellos, el bochornoso fallo dividido del Tribunal Oral Federal Número 5, integrado por Adrián GrünbergDaniel Obligado –que votaron a favor– y Adriana Palliotti –que votó en disidencia y afirmó que “no se advierte la existencia de evidencia alguna con el alcance de ‘prueba nueva’ (...) que pudiera habilitar, siquiera mínimamente, esta vía para arribar a un sobreseimiento”–, deja mal parado a todo el sistema judicial como tal.

 

El apuro en la emisión del fallo tampoco es casual. El Dr. Grünberg termina su subrogancia la semana que viene y, además, el 10 de diciembre, el Frente de Todos contra Todos perderá su supremacía en el Senado, lo cual echa por tierra el sueño de la reforma judicial pro impunidad anhelada por CFK.

 

El fallo pone en jaque la credibilidad del Poder Judicial. Esta es la verdadera dimensión del significado del veredicto de los camaristas Grünberg y Obligado. Y eso tiene consecuencias nocivas para la consolidación del concepto republicano que rige la vida institucional de nuestro país. Cuando la Justicia consagra la impunidad, el ordenamiento social se ve alterado. Si la decencia y la indecencia dan lo mismo, la corrupción finalmente triunfa. Nadie crea que se puede combatir la pobreza en los lugares donde el delito se impone. Los países con más altos niveles de decencia de sus funcionarios son los países donde hay mayor igualdad social. La corrupción en el poder y la pobreza van de la mano. Donde impera la corrupción, la ley no vale nada. Es lo que estamos viendo en muchas zonas de la Argentina.  


En las últimas decisiones de la justicia sobre CFK las acusaciones no llegan a juicio.


La vicepresidenta ya tenía conocimiento de este fallo cuando el pasado miércoles por la noche reapareció por primera vez –luego de su operación y del silencio poselectoral– en el brindis de despedida de los senadores que concluyen su mandato. En el encuentro –de carácter privado– no dejó definiciones políticas pero se la vio distendida y de muy buen humor, algo no habitual en ella. En rigor a la verdad, quien interprete su ausencia mediática como un repliegue se equivoca. CFK está activa y sigue de cerca todas las actividades de gobierno con ojo crítico y mano lista para volantear; desde la negociación con el FMI hasta la llamada ley de envases que, de aprobarse el proyecto, funcionará en la práctica como una nueva caja para las organizaciones sociales.

 

En su conferencia de prensa del viernes la señora portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti, teorizó sobre los logros del Gobierno y la “flamante” situación del país para justificar la medida restrictiva para quienes no pueden cancelar el saldo de sus viajes al exterior en un pago y optan –u optaban– por hacerlo en cuotas. 


Según Cerruti todo está tan bien que el nuevo cepo al turismo es necesario. Veamos sus palabras de manera textual para que se entienda un poco mejor lo inentendible: “Es una disposición del Banco Central que es momentánea y puntual, que se refiere a algo absolutamente específico y que tiene que ver con este proceso de crecimiento y reactivación económica en el que estamos, muy fuerte. Han visto las cifras de esta semana de reactivación del consumo, del turismo interno, de las pymes, de la actividad económica”. El kirchnerismo cree que todo es relato y mentira. La medida que tomó el Banco Central tiene una sola explicación: faltan dólares, el acuerdo con el FMI es todavía incierto y hay temor a lo que pueda suceder en el mercado cambiario.

 

Todas estas cosas ya sucedieron en el pasado. Es la larga y permanente involución de la Argentina que tanto duele.

 

Producción periodística: Santiago Serra.




jueves, 25 de noviembre de 2021

Negar la realidad. Humo, nada más que humo... @dealgunamaneraok...

Humo, nada más que humo…


Vamos a dialogar. Dibujo: Pablo Temes.

Nadie con real voluntad de convocar a un diálogo lo hace advirtiendo al otro que es el culpable de todos los males. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 20/11/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.



No hay dudas, pero sí muchas internas. La oposición se llevó un gran triunfo en las elecciones de medio término. Los disparates discursivos de los que intentó valerse el oficialismo para edificar un nuevo relato que le permita exhibir una unidad que, a todas luces, está atada con alambres, forman parte de su esencia. Lo mismo sucedió en 2013 cuando Sergio Massa acabó con los sueños de reelección de Cristina Fernández de Kirchner. “Ellos ganaron perdiendo y nosotros perdimos ganando”, declaró la diputada electa Victoria Tolosa Paz que, a esta altura, compite con el presidente Alberto Fernández por el triste premio a la palabra devaluada. Lo cierto es que, el resultado electoral, puso una lupa y sacó a la luz las internas que atraviesan ambas coaliciones.

 

Juntos por el Cambio enfrenta turbulencias en dos sentidos: dentro del PRO, su presidenta Patricia Bullrich, reconoció que esperaban superar el 50% en la Capital Federal y chicaneó a María Eugenia Vidal y a Horacio Rodríguez Larreta por no haber ampliado el caudal de votos respecto de las PASO en la Ciudad. Es que el alcalde porteño fue el arquitecto de los planes para los dos principales distritos del país, donde ganó con claridad, pero por menos de lo esperado. “Nada de esto hubiera pasado si no se hubieran sobrevalorado las expectativas, habría que haberse plantado con un discurso de escenario incierto y luego salir a edificar el triunfo” –dijeron fuentes que recorren las oficinas de la Jefatura de Gobierno. 


La presidenta del PRO camina con cierta tranquilidad porque se adjudica la cosecha de votos en el interior del país; recordemos que desistió de competir en una interna con Vidal para no ser un obstáculo y dedicarse a esa tarea. Al mismo tiempo, un segundo frente amenaza con incrementar los nubarrones que pueblan el firmamento de JxC: los líderes del radicalismo le disputan a Bullrich los resultados en el interior para quedar mejor posicionados de cara al 2023. Es cierto que la estructura territorial de la UCR tuvo peso específico propio, pero no es menos cierto, que cada uno intenta llevar agua para su molino.

Patricia Bullrich se atribuye la buena cosecha de votos de JxC en el interior. 

“En Juntos están todos peleados” –se le escuchó decir en uno de los actos de cierre a un recién llegado a la política. Más allá del folklore y lo que dejó la trastienda, todos saben que la unidad es la única vía para mantener vivo el proyecto a mediano y largo plazo. 


“Tanto el PRO como la UCR tienen nombres competitivos. Habrá que madurar bastante para alcanzar acuerdos dentro de cada partido que permitan no ir con más de un candidato a las PASO 2023. Ninguna fuerza puede darse el lujo de ir dividida dentro de la propia contienda porque sería una derrota segura para la UCR o para el PRO” –razonan en uno de los equipos de campaña.

 

La patológica negación de la realidad. “No olviden que el triunfo no es vencer sino nunca darse por vencido”. Esas fueron las palabras de Alberto Fernández para, esta vez ante una multitud, negar la derrota electoral. El acto del miércoles en la Plaza de Mayo fue una foto perfecta de lo que sucede dentro del oficialismo. Debilidad, búsqueda de cohesión interna, y un insólito juego de escondidas que dejó a todos en evidencia.

 

El Presidente se propuso relanzar su gestión y apostó a devolverle la vida a su corriente interna de cara a las presidenciales. Eso resultó obvio a la hora de evaluar los alcances de la convocatoria: Piqueteros del Movimiento Evita, organizaciones sociales afines, sindicalistas, albertistas desencantados y de los otros y Fernández como único orador. La Cámpora marcó la diferencia y buscó pasar inadvertida. Lejos del escenario el Cuervo Larroque dijo que “no había podido escuchar el discurso del Presidente porque había tanta gente que no pudieron avanzar hasta los primeros lugares”.

 

Nadie se chupa el dedo. Si La Cámpora quiere decir presente lo hace valiéndose de su poder y su llegada. Además, las cámaras de televisión mostraron la posición de la agrupación y el vasto espacio que tenían para acercarse a la Plaza. No lo hicieron porque no quisieron. CFK y su hijo Máximo se beneficiaron de un circo que los ayudó a mostrar unidad. Pero no se pintaron la cara de payasos para dar un apoyo explícito a un acto con el que no estaban de acuerdo. En el ala más dura del oficialismo nadie piensa en inmolarse por un presidente débil que no cubre las expectativas de su jefa política, la vicepresidenta en funciones. “Salvó la ropa con lo justo. Esperábamos una derrota mayor. Esto nos da aire para replantear la estrategia de cara al futuro” –aseguraron desde el Patria. Ese futuro no incluye al albertismo.                         

Los claros ganadores dentro de la interna del oficialismo son los intendentes del conurbano bonaerense que demostraron que poseen dominio territorial. En ese ámbito transformado en feudo, “la platita” y el aparato funcionaron.

En el ala más dura del oficialismo nadie piensa en inmolarse por un presidente débil. 

En muchas otras partes del país, no. Éste es un dato interesante que surge de los resultados del domingo. El premio que se llevarán los barones del peronismo del Conurbano es la anulación de la cláusula que les impide la reelección indefinida. En esta iniciativa serán acompañados gustosamente por los intendentes de JxC que también se ven afectados por esta ley que propiciaron la entonces gobernadora María Eugenia Vidal y la versión no kirchnerista de Sergio Massa. Como se ve, las ambiciones de poder permanente no son exclusividad del oficialismo.

 

La descripción precedentemente expuesta de la situación dentro de las dos principales coaliciones políticas que se disputan el poder, muestran una notable y preocupante distancia con la realidad. El llamado al diálogo de AF nació muerto. Nadie con real voluntad de convocar a un diálogo lo hace advirtiéndole a su contraparte que es la culpable de todos los males y que nada de lo que proponga será tenido en cuenta. En fin, humo; nada más que humo.

 

Producción periodística: Santiago Serra.






sábado, 6 de noviembre de 2021

En busca de buenas noticias... @dealgunamaneraok...

 En busca de buenas noticias. 


Lo importante es la salud. Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes.
 

Congelar los precios de los medicamentos es la última puesta en escena de un gobierno que llega dividido a las elecciones. 

© Escrito por Nelson Castro el viernes 05/11/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Los desajustes de una economía pisada para tratar de contener los precios reales de bienes y servicios, está empezando a repercutir de manera evidente en la escalada del dólar y en las expectativas del círculo rojo, de los inversores y hasta de la gente común. El blue ronda los $ 200 y la brecha con el oficial llegó al 100%. Nadie espera que esta tendencia se revierta. En el Gobierno no logran engañar a nadie: congelamiento de precios, tarifas atrasadas, controles que no existen y peleas en el seno del poder. El Frente de Todos contra todos llegará a las elecciones partido –al menos– en dos y es un misterio cómo reaccionará el día después de la contienda, sea cual fuere el resultado. En este contexto el pequeño y mediano ahorrista corre hacia el dólar en busca de seguridad.   

El último ejercicio del desangelado secretario de Comercio Interior Roberto Feletti –quien no alcanza a contener los precios ni la inflación– fue generar un acuerdo de “estabilidad de precios” con los laboratorios para sostener en el corto plazo el costo de algunos medicamentos. 

Es, en verdad, una puesta en escena para lograr transmitir una “buena noticia” en la semana previa a las elecciones. ¿Alguien puede creer que retrotraer los precios al 1º noviembre –es decir hace siete días– puede tener algún efecto real en la baja de los productos esenciales para el cuidado de la salud?  

Mientras tanto los jubilados que hoy son los nuevos pobres de la Argentina miran con espanto una película que ya conocen. Los adultos mayores mastican bronca, tristeza e impotencia al ver que la vice en funciones y el condenado Amado Boudou cobrarán pensiones millonarias frente a los $ 25.900 que ellos perciben y que no les alcanza para vivir. La falta de empatía es escandalosa.  

También puertas afuera todo el Gobierno actúa con una precariedad y falta de seriedad absoluta. Quien escribe esta columna tuvo la oportunidad de observar los movimientos de la comitiva presidencial en Roma en torno a la cumbre del G20. Me encontraba allí en ocasión del lanzamiento del libro “La Salute Dei Papi” que fue presentado en el Vaticano. Los diálogos y conductas de los funcionarios argentinos denotaban una falta de profesionalismo asombroso. Aunque lo negaron públicamente, es cierto que buscaron concretar un encuentro con Su Santidad el papa Francisco para llevarse la foto de cara al escenario electoral. Fuentes inobjetables del entorno papal lo confirmaron.  

Parece que tampoco se enteraron que en la era de la información y las redes sociales, no se puede actuar de una manera fuera de la Argentina y al regresar, querer venderle al país un éxito que no fue. El episodio con el presidente de Francia es una muestra de ello. Emmanuel Macron, contó vía Twitter que en la reunión con Alberto Fernández trató la situación de Latinoamérica, en especial de países como Nicaragua y Venezuela, con sistemas políticos inestables que persiguen a opositores. El presidente Alberto Fernández también compartió la reunión con su par francés: “Con @emmanuelmacron, presidente de Francia, reafirmamos las visiones compartidas en torno a la acción climática, la preservación de la biodiversidad, la defensa de los DDHH y la igualdad de género. Agradecí el apoyo de su país a la negociación con el Club de París y el FMI”. Dos versiones para un mismo hecho. 

Entre otras cosas, la intención de propiciar encuentros fortuitos con figuras como el presidente de los Estados Unidos Joe Biden, tampoco pasó desapercibida para nadie. Para el oficialismo fue casi un encuentro bilateral, pero a los ojos del mundo no fue más que la intención de mendigar una fotografía con fines de utilización en la política doméstica. Hombres de talla mundial como “el compañero Biden” saben detectar a kilómetros de distancia este tipo de situaciones que los incomodan. 

El último tramo de la campaña recalienta los ánimos de ambos lados de la grieta. El Frente de Todos contra todos llega partido y con pocas esperanzas de remontar la derrota sufrida el 12 de septiembre en las PASO. Las peleas internas no se disimulan y es una incógnita qué puede pasar el 15 de noviembre con el resultado puesto. Solo los intendentes han logrado acumular poder como para sostenerse de cara a los dos años que restan de mandato. Su protagonismo en los gabinetes de Nación y Provincia, les devolvió la certeza de no dejarse amedrentar nunca más por lo que queda de La Cámpora.  

En Juntos por el Cambio, hay una mezcla de optimismo y cautela. Nadie quiere arriesgar un resultado. “Llegamos a las PASO con expectativas modestas, ahora estamos obligados a sostener un resultado que generó ilusión y la posibilidad de volver a pensar en un proyecto de cara al 2023” –describió una alta fuente de Juntos en la PBA. Ésta fue la primera semana con las boletas circulando por el territorio. Hasta la semana pasada algunos sentían ciertos niveles de apatía en vastos sectores del Conurbano. En los últimos días eso se modificó. Hay en la oposición la conciencia de que aún con un resultado positivo, sobrevendrán dos  años oscuros. “No sabemos cómo puede reaccionar el Gobierno, pero tenemos la responsabilidad de generar un clima propicio para que la gobernabilidad se mantenga sin sobresaltos. Ellos son peligrosos y lamentablemente les gusta jugar con fuego” –describieron cerca de un intendente. 

La Argentina necesita tranquilidad y un largo período de reflexión. Los Nerones del Gobierno no pueden volver a poner en peligro nuestra institucionalidad. 

Producción periodística: Santiago Serra.



miércoles, 14 de julio de 2021

Oficialismo y Oposición. Máximo está, Macri no… @dealgunmanera...

 Máximo está, Macri no…


¡¡¡Quemá esas Cartas!!!. Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes.

El hijo de la vice marcó el pulso ideológico del Gobierno, mientras que JxC toma distancia del ex.

Yo no quiero un país que sea juguete de las circunstancias o que tenga que ceder a los caprichos de los laboratorios extranjeros que, con muchísima mezquindad, buscan siempre doblarle el brazo al Gobierno y también a este Congreso (. . .) Porque si un laboratorio nos obligó a cambiar todo el andamiaje, ¿Cómo vamos a hacer con el FMI?”, disparó el jefe del bloque oficialista.

 

Una vez más, el hijo de la vicepresidenta en funciones marcó el pulso ideológico del Gobierno en contra de la decisión del presidente Alberto Fernández, que había preparado el DNU para destrabar la situación con Pfizer, Johnson y Moderna que le ha impedido a la Argentina acceder a estas vacunas cuya falta se ha visto reflejada en miles de muertes que podrían haber sido evitadas.

 

“No fue en contra de nadie; fue una noción de lo que apuntamos como país soberano y a lo que debemos aspirar”, se apuraron a decir en su entorno. Sin embargo, la tertulia no oficial asegura que en el Instituto Patria se vivió la decisión presidencial como una “claudicación necesaria”. Y festejaron las palabras del diputado para “recordarle al Presidente que con los dueños del mundo no se debe ceder”, en referencia a los laboratorios norteamericanos y al FMI. Una disputa ideológica casi adolescente que está lejos de beneficiar los intereses de nuestro país. Sin embargo, el episodio no quedó allí porque en su discurso en Tucumán durante el acto por el Día de la Independencia el Presidente recogió el guante y aseguró: “Nunca esperen de mí que firme algo que arruine la vida del pueblo argentino. Si alguien espera que yo claudique ante los acreedores o ante un laboratorio, se equivoca. No lo voy a hacer, antes me voy a mi casa”.

 

La interna que existe dentro del Frente Contra Todos no cesa y, en rigor de verdad, al Dr. Fernández se lo ve bastante solo en comparación con la pirotecnia verbal y discursiva de sus socios “duros” de la coalición. En el Gobierno, el kirchnerismo explícito es el que marca la cancha. Esto no significa que exista la posibilidad de una ruptura antes de las elecciones. Quien así piense se equivoca. Y quien crea en la oposición que esta elección la tiene ganada también erra. El oficialismo va a derramar mucha plata durante la inminente campaña en el territorio que representa su baluarte: el conurbano bonaerense. 

 

La consecuencia de todo este proceso de horadación de la figura presidencial complica severamente su autoridad y, por ende, su gestión. No manda él, sino Cristina Fernández de Kirchner. Y esto condiciona todo el accionar gubernamental. Por si esto fuera poco, el Presidente genera hechos que lo acercan a la categoría de una caricatura como fue la gafe que cometió en su desvaído discurso del 9 de julio al aludir a Macacha Güemes como la esposa de Martín Miguel de Güemes, de quien –en verdad– era hermana. 

 

En las sombras, la ex presidenta en funciones está trabajando intensamente en el armado de la lista de candidatos en la provincia de Buenos Aires. Sabe que su futuro depende de esa elección frente a un grupo de gobernadores del peronismo que le guardan cada vez menos cariño. 

 

Dicho esto, el contrapunto verbal entre Máximo Kirchner y el Presidente merece un análisis más profundo porque el sujeto de la discordia no es banal ni ideológico: es una vacuna que representa, nada más ni nada menos, que la diferencia entre contagiarse el covid-19 y padecer una enfermedad que puede llevar a la muerte o no.

 

El hijo de la ex presidenta en funciones hizo una brutal exhibición de desprecio por la vida de los otros. La falta de un acuerdo con Pfizer representó la falta de trece millones de dosis del inóculo, de los cuales, a esta altura del año, ocho ya hubieran sido administrados. Significó –y significa– también que más de cien mil niños y adolescentes entre 12 y 18 años que padecen comorbilidades pudieran tener acceso a la única vacuna que, hasta el momento, está autorizada para este grupo poblacional.

 

Seguramente el diputado no tiene la más mínima idea del sufrimiento que esto significa para esos chicos y para sus familias. Desde su cómoda poltrona, todos estos “detalles” se ven lejanos o, directamente, ni se ven. Uno de los eslóganes del kirchnerismo es “la patria es el otro”. Como se ve, es tan solo eso: un eslogan.

 

La frase de María Eugenia Vidal. 

 

“Me fui de la Provincia para que otros crezcan”, dijo ayer la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires al lanzar su candidatura a diputada por la Capital Federal. No se lo creyó nadie, ni dentro ni fuera de No Tan Juntos por el Cambio. Su huida del territorio provincial creó un vacío que produjo una lucha interna dentro del PRO que hoy lo complica y exige un gran esfuerzo de negociación para no dejar heridas que dificulten las chances electorales ya de por sí difíciles.

 

La retahíla de memes y comentarios negativos acerca de la decisión de Vidal de los propios simpatizantes de la coalición opositora que circularon por las redes en estos días habla del enojo que generó su decisión. Si bien las aguas parecen algo más serenas, las disputas internas aún están lejos de zanjarse.

 

En el sector vinculado a Jorge Macri  –su aviso de campaña buscando apartarse de la impronta negativa que explícitamente le asigna a su apellido no deja de sorprender– y en buena parte del peronismo provincial advierten que, aunque Horacio Rodríguez Larreta logre imponer a Diego Santilli como su candidato en PBA, se enfrentaría a unas PASO peligrosa contra Facundo Manes, impulsado desde el radicalismo, dentro del cual hay generado un renovado entusiasmo fogoneado por encuestas que le son promisorias. De todas maneras hay una realidad irrefutable hasta aquí: le va a ser muy difícil a la oposición ganar en territorio bonaerense, cuyo conurbano es un bastión del kirchnerismo.  

 

¿Cuánto de su proyecto a largo plazo está dispuesto a poner en juego el jefe de Gobierno porteño? En Uspallata están convencidos de las cartas con las que juegan y, al menos hasta ahora, la indicación general es no retroceder y poner el foco en el día a día para fortalecer cada aspecto de su estrategia. 

 

Mientras HRL busca fortalecer su liderazgo, quien día a día lo pierde dentro de la estructura interna es Mauricio Macri. Eso no equivale a decir que lo haya perdido entre sus votantes. Su ausencia en estas jornadas cruciales en el armado electoral junto a sus desangeladas declaraciones –que se repiten con una frecuencia que alarma a muchos dirigentes de JXC– ahondan esa pérdida de poder interno.


De cómo le vaya a la oposición dependerá el futuro del equilibrio republicano en la Argentina. Sus dirigentes deberían tenerlo muy presente.

 

Producción periodística: Santiago Serra.






domingo, 6 de junio de 2021

Promesas incumplidas. Entre vacunas y excusas... @dealgunamaneraok...

Entre vacunas y excusas 


“Con las vacunas al plato”. Carla Vizzotti. Dibujo: Pablo Temes

No importa cuánto griten sus funcionarios, será el Gobierno quien cargará el peso de los errores.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 05/06/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

El conflicto desatado por la fallida adquisición de las vacunas de Pfizer, para cuya investigación fue la Argentina el país que mayor cantidad de voluntarios aportó para sus ensayos, llegó a su punto más controversial esta semana. 

Mucho se habló de las garantías que exigía el laboratorio en su contrato y que, según dichos del propio Alberto Fernández, “no firmó porque lo ponía en una situación muy violenta de exigencias”. Todo se desmadró cuando el titular del Fondo Covax, Santiago Cornejo, aseguró en una reunión virtual organizada por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) que nuestro país había rechazado esas vacunas. El Gobierno salió al cruce de sus dichos, y el propio Cornejo tuvo que recular y desmentirse en menos de 24 horas con declaraciones y notas que, como siempre ocurre en estos casos, más que aclarar, oscurecieron. 

¿Pero más allá de la foto del Presidente con Fernando Polak, tuvo Argentina la intención de negociar con Pfizer como primera opción? Todo indica que no. 

El 29 de octubre de 2020, el Senado de la Nación aprobó la Ley N° 27573 de Vacunas Destinadas a Generar Inmunidad Adquirida contra el Covid-19, que luego el Poder Ejecutivo de la Nación promulgó mediante el Decreto N° 872/2020. Las garantías de indemnidad o cláusulas de inmunidad fueron los puntos más conflictivos de la ley, incluso señalados como objeto de la discordia para que se haya caído el acuerdo de compra con Pfizer. Luego apareció la palabra “negligencia” introducida por la diputada del Frente de Todos Cecilia Moreau, término que bien podría haber sido enmendado en el marco legislativo si en lugar de tratar de explicar lo inexplicable hubiese habido voluntad de avanzar. Aún nada de esto ha ocurrido. 

Volviendo al fondo Covax, debemos recordar que Argentina recibió a fines de mayo 204 mil dosis de AstraZeneca adquiridas por el gobierno argentino a través de ese mecanismo. El contrato entre las partes tiene cláusulas de inmunidad y exigencias de renuncia a los derechos de reclamo que son muy duras y están perfectamente explícitas. Veamos su cláusula de inmunidad: 

“El comprador –el Estado argentino– renuncia, expresa, incondicional e irrevocablemente, con respecto a sí mismo y a sus activos, a cualquier derecho de inmunidad bajo las leyes de cualquier jurisdicción sobre la base de la soberanía o de otra manera que pueda existir ahora o en el futuro, y acuerda no hacer valer ningún derecho o reclamo en ninguna acción o procedimiento legal, donde sea que ocurra dicha acción o procedimiento. 

Esta renuncia incluye la renuncia a cualquier derecho de inmunidad soberana en cuanto al Comprador y cualquier propiedad suya, ya sea comercial o no comercial, incluida cualquier cuenta bancaria que pertenezca al Comprador”.

Luego de leer estas exigencias y de conocer la posición argentina respecto de las condiciones de Pfizer, la pregunta que surge es sobradamente justificada y de sentido común: ¿Por qué el Estado argentino se preocupó de inmediato por los aspectos legales del contrato con el laboratorio estadounidense y no manifestó los mismos cuidados respecto de la cláusulas de inmunidad de AstraZeneca? 

Hasta el momento, nadie del Gobierno dio ninguna explicación con fundamentos de peso para esta preferencia. 

El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, tuvo un deslucido papel durante el informe de gestión que brindó en el Senado. Sus expresiones, su tono y las chicanas hacia la oposición y los medios son parte del repertorio habitual de Cristina Fernández de Kirchner y sus secuaces. En la previa las respuestas que dio por escrito hicieron agua respecto de la preparación del sistema sanitario para afrontar la segunda ola a pesar de tener el espejo de Europa y conocer los detalles de lo que vendría. Hoy las vacunas son para el Gobierno sinónimo de votos para la pelea política en las elecciones de medio término.   

“Cuando esta pesadilla termine, cada uno deberá hacerse cargo”, dijo con tono admonitorio. Es el mismo tono y la misma actitud desafiante y provocadora que habitualmente utiliza Axel Kicillof, tal como se vio en el anuncio que hizo el viernes sobre la vacuna Covaxin producida por el laboratorio Bharat Biotech de la India.

Allí aprovechó para despotricar contra todos. Nada que sorprenda, sobre todo si se analiza la sustancia del anuncio. Ahí se ve que la llegada de estas vacunas está sujeta a las siguientes condiciones: 

1-Estar aprobada por la Anmat.

2–Tener permiso de exportación de la India.

3–Tener disponibilidad del laboratorio.

4–Ver el calendario nacional, porque, según dijo el gobernador bonaerense, “en  este momento tenemos mucha disponibilidad de vacunas (sic)”. 

Como se ve –una vez más– mucho ruido y pocas nueces.   

Uno y otro parecen no advertir que el primero que deberá hacerse cargo de los devastadores efectos de los errores cometidos será el Gobierno. No importa cuánto griten sus funcionarios, no importa cuánto descalifiquen, no importa cuánto insistan en cargarles las culpas a los otros, nada ni nadie podrá tapar el sol con las manos. 

El vacunatorio vip, las promesas de llegadas de vacunas incumplidas, las vacunas no compradas, las contradicciones entre los funcionarios, la lentitud en el ritmo de vacunación, la incertidumbre en la aplicación de la segunda dosis, y promesas de mejoras significativas para el personal de salud que nunca llegaron son hechos irrefutables. 

Recién ahora asoma un horizonte de esperanza con el comienzo de la producción de la vacuna Sputnik V y la llegada de más vacunas del programa Covax y de AstraZeneca. Pero, en este largo camino se perdieron miles de vidas. En los últimos veinticuatro días, diez mil. Son muertes que se podrían haber evitado de haber habido vacunas. Es la dolorosa verdad. 

Producción periodística: Santiago Serra.