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domingo, 24 de enero de 2016

Entrevista a Nilda Garré sobre la Emergencia en Seguridad... @dealgunamanera...

“Ilegal, inconstitucional y, además, inútil”…

“Estados Unidos hace 20 años que dejó este tipo de mecanismos de interdicción del espacio aéreo por considerarlos ineficientes.” Imagen: Guadalupe Lombardo

En diálogo con Página/12, la diputada y ex ministra de Seguridad criticó la medida tomada por Mauricio Macri, que incluye la autorización a las Fuerzas Armadas para derribar aviones. “Se puede matar inocentes”, advirtió.

© Escrito por Sebastián Abrevaya el domingo 24/01/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Entrevista a Nilda Garré sobre el Decreto que declaró la emergencia en seguridad. Nilda Garré fue la primera mujer en encabezar el Ministerio de Defensa de la historia argentina. Tras cinco años en el cargo y luego de un proceso de transformación de las Fuerzas Armadas, pasó a ocupar la entonces nueva cartera de Seguridad, que hoy ocupa la macrista Patricia Bullrich. Con una larga trayectoria en temas de Defensa y Seguridad, Garré volvió a la política nacional tras asumir como diputada del Frente para la Victoria, luego de dos años como embajadora en la OEA.

En diálogo con Página/12, analizó el decreto firmado por Mauricio Macri, al que calificó como “ilegal, inconstitucional y, además, inútil e ineficaz”. En base a la legislación argentina, los tratados internacionales y la experiencia comparada de otros países advierte sobre el peligro de involucrar a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior. “Tener a los militares desplegados en el territorio lleva a la tentación, o a que alguien les dé la orden, de hacer inteligencia interna. Sobre todo en momentos en los que puede haber conflictividad social”, alertó.
– ¿Qué análisis hace del decreto de emergencia en seguridad?
–Están compitiendo con Sergio Massa porque él hablaba de la ley de derribo en cada palco en que podía. El macrismo demuestra que no le tiembla el pulso, que va a tomar las medidas más drásticas, las más ilegales, aún las inconstitucionales, todo lo necesario para cambiar el país que encontraron. Es un decreto espectacular, pero es solo eso. Es ilegal, inconstitucional y, además, es inútil e ineficaz. Estados Unidos hace 20 años que dejó este tipo de mecanismos de interdicción del espacio aéreo por considerarlos ineficientes. En Europa ningún país usa el derribo de aviones. En Latinoamérica algunos lo tienen pero no lo utilizan. Perú lo utilizaba en la época más violenta de Sendero Luminoso y cometió un grave error porque tiró abajo un avión donde se murieron dos personas inocentes que no tenían absolutamente nada que ver. Desde ese momento lo suspendió y ahora lo ha vuelto a establecer pero entiendo que con una idea disuasiva.
–Desde el PRO sostienen que tiene ese efecto. ¿No sirve para desalentar el ingreso de droga por vía aérea?
–A lo mejor pretenden disuadir como los países que tienen pena de muerte, que siguen teniendo delitos aunque siguen teniendo pena de muerte. Es decir que no disuade, por lo menos lo suficiente. Pero la pena de muerte se aplica con un juicio previo, con el derecho a la defensa garantizado. Teóricamente en ese juicio quedan probados los delitos que de acuerdo a esa legislación que amerita la pena de muerte.
– ¿Por eso afirma que es inconstitucional, porque no hay derecho de defensa?
–Sí, pero además porque la Argentina firmó tratados internacionales de derechos humanos, en el marco de la OEA varios de ellos, pero también en Naciones Unidas, que tienen jerarquía constitucional. Más aún, algunos tienen jerarquía supraconstitucional porque obligan a los Estados que ratificaron el tratado a no restablecer la pena de muerte si la derogaron. La Argentina la tenía prevista normativamente, aunque no se aplicaba, en el Código de Justicia Militar, que fue derogado por unanimidad en las dos cámaras del Congreso en el año 2008. De manera que nosotros no podemos restablecer la pena de muerte. Eso también lo hace inconstitucional.
– ¿No es importante ejercer ese tipo de control del espacio aéreo para combatir el narcotráfico?
–Es muy riesgoso, se puede matar inocentes. No tenemos un aparato de inteligencia criminal bien desarrollado, un diagnóstico de las rutas aéreas que usaría el narcotráfico, ni de qué cantidad de vuelos estamos hablando. Pueden entrar por tierra, por carretera, por la hidrovía, por el litoral marítimo, por lugares muy porosos de la frontera. Entra de muchas formas. No sabemos si la más significativa es la aérea. Y establecemos un mecanismo como si con eso recorriéramos el conjunto de un problema. Debería hacerse una oficina unificada de investigación de los delitos federales.
– ¿Qué otras medidas podrían tomarse en ese sentido entonces?
–Cuando estuve en el ministerio de Seguridad se hizo un gran esfuerzo presupuestario al comprar 26 millones de dólares en scanners de última generación, que cuando pasa un camión, aunque no lo pare, fotografía la carga y detecta si hay alguna cosa rara. Eso merecería hacerse también para hidrovías y para el litoral marítimo. Permite un seguimiento sin ningún riesgo, con una inversión menor a la de comprar aviones. Hoy la argentina no tiene aviones para interceptar vuelos. Y además se estaría dándoles una orden ilegal a los militares que tienen prohibido meterse en temas de Seguridad Interior por la ley de Defensa.
– ¿Pero por qué no pueden los militares colaborar con la lucha contra el narcotráfico?
–Pueden colaborar, está previsto en la ley, pero en situaciones específicas de apoyo logístico. El tema es que vos tenés un militar que está formado para la guerra, para matar o morir, manejar armas de altísimo poder de fuego, manejar tanques. Reciben una formación adecuada para el objetivo de la Defensa de la Nación, del territorio, de la soberanía. El policía tiene otro tipo de formación, que es para combatir el delito. Entonces no son útiles, porque la formación y las armas que maneja uno no te sirven para la otra instancia. El policía tiene que tratar de no matar, da una voz de alerta, tiene que identificar y no matar al ladrón, el otro está formado para matarlo, deshacerlo, destruirlo. Además, los ejemplos como el de México muestran que el último resorte que se tiene para cuando realmente peligra la integridad territorial del país, se arriesga a que se te contamine con la corrupción que genera el mundo del crimen organizado.
–El PRO insiste en que el kirchnerismo utilizó los mismos protocolos de derribo que ellos están implementando ahora...
–Los anexos que han citado en el decreto son prácticamente iguales. Incluso en algún lugar se les ha escapado corregir “la comandante en jefe”, “la Presidenta”, que están en femenino. Pero eso se utilizó en 2005 porque venía Bush a la Argentina. Las exigencias de Estados Unidos eran muy grandes. Entonces se marcó una zona y un radio de 200 kilómetros. Ningún avión podía entrar a ese espacio aéreo mientras durara la interdicción. Porque si un avión entra, teníamos que suponer que era para hacer algún tipo de agresión bélica contra alguno de los presidentes. Es un tema de interés nacional fuerte y hace a un tema de la Defensa, que no es tirar a un avión de un narco. ¿Por qué no primero se depuran las policías y los servicios penitenciarios están totalmente vinculados al crimen organizado? ¿Por qué no se hace eficiente el control carretero, fluvial y marítimo? Hay montones de cosas que hacer seriamente, menos espectaculares, más efectivas y en línea con los demás países.
– ¿Y porque el FpV no avanzó con la oficina especializada en delitos complejos, la adquisición de más scanners u otras medidas en ese sentido para hacer más eficiente la lucha contra el narcotráfico?
–Nosotros pensábamos que en el marco de este tema conflictivo que ha sido el traspaso de la Policía Federal a la Ciudad, había una lógica vinculada al traspaso de las comisarías, un traspaso de competencias judiciales y a una segunda tanda de delitos comunes, no de delitos federales. El resto de la policía debía formar una estructura con otras funciones bien determinadas, vinculadas a las a la investigación, actuando en combinación con el ministerio público y hacer la famosa policía judicial. Pero bueno, nosotros llegamos a tener un proyecto casi hecho y después de que yo me fui (en 2013) se interrumpió. Estábamos avanzando por ese camino.
–Macri en Davos tuvo reuniones con el vicepresidente de Estados Unidos y el presidente de Israel, en las cuales se habló de una ayuda de ambos países en materia de Seguridad y lucha contra el narcotráfico. ¿Es positivo para la Argentina?
–Ese tipo de colaboraciones deben ser limitadas a lo que necesita la argentina. Si tenés fuerzas como la DEA metida en el país y en posesión de un montón de información sobre tus movimientos, tu fuerzas de seguridad y policiales, si actúan bien o mal, si son competentes o no. Sin perjuicio de establecer áreas de cooperación en lo que sea crimen organizado. Pero establecerlas muy puntualmente, de una forma en la que el país mantenga el control. Sino la influencia ideológica y la venta de armas viene atada.
En todos los organismos internacionales está esto de que Estados Unidos ofrece su colaboración, capacitación. Se educan en una doctrina que hasta ahora era la “guerra contra las drogas”, que implantó Nixon en 1971 y que hoy todavía no ha sido reemplazada, sin perjuicio de que aún los norteamericanos hoy tienen claro que la guerra, además de costar miles de muertos y miles de millones de dólares, tanto en Colombia como en México no han dado los resultados esperados. Bueno, hay una preparación de un cambio de paradigma que lo reemplazaría. La misma OEA, con su anterior secretario general, firmó un documento que empieza a perfilar, desde 2014, un cambio de paradigma.
– ¿Corren peligro, a partir de estas medidas y de la llegada de funcionarios militares a los cargos políticos, las transformaciones que se han realizado en las Fuerzas Armadas?
–Hay cosas que son ya inmodificables pero de todas maneras hay riesgos. El control político en el que hicimos tanto hincapié es evidente que no se siente con la misma fuerza. Vuelve a haber autonomía en el funcionamiento, en muchos lugares se están nombrando militares, policías y no civiles. Se avanza con este fallo reciente que recupera para la policía facultades que hace ya varios años que estábamos todos de acuerdo en que no podían tener. Son todas situaciones de limitación del ejercicio de las libertades de los ciudadanos. Y una emergencia es siempre una posibilidad de compra, de inversión de recursos muy significativos al margen de las normas legales habituales, que también es riesgoso. Además, tener a los militares desplegados en el territorio lleva a la tentación, o el mandato de alguien, de que puedan hacer inteligencia interna. Sobretodo en momentos en los que puede haber conflictividad social.
–Otro de los temas del decreto es la ampliación del tiempo de uso de los radares a 24 horas. ¿Por qué no se había hecho?
–Se ha hecho mucho y siempre se puede hacer más. Nosotros, además de los 11 radares que hizo el Invap para aviación civil, radares hechos con 80 por ciento de los componentes argentinos y con técnicos y tecnología nacional, firmamos un convenio para hacer seis radares militares, que se hicieron. Cuatro están funcionando y están en proceso de instalación los últimos dos. El año pasado se firmó un convenio por otros seis radares militares más. Siempre homologados, en este caso por la Dirección de Tecnología de la Fuerza Aérea. Entonces habrá 12 radares militares. Tres en Formosa, en Misiones, en Santiago del Estero, Chubut. Siempre se puede colocar más. Lo que no está cumplido es que los radares tienen que funcionar 24 horas. Pero no había suficientes radaristas porque su preparación no es breve ni simple. No había recursos humanos. Si no los podés tener las 24 horas debe ser súper secreto las horas que funciona y las que no.







viernes, 4 de septiembre de 2015

Aviones de combate Mirage: Fin de su ciclo operativo... @dealgunamanera...

Con 43 años de servicio, los míticos aviones Mirage se despiden del aire…

Considerados en una época como la "columna vertebral de la defensa aérea" del país. Foto: DyN

Cuentan con más de 131 mil horas de vuelo, participaron en la batalla durante la guerra de Malvinas, en 1982.

Los aviones de combate Mirage iniciaron el jueves una maniobra militar en la provincia de Santa Cruz, lo que será su última participación operativa, ya que a fin de año serán dados de baja luego de 43 años de servicio. Estas aeronaves realizaron más de 131 mil horas de vuelo y tuvieron participación en la batalla aérea durante la guerra de Malvinas, en 1982.

Considerados en una época como la "columna vertebral de la defensa aérea" del país, estos cazabombarderos e interceptores no serán reemplazados este año por alguna otra aeronave similar, a pesar de que estaba previsto en el presupuesto 2014 elaborado por el Gobierno.

La Fuerza Aérea informó que "en cumplimiento del plan anual de ejercitaciones", comenzó hoy el ejercicio "ARIETE", que se desarrollará hasta el viernes 11 de septiembre en la Base Aérea Militar de Río Gallegos, según informa la agencia Dyn.

"El último operativo de los aviones Mirage", destacó la aeronáutica militar a través de un comunicado en referencia a las ejercitaciones en el sur del país.

Se explicó que esta operación es "de vital importancia para adiestrar, alistar y mantener a las tripulaciones de los diversos sistemas intervinientes, en la concreción de maniobras aéreas bajo condiciones meteorológicas extremas y sobre terrenos que presentan particulares características, típicos de la zona austral".


Los Mirage, que tienen su base en la VI Brigada Aérea de Tandil, realizarán misiones de adiestramiento en tácticas de combate aire-aire y de navegaciones tácticas aire-suelo, agregó el parte de prensa. El ejercicio "ARIETE", adquiere un "cariz trascendente e histórico para la Fuerza Aérea, ya que significa la despedida operativa del sistema Mirage, tras prestar 43 años de servicio ininterrumpido en la Argentina", recalcó la institución castrense.

Historia.

La Fuerza Aérea Argentina adquirió estos aviones de combate en la década del 70' y en la última publicación del libro Blanco de la Defensa, elaborado y publicado durante la gestión de Nilda Garré en la cartera castrense, en la VI Base Aérea de Tandil, hay una dotación de 14 Mirage 5 y 11 Mirage III.

La mayoría de estas 25 aeronaves en los últimos años no estuvieron en condiciones de operar, por lo cual se decidió su desprogramación como sistema de arma.

Llegando alcanzar una velocidad máxima de 2.217 kilómetros por hora (Mach 2.1) a 12.200 metros de altura, estos Mirage no serán suplantados por alguna avión con similares características de combate para a defensa aérea nacional.

En el presupuesto 2014 que había elevado al Parlamento en septiembre de 2013 el entonces jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, se mencionaba en el folio 115 que "en el ámbito de la Fuerza Aérea se preveía la incorporación del Mirage 1, que reemplaza al sistema Mirage III, en proceso de desprogramación" Esos Mirage 1 pertenecían al Ejército del Aire de España de caza y ataque de tercera generación, diseñado y construido por la empresa francesa Dassault Aviation.

Sin embargo, no se concretó la adquisición de esos aviones y luego trascendió que había intereses por los aviones multipropósito israelí Kfir Block 60, el caza polivalente chino J-10 y el jet de combate Gripen de la empresa sueca Saab.

A pesar de todas estas posibilidades, por ahora no habrá naves que reemplacen la potencia de combate de los Mirage, y para no dejar inoperable la VI Brigada Aérea de Tandil, trasladarán allí algunos aviones Pampa, cuyo destino original es Mendoza. 


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© Publicado el jueves 03/09/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


sábado, 4 de abril de 2015

Maximalistas… @dealgunamanera

Maximalistas…


Cualquiera podría decir que Máximo Kirchner es el candidato del Grupo Clarín si la afirmación no sonara tan absurda. Pero fue la corporación mediática la que lo sacó de su casa en Río Gallegos y lo convirtió en el centro de un revuelo de declaraciones y cadenas espontáneas de radios para reproducir su conversación con Víctor Hugo Morales. El plan mediático opositor buscaba el efecto contrario, querían usar la denuncia para profundizar el impacto del paro de transporte por el Impuesto a las Ganancias. Sin colectivos ni trenes, la ciudad quedó vacía. Y encima, el hijo de la Presidenta y referente de La Cámpora aparecía con una acusación de corrupción. Un escenario ideal para el fin de ciclo apocalíptico con el que se ilusiona la corporación mediática.

Pero reinciden al dejar que esa ilusión obnubile su visión de la realidad. La información periodística ya no discurre con el halo de palabra santa con que la adornaron los que abusaron del discurso de los “independientes”. La sociedad, el ciudadano, va recuperando criterios propios de verificación y decodificación. Los medios y los periodistas han sido desmitificados, por lo menos por una parte de la sociedad –tanto opositores como oficialistas–, salvo por aquellos de ambas trincheras que prefieren todavía creer sólo en la información que les conviene.

La denuncia pretendía contribuir a lo que había iniciado el paro, pero estaba tan floja de papeles que disipó esos vapores tóxicos para el Gobierno e instaló una posible candidatura de Máximo Kirchner, algo que por lo menos hasta ese momento no se había planteado. Al día siguiente del paro, nadie hablaba de sus efectos porque la sociedad estaba enfocada en el discurso de un Máximo Kirchner al que no le significó gran esfuerzo desmentir la acusación ante un auditorio masivo y espontáneo que le envidiaron todos los candidatos presidenciales.

Quisieron hundirlo, pero lo promovieron. El dispositivo de las corporaciones mediáticas de la oposición no funcionó como otras veces. No hubo impunidad para una denuncia inconsistente. Tampoco la hubo antes para la inconsistencia de Alberto Nisman, aunque su muerte inoculó una dosis de dramatismo que suplió la falta de pruebas. El 18F fue por la conmoción que produjo la muerte del fiscal y no por una denuncia cuya mala fe quedó rápidamente demostrada.

El acto fallido del Grupo Clarín en el ataque a Máximo Kirchner reveló una fractura en la capacidad de manipulación mediática que el mismo grupo todavía no acierta a asumir y esa ceguera lo lleva a reincidir. La maniobra puso en evidencia otros mecanismos que la completan. Apenas se publicó la denuncia y antes de que se comprobara su veracidad, la diputada Patricia Bullrich presentó un pedido de informes y sus colegas de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez y Paula Oliveto, pidieron al fiscal Pollicita que la incorpore a una causa. Es un mecanismo sincronizado. Un medio opositor hace una denuncia sin pruebas, y por lo tanto puramente difamatoria y en esencia mentirosa, y hay diputados que trabajan en el inodoro de la política, para amplificarla y darle entidad judicial con la complicidad de algún fiscal o juez amigo. Forma parte del juego político concebido como un escenario donde se ganan y se pierden puntos.

Para muchos, la política es nada más que eso, un juego sin moral. Pero este mecanismo se convierte en una bomba de profundidad para el sistema democrático. Los periodistas, los medios, los políticos y los funcionarios judiciales que coadyuvan en este mecanismo invierten el concepto constitucional sobre el que se basa el funcionamiento de la Justicia. No solamente por la difamación como práctica inmoral, sino también porque al aceptar como veraces y dar curso a denuncias que no tienen pruebas obligan al acusado a ponerse en el plano de demostrar su inocencia, cuando la definición constituyente, el corazón de la justicia democrática, es justamente la contraria: el sistema está obligado a demostrar la culpabilidad del acusado y no éste su inocencia. No se lo puede dar por culpable sin pruebas y sólo por conveniencia política como hacen estos políticos que degradan su actividad con una práctica que es propia de las dictaduras y los autoritarios.

La lógica de los medios es igual de perversa. Si alguien que es acusado de ladrón sale a responder, entonces los medios que originaron esa acusación sin pruebas reales, publican: “Fulano de tal dice que no es ladrón”. Diga lo que diga está condenado de antemano.

Además de su inconsistencia, en este caso la denuncia contra Máximo Kirchner coincide con una campaña contra la Argentina sobre cuentas en el exterior que vienen de-sarrollando los fondos buitre a través de su Task Force. Es una combinación temática de cuentas en el exterior con complicidades iraníes. Toda la novela, en clave supuestamente erótica entre Chávez y la entonces embajadora Nilda Garré, con espionaje bolivariano-iraní en el medio, cuyo objetivo era descubrir secretos atómicos argentinos, para lo cual se depositaban sumas millonarias en dólares desde el año 2005 en bancos norteamericanos, iraníes y de las islas Caimán, puede ser creíble para lectores malintencionados de la revista Veja, pero en la Argentina resulta periodismo escatológico. Leonardo Coutinho, de la revista Veja, viene publicando artículos cuyas fuentes son “ex altos funcionarios chavistas arrepentidos” o “un investigador financiero norteamericano” a los que nunca identifica. Estas fuentes le confirman desde conspiraciones para matar a Nisman hasta las cuentas de Nilda Garré y Máximo Kirchner en el exterior.

Usando la misma fuente sin identificar, Clarín se limitó a publicar lo de las cuentas, sin la novela soez de Coutinho porque acá sería aún más increíble. En 2005, Argentina estaba resolviendo la deuda externa. Néstor Kirchner creaba la Unidad Fiscal AMIA y se dedicaba, de allí en adelante, a denunciar en los foros internacionales a los acusados iraníes que, según esa información, venían depositando sumas millonarias en cuentas del hijo del presidente que los denunciaba en forma sistemática. La novela grotesca de Coutinho es incongruente con lo que sucedía en Argentina. Los medios opositores argentinos suelen levantar las publicaciones de este personaje, que parece más un mercenario a sueldo de los fondos buitre que periodista (o las dos cosas), para darles entidad local a estos exabruptos amarillistas. Ya lo hicieron con el fabuloso comando bolivariano-iraní entrenado por cubanos que habría asesinado a Nisman con pasmoso sigilo y prolijidad. Así como el fondo Elliot Management de Paul Singer invierte fortunas para comprar voluntades de congresistas y jueces norteamericanos, es evidente que en el reparto hay también para los medios de comunicación. Publicó solicitadas sólo en los medios opositores locales y convocó a conferencias de prensa, operó con información falsa sobre cuentas de funcionarios en el exterior y ahora utiliza este sistema para lograr un rebote local.

La presidenta Cristina Kirchner ha pedido a la Justicia norteamericana que publique los nombres de los titulares de esas cuentas. Pero la información que llega a los medios no proviene de fuentes oficiales, sino de fuentes turbias que nunca se identifican, ni en Clarín ni en Veja.

Esta semana falleció una querida compañera del gremio y de Página/12, la periodista Lilia Ferreyra, viuda de Rodolfo Walsh, una figura emblemática del periodismo de investigación. No está de más, como homenaje a Lilia, recordar que, al igual que ella, Walsh siempre se definió como un periodista comprometido, no como uno “independiente”. Y que las investigaciones de Walsh nunca fueron publicadas por los medios de las grandes corporaciones que hasta fines de los ’80 no daban lugar a este género del periodismo. Lo tomaron sólo para convertirlo en su propia herramienta. Las grandes corporaciones nunca van a publicar nada que comprometa a sus intereses y a los que representan. Para Lilia, que también fue lectora lúcida y correctora exigente de los trabajos de su compañero, la idea de periodismo comprometido de Walsh lo llevaba a ser extremadamente riguroso. En cambio, cuando el periodismo de investigación se convierte en la herramienta de intereses poderosos, no tiene la exigencia tan fuerte de rigurosidad, porque se la reemplaza en parte con una gran cantidad de artilugios que provienen de una fuente inagotable de recursos para construir una falsa credibilidad.

© Escrito por Luis Bruschtein el sábado 004/04/2015 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


sábado, 19 de julio de 2014

AMIA. José Alberto Pérez, de profesión espía... De Alguna Manera...


A 20 años del atentado a la AMIA, habla el espía infiltrado por la Federal...


José Alberto Pérez contó su ingreso al área de inteligencia de PFA y las tareas que realizaba.

A 20 años del atentado a la AMIA, un testimonio surge para aportar algo de claridad a un caso que sigue sin responsables, culpables ni condenas: el de José Alberto Pérez, agente de inteligencia de la Policía Federal Argentina, que se infiltró en la comunidad judía entre 1986 y 2000.


El testigo, que cambió su nombre a Iossi Pérez, tenía como misión evitar el "Plan Andinia", un viejo mito antisemita que hablaba de una supuesta operación israelí para conquistar la Patagonia. Y reveló al fiscal Alberto Nisman, a cargo de la Unidad Especial AMIA, que la PFA tenía planos del edificio de la institución judía antes del atentado, un dato que reforzaría la teoría de la "conexión local".

Pérez asegura haber mantenido reuniones con Nilda Garré cuando ocupaba el Ministerio de Seguridad, y dice que su testimonio no fue elevado a la Justicia. Ahora, en una entrevista con Gabriel Levinas de Plazademayo.com contó toda su historia. 

"Me llamo José Alberto Pérez. Nací en Flores en 1960. Fui a un colegio estatal, hice la secundaria en un industrial. Soy técnico en Óptica. Entre los años '78 y '80 quise entrar en la Fuerza Aérea, pero para eso debía viajar a Córdoba, y no lo quise hacer. Mi cuñado es de la Policía, y él me metió ahí", asegura el testigo en el video. 

Tras el ingreso a Inteligencia, cuenta el espía, "(le) hicieron hacer monografías sobre los grupos terroristas de Medio Oriente que tenían vínculos con los grupos argentinos". "Me pidieron que hiciera una monografía sobre sionismo. Funcionábamos en el edificio de Moreno y San José. En ese edificio de nueve pisos, el 90% del personal revista en Inteligencia, ahora se llama GEOF", detalló.

La versión de Pérez surgió en 2008 cuando Levinas editó su libro La ley bajo los escombros. Pero el testimonio completo en video aparece pocos días antes del vigésimo aniversario del atentado, que dejó 85 muertos.

"El Ministerio del Interior tenía conocimiento de las infiltraciones. Dentro del edificio de Moreno funcionan diversos departamentos. El mío respondía directamente al comisario general, que se encuentra con el jefe de Policía e informa sobre el funcionamiento de los distintos departamentos", siguió el ex policía. "Los informes de mi infiltración iban a mi superintendente, que los podía elevar al jefe de la Policía, que podía a su vez informarlo al ministro del Interior. En aquel momento pensé que era el único infiltrado en la comunidad judía. Pero cuando me indican que me desinfiltre, tuve la noción de que había más gente. Yo creo que aún hoy tienen informantes dentro", explicó el agente de inteligencia.

Para infiltrarse, Iossi estudió tres años de hebreo y asistió a cursos fingiendo ser un judío que pretendía regresar a Israel para recuperar sus orígenes. Su contacto en la Policía Federal era Laura, otra espía de 40 años que estaba encubierta como periodista. Según su testimonio, se encontraban en bares y se enamoró de ella.

Pérez tomó cursos de contra propaganda antisemita, cursos de seguridad con expertos israelíes y organizó actividades culturales comunitarias. Así conoció Alicia Letziki, con quien se casó en 1993. En 1992 llegó a secretario de actas de la Organización Sionista Argentina y responsable de seguridad, que también ejerció en la AMIA, cuando el edificio estaba en la calle Ayacucho. El espía contó a la Justicia que tuvo acceso a los planos de la AMIA en 1992 y 1993, por refacciones, y les remitió copias a sus superiores.

Ausencia 

En los recordatorios de la comunidad judía realizados hoy ni el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, ni la presidenta Cristina Fernández de Kirchnerasistieron al acto en memoria de las víctimas. Durante el acto de la mutual judía, el periodista Alfredo Leuco volvió a cuestionar al canciller Héctor Timerman por el pacto de entendimiento con Irán, que calificó como un "crimen de lesa impunidad".​

© Publicado el Viernes 18/07/2014 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma e Buenos Aires.


domingo, 30 de junio de 2013

A paso redoblado... De Alguna Manera...


Cristinismo en armas...

A paso redoblado, Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

Con el nuevo jefe del Ejército, el Gobierno busca que las FF.AA. sean un aporte para construir más poder. La inspiración chavista. Cristina puso en marcha la última etapa de un peligroso plan para “cristinizar” a las Fuerzas Armadas y convertirlas en un instrumento más de su intento de eternizarse en el poder.

La sorpresiva designación del general César Milani como jefe del Ejército, confirma que la Presidenta no reconoce límites institucionales y está dispuesta a cumplir su promesa de ir por todo a tambor batiente y a paso redoblado.

Fiel a su lógica de construcción que implica fracturar cada institución para luego intentar cooptarla con tropa propia, la Presidenta tomó la inédita decisión de colocar en la cima de los uniformados a su militar preferido, peronista de cuna, admirador de Hugo Chávez y dueño del aparato de inteligencia más sofisticado y oneroso para el Estado después del que dispone la ex SIDE.

Milani construyó una íntima relación con la ex ministra de defensa Nilda Garré y con su asesor Horacio Verbitsky quien, curiosamente, también fue un experto en inteligencia pero de Montoneros. La mesa chica mas ideológica del kirchnerismo fomenta que los militares chavistas sirvan como espejo para nuestras fuerzas armadas. Involucrar a los hombres de armas en la política en general y en las internas partidarias en particular, es un proyecto inquietante y casi suicida. 

El terrorismo de estado debería haberles enseñado que la sociedad civil debe profesionalizar y mantener a los militares totalmente alejados de la política sectorial. Pero la generación de Cristina, Garré y Verbitsky nunca abandonó el delirio de contar con esos “ejércitos nacionales y populares” que hoy tienen en Venezuela a su máxima expresión. La condición militar de Juan Domingo Perón y las formaciones especiales de la guerrilla peronista abonaron aquella utopía durante lo que se llamó “Operativo Dorrego”. 

Fue en 1973, con Héctor Cámpora como presidente y se realizaron acciones conjuntas entre la Juventud Peronista de las regionales que encabezaba el actual legislador Juan Carlos Dante Gullo y el Ejército a cargo del genocida llamado Albano Harguindeguy quien luego fue ministro del Interior de Jorge Videla. Marcharon y acamparon juntos para realizar tareas sociales. Hoy las versiones en lo más concentrado del poder dicen que el trabajo de La Cámpora durante las inundaciones en La Plata contó con gran colaboración logística del ejército argentino y que eso sólo fue un primer paso con la excusa de la integración definitiva de los militares a la democracia.

El plan empezó hace varios años con la excelente intención de extirpar a los militares nostálgicos de la dictadura. Luego se enrareció cuando empezaron a discriminar a varios oficiales por portación de apellido y, finalmente, todo terminó por ensuciarse definitivamente a la hora de ascender discrecionalmente, sólo a los amigos o a los que manifestaron a viva voz su pertenencia al proyecto cristinista. Esa actitud es antidemocrática pero además es letal para la eficiencia y fortaleza profesional de la fuerza. Genera resentimiento entre los militares cuyas carreras no progresan gracias a sus méritos, como debería ser.

Así como en los últimos tiempos el gobierno de Cristina intentó colonizar y domesticar a la Justicia y los medios de comunicación para evitar que los controlen, ahora intentan colocar al brazo armado de la Nación al servicio de sus intereses personales.

Fracasaron cuando lo quisieron hacer con la Gendarmería y la Prefectura quienes se insubordinaron por maltrato y mal pago. Hoy, están ubicando en los puestos más altos a los encargados de hacer inteligencia estratégica que, sin tener hipótesis de conflicto a la vista, cuentan con un presupuesto de 333 millones de pesos, tal como adelantó Perfil ayer. Hay un sector de los espías civiles que conducen Héctor Icazuriaga y Francisco Larcher que viene trabajando en forma mancomunada con los topos verde oliva, sobre todo en la búsqueda de mugre personal y de todo tipo, para erosionar la credibilidad de opositores, jueces y periodistas. Esto es más grave si recordamos que este gobierno aprobó la ley antiterrorista y mantuvo hasta que se descubrió el “Proyecto X” que tenía intenciones persecutorias y represoras de distintos referentes gremiales y sociales.

El general Milani no se mantuvo al margen en ninguna de las ocasiones en que la política atravesó en forma traumática al Ejército.

Ni durante la dictadura, con su tarea conspirativa en Tucumán; ni durante los nefastos levantamientos carapintadas de Aldo Rico y Mohamed Ali Seineldín. Precisamente durante el ataque institucional que comandó este último en 1994, Milani recibió una de las dos sanciones que registra su legajo: 8 días de arresto.

En Cosquín, en la calle Obispo Bustos, hay una Unidad Básica llamada César Milani. Es en homenaje a su padre que se llamaba igual. En su juventud, llegó a la capital nacional del folclore de una manera muy extraña. Había contraído tuberculosis durante la colimba y por ley, el Ejército debió hacerse cargo de su tratamiento en los legendarios sanatorios serranos dedicados a ese flagelo. Además tuvieron que darle el mínimo grado militar. Peronista de libro, César Milani integró la comisión que ideó el célebre festival coscoíno y fue un dirigente negociador si lo comparamos con Olga Pérez, su esposa, mucho más combativa y seguidora de Eva Perón.

Milani, el flamante jefe del Ejército, se llama César Santos Gerardo del Corazón de Jesús. Suele visitar en forma reservada a su hermano Rodolfo, un abogado que junto al intendente Marcelo Villanueva, lograron la ayuda de Julio de Vido para construir una importante obra vial que, como todas, fue con la designación de la empresa constructora amiga incluida. Sus vecinos, consideran a los Milani como buenos peronistas que alguna vez se encolumnaron con José Manuel de la Sota. El hijo de Rodolfo, que comparte nombre y profesión con su padre, en su twitter se auto titula hincha de Belgrano aunque exhibe la imagen del Che Guevara en la Plaza de la Revolución de Cuba y celebra a Hugo Chávez porque “dejó un pueblo lleno de fuerza para seguir con su revolución”. 

Tal vez el sobrino exprese en esos 140 caracteres las convicciones más arraigadas del flamante supe jefe del Ejército K. Ojalá no le guste jugar con fuego. Ya se sabe que a las armas las carga el diablo.

© Escrito por Alfredo Leuco el sábado 30/06/2013 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.