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domingo, 4 de noviembre de 2018

Los ciclos dirigidos desde Estados Unidos de Norte América de la política latinoamericana… @dealgunamanera...

Los ciclos dirigidos desde Estados Unidos de Norte América de la política latinoamericana… 


Hay una ilusión bastante recurrente entre los latinoamericanos acerca de su autodeterminación política. ¿Realmente creen que sus políticas estatales son independientes de la influencia de la gran potencia global del norte, EEUU, que es capaz de ejercer presión sobre gigantes económicos como China o Alemania o sancionar a una potencia nuclear como Rusia? Si lo creen así están totalmente engañados y seguramente ese engaño sirve a los propósitos estratégicos de EEUU.

© Escrito por Héctor Casavieja Píriz y publicado el sábado 03/11/2018 por Red Filosófica del Uruguay de la Ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay.

Pero antes de considerar nuestra situación veamos lo que ocurrió con África. Todos sabemos que los gobiernos africanos fueron levantados y depuestos según antojos de las potencias occidentales desde siempre, por lo menos hasta el ciclo de las “independencias” programadas en todo el continente que ocurrieron casi simultáneamente en los años 60. Es decir, es indudable en el caso africano que la política de casi todos sus estados es manipulada desde el exterior, incluyendo la política de los estados del norte de África cuyos gobiernos están siendo utilizados hoy día como un arma contra los propios africanos en su intento de migrar a Europa.

Y ahora regresemos al caso latinoamericano. ¿Acaso podemos pensar que la historia de América Latina no se encuentra tan manipulada por las potencias occidentales como la de África? Sería imposible sostener que la destrucción sistemática de los gobiernos nacionalistas latinoamericanos de los años 50 y 60 fue simultánea por otro motivo que no sea que el destructor de todos ellos fue, sin duda, EEUU.


También sería imposible sostener que todas las dictaduras militares que se dieron en la región en los años 70, fueron simultáneas por pura casualidad porque bien sabemos que EEUU, a través de esquemas en los que la CIA fue una fundamental herramienta, usó a los ejércitos de los propios países latinoamericanos en su campaña contra la influencia del comunismo soviético y cualquier cosa que se le pareciera, mediante la práctica del terrorismo de estado, mediante la cual se exterminaron decenas de miles de personas por mecanismos tan feroces como la desaparición forzada.

Y fue el retroceso de esa política estadounidense, justamente, lo que permitió que de ese proceso de instalación de autoritarismo militar digitado se pasara en primer lugar a democracias con un sesgo neoliberal totalmente agradable a los ojos de nuestro gran hermano, también simultáneamente en todo el continente. Pero luego, y bien sabemos esto, EEUU concentró sus esfuerzos militares, políticos, económicos y de inteligencia en una campaña en el mundo árabe que duró hasta hoy día, una costosa y larga campaña iniciada allá por el año 2000, aproximadamente, y que tenía como principal objetivo desestabilizar la región sobre todo en países que fueron en el pasado aliados de la Unión Soviética como Libia, Siria, Irán, Irak, Afganistán.


Probablemente esta maniobra fuera al mismo tiempo el producto de la creencia en las alturas del poder estadounidense de que ya no había ningún obstáculo para políticas agresivas de cualquier tipo a partir de la caída de la URSS, algo que sin duda también se reflejó en la intervención de EEUU para desmembrar a Yugoslavia, en el avance de la OTAN hacia el este de Europa, y la introducción de un gobierno pro-occidental en Ucrania, así como en Georgia.

Pero esa zona de avance geopolítico de EEUU se ha enfriado últimamente a causa de la reconstrucción de las capacidades militares y económicas rusas, demostradas en su contención de la desintegración del gobierno pro ruso de Assad, en su creciente influencia sobre Turquía, en su apoyo tácito a Irán, en el aumento de los lazos geoestratégicos entre Rusia y Alemania y la alianza de tremenda profundidad y dimensión Rusia-China.

Lo que ocurrió mientras EEUU se distraía con sus grandes avances geopolíticos en Medio Oriente y el Este de Europa, es que bajo cuerda en América Latina se fueron creando algunos gobiernos claramente anti-estadounidenses como el de Venezuela, Ecuador, Nicaragua o Bolivia, y otros moderadamente nacionalistas o progresistas en sus políticas, como el de Brasil con Lula da Silva o el del Frente Amplio en Uruguay. Si miramos el mapa veremos que ese proceso nació básicamente hacia el año 2000, justo un poco antes de que EEUU iniciara su feroz campaña en el Medio Oriente y cuando todavía estaba más que ocupado en hacer avanzar a la OTAN hacia las fronteras de Rusia. 

Pero EEUU ya no está tan distraído en aquellas actividades por el simple hecho de que su avance se encuentra estancado por el contraataque geopolítico de Rusia y China en toda Eurasia e incluso en África. Y lo peor es que China, que todavía sigue siendo una potencia comunista que solo enfrió estratégicamente su conflicto con EEUU por un período corto de tiempo, ha hecho grandes avances para enlazar a África y a Latinoamérica a su poder económico de crecimiento imparable, lo cual tiene que resultar absolutamente preocupante para EEUU.

Y este es el momento en que debemos sacar las apropiadas conclusiones sobre el paso de un mapa naranja a un mapa azul: EEUU ha decidido no distraer más sus intereses en América Latina, y está interviniendo fuertemente para que se produzca este cambio de color en el mapa latinoamericano, de nuevo en simultáneo, como reflejo de su acción geopolítica total sobre este pobre continente que por el momento es incapaz tanto de unificarse, como de autodeterminarse frente al intervencionismo del hermano norteño.


Es EEUU el que está digitando en este momento con fuerza demoledora el avance del poder conservador favorable a sus políticas regionales en toda Latinoamérica, no solo poniendo bajo presión económica feroz a Nicaragua y Venezuela y manteniendo, por supuesto, la que ya tiene 50 años de historia sobre Cuba, sino usando los sistemas judiciales manipulables, la nostalgia de los militares por el pasado dictatorial, la cooperación de partidos políticos locales, su control corporativo sobre los medios de comunicación y sobre las redes sociales que usan los latinoamericanos, etc. 

Latinoamérica, como desde hace décadas, vuelve a ser encarrilada según los mandatos de su hermano intervencionista con engendros como Macri y Bolsonaro como piezas fundamentales de su ajedrez regional. Y es muy difícil que algo lo impida excepto una toma de conciencia sobre el intervencionismo estadounidense que parece muy lejos de concretarse dada la escasa criticidad y la perpetua distracción en asuntos locales que caracteriza el pensamiento político de los latinoamericanos.

Breve nota final:


Resta decir que en el cambio de color del mapa latinoamericano son Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Uruguay los que aparentemente aún no han sufrido el proceso. Pero son casos muy distintos, sin duda. Venezuela es un enclave fuerte de los intereses de China y Rusia, que la están apoyando militar y económicamente desde la época de Chávez. Nicaragua tiene una vieja tradición antiestadounidense debida al sandinismo y también tiene cierto apoyo de China y Rusia, lo que la hace un hueso duro de roer para EEUU a pesar de su pequeñez.

En ambos casos la intervención militar directa escandalosa ha sido sustituida por la intervención indirecta mediante el agenciamiento de fuerzas internas poderosas y bien financiadas y por el bloqueo y el sabotaje económico. Con respecto a Bolivia, el gobierno boliviano ha tenido la temprana idea de expulsar todas las organizaciones no gubernamentales relacionadas con EEUU impidiendo la infiltración de inteligencia y se apoya, además, en una identidad indígena muy fuerte, muy nacionalista y que puesta a prueba, puede llegar a ser muy resistente.

Y finalmente nos queda considerar el caso de Uruguay, un caso muy especial, porque sin duda Uruguay, dada su total debilidad geopolítica, ha optado por mantener relaciones lo más amistosas posibles con EEUU (recordemos la recepción de prisioneros de Guantánamo en tiempos de Mujica, o las relaciones muy amistosas entre este y la embajadora de aquel país) al tiempo que liga cada vez más su economía a China, que constituye hoy día su principal comprador. La fortuna de Uruguay consiste, quizás, en que no tiene prácticamente importancia para EEUU y el discurso oficial uruguayo es sumamente apacible y silencioso cuando se trata de criticar las políticas estadounidenses en Latinoamérica o en el mundo.

La izquierda gobernante en Uruguay ha optado, por lo que se ve, por un pragmatismo de sobrevivencia frente a un poder que podría borrarla de un plumazo al primer pronunciamiento equivocado. Sin embargo, no es una izquierda como la de Bachelet en Chile, que de izquierda solo ha tenido el nombre ya que ha aplicado políticas neoliberales siempre y además, ha mantenido el eje Chile-E.E.U.U. sin cambio alguno.



domingo, 27 de mayo de 2018

La libertad de información y de prensa en 2018 en una gran infografía... @dealgunamanera...

El estatus de la libertad de información en 2018.
La libertad de información y de prensa en 2018 en una gran infografía.


Para hablar de Libertad de Prensa y de información en 2018, sólo hay que asomar un poco la vista al retrovisor para recordar cuán peligroso es ser un reportero.

© Escrito por Andrés Tovar y Luis Roberto Martínez el martes 22/05/2018 y publicado por la Revista Cambio 16 de la ciudad de Madrid, España.  


Los recientes horrores que asesinaron a nueve periodistas en AfganistánEl asesinato de tres periodistas ecuatorianos en la frontera con Colombia. Los once periodistas que perdieron la vida en México tan sólo en el 2017. Los excesos autoritarios y el control de la información en Venezuela y Cuba. Los encarcelamientos en Turquía. Y la creciente violencia verbal contra la prensa presente en los cinco continentes, desde Filipinas a Estados Unidos. Todo parece configurar un obituario con más retos que celebraciones.

El libre ejercicio del periodismo está seriamente comprometido en muchos países. Por ende, la situación de la Libertad de Prensa 2018 presenta importantes retos a mejorar. “Cada vez más jefes de Estado electos democráticamente ven a la prensa como un adversario”, advirtió Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su Ranking Mundial de la Libertad de Prensa 2018, presentado el mes pasado.

Los problemas de la libertad de prensa

Los problemas de libertad de prensa no se limitan a una región o tipo de gobierno. Países como Reino Unido y Estados Unidos cayeron dos niveles en el ranking. El Reino Unido cayó al número 40, mientras que Estados Unidos se hundió a 45. Por ende los coloca detrás de lugares como Ghana, Eslovaquia y Uruguay.

América Latina, por su parte, es el triste escenario de algunos de los casos más alarmantes a nivel mundial en términos de libertad de prensa. Según la clasificación de RSF, países como Colombia (130), Venezuela (143), México (147) y Cuba (172) se encuentran hacia el fondo de la tabla global. Y nada más en esta región está el país más mortífero para los periodistas (México) y dos de los países más represivos en cuando a la libertad y acceso a la información se refiere (Cuba y Venezuela).

Y si extendemos la mirada de forma más amplia, la situación en el Medio OrienteTurquía –el peor carcelero de periodistas del mundo, con 73 reporteros actualmente encerrados de 262 que estuvieron tras las rejas en 2017-, Siria, Gaza o Afganistán nos muestran escenarios de terror para la profesión.

¿Qué no hay nada que celebrar?

Hay mucho de qué preocuparse sobre el clima actual de la libertad de prensa. Pero los medios no han dejado de ser combativos y eso le proporciona a nuestro mundo una gran esperanza. Las “nuevas armas” lo han permitido. Un mayor conocimiento de la tecnología. Nuevas formas creativas de contar historias y una tenacidad y valentía que no se aprende en las escuelas forma parte de esta nueva generación de periodistas en los cinco continentes.

Por ello, pesar de los horrores en Oriente Medio. De la situación crítica en Latinoamérica y de una censura cada vez más estricta en todo el mundo, estamos convencidos que los periodistas de todo el mundo continuarán recogiendo sus equipos, saliendo y cubriendo las historias importantes. Incluso si eso significa que ellos mismos podrían convertirse en objetivos. Ya hay muchas pruebas de ello. 




sábado, 23 de enero de 2016

Foro de Davos 2016... @dealgunamanera...

El negro panorama para el empleo que pronostica el Foro de Davos…


Al menos 7 millones de empleos pueden perderse en los próximos cinco años por las transformaciones que la Economía mundial va a padecer y que el Foro Económico Mundial denomina “cuarta revolución industrial”.

© Publicado el miércoles 20/01/2016 por la Revista Cambio 16 de la Ciudad de Madrid, España.

Este miércoles comienza el Foro de Davos y sus investigadores han presentado un informe en el que se analizan las transformaciones que la economía mundial y el mercado de trabajo padecerán en el próximo lustro.

El estudio afirma que a causa de la automatización se perderán el mundo unos siete millones de empleos “de oficina”. El estudio predice el desarrollo en las áreas de inteligencia artificial, robótica, nanotecnología e impresión 3D.

Esta transformación provocará que algunos empleos sean superfluos e innecesarios, pero al mismo tiempo abrirá la oportunidad a otra gama de empleos. Es por ello que los economistas que firman el estudio advierten que esta pérdida se compensará con la creación de otros 2 millones de nuevos empleos en las áreas de computación, ingeniería, arquitectura y matemática, aunque cinco millones de empleos se perderán para siempre.

La entidad basa su análisis en decenas de entrevistas a directores de recursos humanos de una quincena de países que cuentan con el 65% del mercado laboral mundial. “Sin una acción urgente y específica para organizar la transición y contar con trabajadores con la formación necesaria, los gobiernos tendrán que lidiar con más desempleo y más desigualdad”, indicó, citado en el comunicado, Klaus Schwab, director del Foro.

La pérdida de empleos afectará casi a la par a mujeres (48%) y a hombres (52%). Sin embargo, un análisis más específico muestra que por cada cinco empleos perdidos para las mujeres, sólo se creará uno para ellas. Mientras que por cada tres empleos perdidos, los hombres obtendrán uno, subraya el estudio.

El Foro, en alerta

Más de 40 jefes de Estado y de Gobierno han empezado a llegar a la localidad de Davos, en los Alpes suizos, para participar en la 46 edición del Foro Económico Mundial, marcado por medidas de seguridad mayores que en años anteriores ante la amenaza terrorista.

La crisis de los refugiados, las tendencias migratorias y la amenaza terrorista, por una parte; y la economía mundial, de la otra, son los ejes principales del extenso programa de los cuatro días de reuniones.

Esta cita anual es considerada única en su género al hacer posible que durante cuatro días coincidan jefes de Estado, ministros y otras autoridades de más de cien países con 1.500 magnates y ejecutivos de las compañías más importantes de 25 sectores e industrias.

Los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, de Colombia, Juan Manuel Santos, de México, Enrique Peña Nieto, y de Perú, Ollanta Humala, entre otros, asisten a la cita, en la que además participará, por ejemplo, el ministro brasileño de Hacienda, Nelson Barbosa, o la directora del FMI, Christine Lagarde.

El Foro de Davos ofrece así una tribuna sin igual tanto para hacer llegar mensajes políticos a una audiencia mundial, como para que los gobiernos expongan en reuniones privadas con inversores los atractivos de sus países.

El inicio de las reuniones, que se prolongarán hasta el próximo día 23, ha sido precedido por la divulgación por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) de datos claves que confirman que la economía mundial crecerá menos de los esperado, 3,4 %, en lugar del 3,6% previsto anteriormente.

Los pronósticos del FMI apuntan además a que la recesión se prolongará en Latinoamérica por segundo año consecutivo en 2016, con una contracción estimada del 0,3 %, debido a la profunda recesión de Brasil, cuya economía caerá un 3,5 % este año.

Por el contrario, el Fondo revisó al alza las previsiones de crecimiento para España, hasta un 2,7% en 2016 y un 2,3% en 2017, dos y una décima más, respectivamente, a pesar de una incertidumbre política que el organismo espera ver “pronto” resuelta.

El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, y los presidentes del Santander, Ana botín, y el BBVA, Francisco González, son algunos de los asistentes españoles más destacados en el foro.

Los datos del Fondo coinciden con la que ha hecho China de su propia economía, al revelar que creció un 6,9% en 2015, la tasa más baja de crecimiento en 25 años, una noticia que de inmediato ha enfriado aún más a los inversores.

La situación de China, la segunda economía del mundo tras la estadounidense, y su impacto a escala global serán motivo de debates diarios durante el Foro, donde el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, hará previsiones para la Eurozona.

La evolución el sector energético, la posibilidad de prevenir futuros shocks económicos, la transformación de las finanzas, los cambios que sigue imponiendo la revolución tecnológica y la expansión de internet y las perspectivas de las economías emergentes, serán otros temas que se propondrán al selecto público del Foro Económico Mundial.







domingo, 7 de septiembre de 2014

Default moral… De Alguna Manera...


Default moral…


Todos los economistas de los candidatos de la oposición pronostican que llegaremos a diciembre de 2015 sin ninguna disrupción traumática del orden social, con la macroeconomía enclenque pero entera, para luego, en 2016, pegar un gran salto de prosperidad a partir de la llegada del próximo gobierno, o sea, ellos.

Se parecen a esos presidentes de las cámaras de inmobiliarias (o casi cualquier actividad) que siempre dicen que la propiedad no cae porque decirlo sería contribuir a aumentar la caída. Y ningún candidato quiere que haya un terremoto económico en los meses finales del kirchnerismo, porque parte del costo de los platos rotos también lo pagaría el gobierno que venga.

Pero la situación es mucho más complicada de lo que dicen públicamente (desde esta columna se la bautizó como “un 2002 en cuotas”). Porque el kirchnerismo ya se convirtió en parte del problema de la crisis económica, y aunque mañana tomase medidas acertadas, como deberían ser, contrarias a su prédica de años, no sería un creíble implementador. A lo que agrega una de sus peores herencias de 12 años: la profundización del embrutecimiento económico de la sociedad, confundida con prejuicios, mitos, ideas obsoletas o mundialmente probadas como falsas, que la frustración de 2002 hizo necesarias para rescatar un mínimo de autoestima colectiva pero que el kirchnerismo, en lugar de repararlas, las aprovechó para profundizar su oscurantismo.

El problema venía de antes porque a una crisis como la de 2002 no se llega simplemente por un error de cálculo económico. Las “tormentas perfectas” (bajo precio de las commodities, revalorización del dólar, crisis financiera internacional, etc.) son siempre los disparadores de los desenlaces de una acumulación previa de “errores de cálculo” que hablan más de deficiencias del carácter de los actores que de su capacidad matemática.

Y lo mismo podría decirse de la crisis de 1989, cuando el colapso no fue por una megadevaluación con default de deuda, como en 2002, sino por una hiperinflación, otra forma de default con los acreedores internos. El recuerdo de Alfonsín habría estado presente en el reciente diálogo que le adjudican a Cristina Kirchner con Kicillof: “Ahora viene lo peor, tenés que estar al frente de cada batalla. De candidaturas hablaremos el año que viene. Lo principal es frenar a los loquitos que nos quieren fuera del gobierno antes de tiempo...  ¡Les quiero demostrar que no soy Alfonsín!” (ojalá lo fuera en tantos otros aspectos, más allá de los desaciertos económicos del ex presidente).

Pero que nuevamente, cada 13 años, se repita un terremoto económico, y tras las experiencias de 1989 y 2002 se prevea un 2015 cataclísmico habla de un default moral que trasciende lo económico.

Argentina no es un país pobre, tampoco es un país con más injusticia social que todos los países emergentes y cualquier otro de Latinoamérica, ¿entonces por qué tenemos crónicamente conmociones socioeconómicas como las que se sucedían en Africa o Asia Central?

La respuesta tiene una sola palabra: administración. Malgastamos nuestros recursos, los administramos mal. Macri viene sosteniendo que el problema es que siempre gobiernan los mismos, refiriéndose a los peronistas, aunque tácitamente estaría incluido el radicalismo en la misma crítica. 

El kirchnerismo tiene una tesis parecida sobre la decadencia argentina y la atribuye a que siempre son los mismos los que tienen el poder (le asignan a Zannini decir: 

“Hasta ahora sólo llegamos al gobierno, no tenemos el poder”). 

Desde esa perspectiva, que Macri fuera presidente podría significar solamente que no gobernara un representante de peronismo pero que el poder siguieran teniéndolo los mismos. Un ejemplo sería que el PRO –correctamente– comenzó a cobrarle el impuesto a los ingresos brutos a Netflix, Spotify o iTunes pero no a los casinos de Cristóbal López, y cuando la Corte Suprema iba a fallar en contra del casino de Puerto Madero, un apurado acuerdo entre el Gobierno de la Ciudad y el de la Nación salió a salvar a López para que la Corte no lo condenara.

Claramente algo no cambia en la Argentina, sin importar quién gobierne. Probablemente no se trate de un partido, de una corporación –como los sindicatos– siempre controlada por el peronismo o de un grupo de poderes fácticos. Lo que no cambia es la cultura que da lugar al tipo de partidos, de corporaciones y de poderes fácticos que construimos.

En Brasil, sin Eva Perón, una mujer que de adolescente fue empleada doméstica como Marina Silva puede llegar a presidente, y ya lo hizo un obrero como Lula. Algo intuía Moyano cuando, siendo aliado de los Kirchner, decía que a la Argentina le faltaba un presidente obrero y Cristina Kirchner le respondía diciendo que ella también era una trabajadora. Algo falso ahí había. Menem, Kirchner, Scioli (discípulo de Menem), Massa (originado en la Ucedé): ¿qué hay de auténticamente obrero en esa representación? La misma sospecha les cabe al Partido Obrero (PO) y al Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) –dilemas de Berni en la Panamericana–, cuya mayoría de sus bases proviene de los estudiantes más que de las fábricas.

Vender optimismo (o, por lo menos, no vender pesimismo) es la consigna de los candidatos y sus economistas. El positivismo sciolista convertido en himno universal es la táctica de campaña electoral económica. Pero el año y tres meses que falta hasta diciembre de 2015 será una eternidad y obligará a los candidatos y sus economistas a cambiar ese discurso.

Así como previo a 2002 la convertibilidad, al superar la crisis del Tequila en 1995, hizo más fundamentalistas a sus creyentes, el actual modelo de inclusión social con matriz diversificada, al superar la llamada crisis de las hipotecas de 2009, hace creer a los economistas K que imprimiendo más papel moneda, haciendo que el Estado intervenga más en la economía, podrán cruzar el 2015. Con esa receta lo más probable es que agudicen la crisis.

Parece que los gobernadores peronistas están comenzando a darse cuenta de que les quedan por pagar tres medios aguinaldos y 15 meses de sueldo hasta diciembre de 2015. Y que son altas las posibilidades de perder la marca “PJ garante de gobernabilidad”

Otro de los mitos que precisamos inventarnos.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el Domingo 07/09/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



lunes, 14 de julio de 2014

Brasil, Argentina te dice qué se siente... De Alguna Manera...

Brasil, Argentina te dice qué se siente...


La voluntad política de forzar lazos en Latinoamérica no alcanza a salvar lo que el deporte separa. Los "irmãos" quedarán en la historia como los Judas del subcampeón.

Argentina perdió la Final, esa misma a la que no llegaba desde hacía 24 años. Y repitió la historia, como hace 24 años: logró un subcampeonato, sin la cuota de suerte que necesitan los campeones, con un efímero error en defensa que fue su verdugo, y con un árbitro que nos recuerda al nefasto Codesal. Pero llegó, se lleva el trofeo al mejor jugador de la Copa, y una medalla que no está tan buena, pero es una medalla.
Argentina puede decir qué se siente, Brasil. Terminado el partido,la hinchada se quedó en las calles argentinas y en Copacabana, llorando y cantando por los jugadores que quebraron la maldición de los cuartos de final y que hoy reciben una ovación en el Maracaná. No levantaron la Copa, pero la vieron cerca. Acaso mucho más cerca que la verdeamarelha que los llevó a la histórica humillación del 1-7.
En su magra campaña mundialista, Brasil tuvo cuatro victorias: Croacia, 3-1; Camerún (4-1) y Colombia (2-1) y Chile (1-1, y penales). Con México empató. El fin llegó con los de Löw y el Mineirazo. Los de Scolari padecieron la mayor goleada de su historia. Incluso peor que el 6-0 con el que cayeron ante Uruguay. Fue en Chile; no eran ni locales.
Por el contrario, previo a la final, Argentina ganó todos sus encuentros: Bosnia, 2-1; Irán, 1-0; Nigeria, 3-2; Suiza, 1-0; Bélgica, 1-0. Con Holanda, definió un 4-2 en penales.
Ya fuera de la Copa, el temor se volvió celeste y blanco. El apoyo de los irmãos fue para Bélgica, primero, y Holanda, después. Lejos de los intentos de regionalización comercial y política, y la insistencia de los líderes latinoamericanos en hablar de la Patria Grande, el brasileño medio mutó en un mezquino mercenario. Deleznó a su Selección, tildó al DT de “viejo imbécil”, secó sus lágrimas por Neymar y lo aplastó luego de que confesara que prefería una Argentina campeona. Hizo filas en las tiendas comerciales para conseguir camisetas alemanas y modificó su bandera, que tomó los colores germanos. Y ahora, en un resentido “fan fest”, no celebra la victoria germana, sino la derrota argentina.
Como él, los medios, que llamaban a sus lectores a apoyar a Alemania y, por estas horas, preguntan a Argentina qué se sienteLa Final se siente, Brasil. Y, aun en la derrota, Argentina te lo dice.
© Escrito por Ursula Ures Poreda el Domingo 13/07/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.