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domingo, 6 de mayo de 2018

¿Te va, Papu?... @dealgunamanera...

¿Te va, Papu?...

Como el General. Salir al balcón y anunciar un cambio que conmocionará. Fotografía: CEDOC

Papu querido, ahora que apagaste con la saliva de un solo discurso las llamas del infierno, ¿por qué no la hacés completa y decís, urbi et orbi, que amarse los unos a los otros, transar, coger, hacer el amor, en cualquier idioma y posición es divino?

© Escrito por Carlos Ares el sábado 05/05/2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Papu querido, ahora que apagaste con la saliva de un solo discurso las llamas del infierno, ¿por qué no la hacés completa y decís, urbi et orbi, que amarse los unos a los otros, transar, coger, hacer el amor, en cualquier idioma y posición es divino? Firmás una bula y en los bulos, los conventos, las capillas y los confesionarios blanquean “secretarias/os”, “amigas/os”, “sobrinas/os”, y baldean con buena leche la sucia culpa que los consume desde que se masturbaban en los sótanos de la Inquisición.

Papu, imaginate, vos saliendo al balcón como el General –te gusta esa, ¿eh?– un domingo de primavera, saludando a uno y otro lado de la plaza, acallando a la multitud que grita “y pegue/ papu/ pegue”. De pronto se hace un silencio expectante y entonces, con los huevos llenos de bancar y justificar tanto verso repetido durante 2 mil años, gritás: “¡Acabemos de una vez! Desde hoy deja de ser pecado desearse y tener sexo consentido por las partes, en todas sus formas y variedades, siempre con forro y entre mayores de 18 años. ¡Al que toque a un menor lo crucifico yo con mis propias manos!”

Y ahí, Papu, al ver que la multitud explota y se arma el pogo más grande del mundo, con Los Redondos tocando en el balcón contiguo reunidos de milagro, intervenís nuevamente y le rogás a ese oleaje de cabecitas apiñadas que se retire con calma. Siempre habrá tiempo y lugar disponibles en el mar, las pelopinchos, en telos, dormitorios, cocinas, baños, carpas, médanos y matorrales.

Desarmás el mundo, Papu. Les partís la cabeza de un mazazo a los fieles para que puedan ver, con pasión de entomólogos, que insectos, infectos mensajes y mandatos, les dejaron su baba de sumisión y miedos. Ya sabemos que todo fue siempre por guita y poder. Controlar la vida ajena, decirles a los demás qué está bien y qué no, qué pueden y qué no, condenar a ese infierno que ya no existe en nombre de un supuesto dios bueno que castiga con crueldad a quienes no obedecen, permite acumular guita y depositar culpas afuera en beneficios de ellos, los “pobres boludos bienaventurados” que disfrutarán del reino de los cielos mientras los que mandan y deciden “cargan con la cruz” y los bolsos, y se quedan con todo acá en la Tierra.

Papu, estás grande ya, despedite con un gran “lío”. Uno groso. Un quilombo que te vuelva eterno en el alma de los pueblos. Mandá en cana a todos los cardenales, sacerdotes y curas pedófilos del mundo. Proclamá el “Nunca más” de la Iglesia. Prometé que no los van a ocultar bajo alguna pollera superior, ni a trasladar o encubrir. Nombralos uno por uno para que no queden dudas. Grassi, Julio César, Argentina. Ilarraz, Justo José, Argentina, y así con los 65 acusados que ahora están en la lista. Comenzá por los de acá para que los chilenos no crean que tenés algo contra ellos. En la última visita te hiciste el sotana con uno al que vos mismo tendrías que haber esposado y entregado para que lo condenaran a perpetua.

Y ya que la vas a hacer, Papu, hacela completa. Antes de que la gente se raje de la plaza para gozar como se debe, los cardenales festejen arrojando al aire su roquete, los guardias suizos se den besos en la boca, las monjas se suelten el pelo y se desvistan para lucir sus cuerpos al sol en ropa interior, mandale un mensaje a los tenebrosos de acá, los obispos que viven del Estado, el Opus Dei, los que lucran con la educación y subsidios de guita pública, universidades y colegios católicos. A todos ellos les tirás una que les ponga un límite. Algo así como: “Muchachos, ya perdimos con el divorcio, con el matrimonio igualitario, aborten ahora esos discursos sobre la despenalización, atrasan años. Es más importante hacer lobby para impedir que se reforme la Constitución y conservar los privilegios que todavía tenemos”.

Es todo, Papu. Perdoná el trato y el abuso de confianza. Salió así. Estaba tomando unos mates y de pronto me dije: ¿por qué no? En una de esas te va. “Rezo por vos”, en versión Charly y el Flaco Spinetta.





La siguiente lista –reconstruida por Télam– revela los nombres, cargos y estado de las causas en la Justicia penal y eclesiástica de los religiosos denunciados por abusos desde 2002. Se incluyen los casos que nunca llegaron a la Justicia, los aún investigados, los que tuvieron condena y aquellos que fueron sobreseídos.


1- Luis Anguita. Denunciado y sobreseído en 2004 por violar a una chica de 13 años. Se desempeñaba en el Colegio Franciscano Tierra Santa de la Ciudad de Buenos Aires. Sin condena.

2- Luis Alberto Brizzio. Acusado de haber abusado de un joven de 16 años en Santa Fe. La Congregación para la Doctrina de la Fe dictaminó que al producirse los hechos el denunciante era mayor de edad y descartó el delito. No hubo denuncia judicial.

3- Padre Walter Eduardo Avanzini. En 1998 un programa de TV mostró cómo pagaba para tener sexo con niños y adolescentes en una plaza de Córdoba. No fue investigado.

4- Miguel Cacciuto. Acusado en 2009 de abuso en un jardín de infantes en Villa Gesell, Buenos Aires. Actual párroco de la Sagrada Familia de Mar del Plata. No fue condenado.

5- Ladislao Chomin. Condenado en 2012 a 4 años de prisión por abuso sexual de una niña en Misiones. Cumplió prisión domiciliaria.

6- Nicolás Corradi. Con prisión domiciliaria por abuso de menores en el Instituto para chicos sordos e hipoacúsicos Próvolo de Mendoza. Acumula denuncias por abuso en Italia y en el Próvolo de La Plata. No fue condenado.

7- Alessandro De Rossi. Acusado de abuso a niños entre 2008 y 2013, cuando era párroco en un templo de Salta capital. Detenido en Roma en 2014, se negó la extradición por falta de pruebas y fue liberado seis meses después.

8- Fray Diego. Denunciado penalmente en 2008 por abuso sexual contra un adolescente de 15 años en Buenos Aires. No fue investigado.

9- Juan Diego Escobar Gaviria. Elevarán a juicio oral la causa que lo investiga por abuso sexual de al menos cuatro menores en Entre Ríos. En 2016 fue detenido en la Unidad Penal Nº 5 de Victoria.

10- Atilio Jesús Garay. Acusado de violar reiteradamente a una chica en 2004 en Los Ángeles, Estados Unidos. Fue candidato a intendente de General Campos, Entre Ríos. No fue investigado ni condenado.

11- Daniel Giménez. Denunciado en marzo de 2011 por abusar de una adolescente en Formosa. Se abrió una causa judicial. No fue condenado.

12- Padre Ricardo Giménez. Denunciado en 2013 por Julieta Añazco, por abuso reiterado en La Plata. No fue llamado a declarar.

13- Hermano Isaac Gómez. Condenado a 11 años de prisión por el Tribunal Oral y Criminal N° 4 de Mercedes, Buenos Aires, por el abuso sexual agravado de un menor.

14- Giovanni Granuzzo. Forma parte de la causa Próvolo de Mendoza, donde se abusó de chicos sordos e hipoacúsicos. También fue denunciado por abuso en Verona, Italia y La Plata junto con Nicolás Corradi, Luigi Spinelli y Eliseo Primati. Aún no fue condenado.

15- Padre Justo José Ilarraz. Se le inició investigación canónica por abusos contra al menos medio centenar de niños de entre 10 y 14 años en el Seminario Arquidiocesano "Nuestra Señora del Cenáculo" de Paraná, Entre Ríos, entre 1984 y 1992. El juicio oral comenzará en agosto próximo.

16- Padre Virginio Juan Isottón. Detenido en julio de 1999 por "abuso deshonesto" de niñas en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en Cañuelas, Buenos Aires. Lo declararon inocente en octubre de 2011.

17- Jorge Luis Morello. Denunciado por Iván González, seminarista de 19 años de Guaymallén, Mendoza. En 2012 se inició una demanda civil contra el arzobispado (José María Arancibia y Sergio Buenanueva) por ocultar información y tuvieron que pagar una indemnización. El arzobispado argumentó que la relación "había sido consentida". No fue condenado.

18- Albano Mattioli, ex directivo del Próvolo de La Plata. Llegó a la Argentina en 1965 desde el Próvolo de Verona, Italia, tras ser denunciado por abusos. Murió en 2013 a los 93 años en Italia y nunca fue investigado.

19- José Antonio Mercau. El papa Francisco decretó el cese de su condición sacerdotal. En 2011 fue condenado a 14 años por "abuso y sometimiento sexual agravado" en perjuicio de cinco chicos en un hogar del Tigre, Buenos Aires. Fue excarcelado el 18 de marzo de 2014.

20- Reinaldo Narvais. Acusado por acoso sexual y abuso de poder por integrantes de la parroquia Nuestra Señora de Pompeya, de Rosario. El Vaticano abrió un juicio, no dio por probado el abuso y fue declarado inocente.

21- Domingo Pacheco. Condenado en febrero último a 13 años de prisión por abusar del menor Osvaldo Ramírez en Corrientes. Sigue libre hasta que la sentencia quede firme.

22- Rubén Pardo. Acusado por violar a un chico de 14 años en 2002 en Quilmes, Buenos Aires. Murió en 2005. Nunca fue juzgado, pero la Justicia condenó al obispado local por encubrimiento y lo obligó a pagar una indemnización.

23- Héctor Pared. Condenado en marzo de 2003 a 24 años de prisión por abuso sexual en un hogar de Florencio Varela, Buenos Aires. Murió en septiembre de ese año.

24- Martín Paz. Separado de sus funciones eclesiásticas en mayo de 2003 por el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, por abusar en Catamarca de una chica de 17 años que quedó embarazada. Hubo denuncia penal pero no fue investigado.

25- Luis Pezzolo. Detenido en septiembre de 2003 por abuso sexual en el hogar Obra de Don Bosco de Bernal, Buenos Aires. Estuvo cinco años con prisión domiciliaria. Se espera el juicio público.

26- Fernando Enrique Picciochi. Condenado en 2012 a 12 años de cárcel por abusar sexualmente de al menos cinco niños. Sebastián Cuattromo, quien iba al colegio Marianista de Caballito, Buenos Aires, lo denunció en 2000. Está en libertad por el beneficio del 2×1 desde principios de 2016.

27- Monseñor Carlos Robledo. En octubre de 2012, el ex seminarista Alfredo Bazán lo denunció por el abuso de seis adolescentes en 1987. Murió en 2009 sin ser investigado.

28- Luis Sabarre. Denunciado en 2010 por abusar de una nena de 9 años en Mendoza. La Iglesia abrió una investigación y lo declaró inocente. Fue designado administrador parroquial del Colegio Nuestra Señora de Luján de Cuyo.

29- Padre Miguel Ángel Santurio. Condenado en 2013 en un juicio canónico por abuso en Misiones. Fue liberado por falta de pruebas.

30- Mario Napoleón Sasso. Condenado en 2007 a 17 años de prisión por haber abusado sexualmente de cinco niñas en 2002 y 2003, cuando era párroco de la capilla San Manuel en Pilar, Buenos Aires. En el juicio probaron el encubrimiento de dos sacerdotes colegas de Sasso, que fueron procesados.

31- Padre "Seryo", Instituto Vicente Pallotti, Turdera, Buenos Aires. Denunciado por abusar de alumnos de ese Instituto. No fue condenado.

32- Luis Eduardo Sierra. Condenado a ocho años de prisión en 2004 por abusar en 2000 y 2001 de tres monaguillos de entre 12 y 14 años del colegio Ave María de la Obra Don Orione, de la localidad bonaerense de Claypole. No se sabe si cumplió la condena. Se fue a Paraguay, donde también lo acusaron de abusos.

33- Luigi Spinelli, consejero en el Próvolo de Mendoza. También había sido denunciado en Verona, Italia. No se sabe dónde está.

34- Edgardo Storni. Ex arzobispo de Santa Fe. En 2009 fue condenado a ocho años por abusar de un seminarista. Pasó un poco más de un año en prisión domiciliaria porque tenía más de 70 años. En 2011, la Cámara Penal anuló el fallo. Murió al año siguiente.

35- Richard Suttle. Fue denunciado en 2008 por abuso sexual de menores entre 1982 y 1983 en la escuela primaria del Sagrado Corazón, en Prescott, Arizona, Estados Unidos. En 2013 llegó a Buenos Aires como integrante del equipo de los claretianos dedicado a las misiones de las Naciones Unidas. No fue investigado.

36- Carlos Urrutigoity. Denunciado por "conductas deshonestas" en un seminario en Buenos Aires y trasladado a los Estados Unidos. Por nuevas denuncias lo reubicaron en Paraguay. Actualmente en el Instituto del Verbo Encarnado, en San Rafael, Mendoza. No fue investigado.

37- Aníbal Valenzuela. En 2007 el obispo de Puerto Iguazú (Misiones), Marcelo Martorell, decidió suspenderlo como párroco por denuncias de abusos. Tuvo el apoyo del obispo Joaquín Piña y nunca fue investigado.

38- Padre Mario Yulán. Denunciado por abuso sexual en la parroquia San Juan Bautista, en Buenos Aires en 2007, en reemplazo de José Antonio Mercau. No fue condenado.

39- Cristian Vázquez. Ex sacerdote de la capilla Virgen del Carmen de Río Grande (Tierra del Fuego), imputado por abusar de una menor en 2012. No fue condenado.

40- Renato Rasguido. En marzo de 2014 fue denunciado por abusar de un adolescente de 15 años en Andalgalá, Catamarca. En 2015 la fiscal pidió su detención, aunque no se concretó. Espera el juicio en libertad.

41- Daniel Omar Acevedo. Un joven lo denunció como autor del abuso sexual que había sufrido cuando era niño y el 13 de noviembre de 2016 fue separado como cura de Ushuaia. No fue condenado.

42- Juan de Dios Gutiérrez. Denunciado en abril de 2015 por abusar de una chica de 16 años en Belén, Catamarca. Aún no fue condenado.

43- Agustín Rosa, Salta. Detenido con prisión preventiva. La causa será elevada a juicio oral. Fue denunciado por dos ex novicios. Tiene 25 denuncias canónicas por abuso, corrupción y enriquecimiento ilícito.

44- Nicolás Osvaldo Parma Vega. Denunciado por abuso sexual pero aún no fue investigado. Pertenece a la congregación del sacerdote Agustín Rosa.

45- Cristian Gramlich. Expulsado del estado clerical. No hubo investigación judicial. Las denuncias por abuso en su contra habían empezado en 1998 en el colegio Carmen Arriola de Marín de San Isidro, Buenos Aires.

46- Marcelino Moya. Denunciado en 2015, está a punto de ir a juicio oral. Cometió abusos contra menores que eran monaguillos entre 1994 y 1997 en la Parroquia Santa Rosa de Lima, de Entre Ríos.

47- Eliseo Primati. Cura del Instituto Próvolo de Mendoza. Tiene denuncias por abusos también en Italia. Aún no fue investigado.

48- Finnlugh Mac Conastair. Denunciado por abusos sexuales en el Colegio Cardenal Newman de San Isidro, Buenos Aires. El caso más conocido fue el de Rufino Varela. Aún no fue investigado. Tanto el colegio como la Congregación de Hermanos Cristianos Región de América Latina pidieron recientemente "disculpas públicas" a "todos los abusados" en esa institución.

49- Félix Alejandro Martínez. En 2002 fue denunciado junto al profesor de educación física Fernando Melo Pacheco por el abuso sexual de chicos que asistían al jardín de infantes de la Escuela Nuestra Señora del Camino, de Mar del Plata. Recientemente ofició la misa por los 20 años del asesinato de José Luis Cabezas. No fue condenado.

50- Alejandro Squizziatto. Acusado de abusar de un niño en Mendoza en 2014. No fue investigado.

51- Raúl del Castillo. Denunciado en 2008 en Mendoza por abusar de un adolescente. Está en Paraguay, no fue condenado.

52- Carlos Richard Ibáñez Morino. Denunciado por abuso sexual de al menos diez jóvenes en Bell Ville, Córdoba, a principios de los 90. En 2004, la Corte Suprema paraguaya autorizó un proyecto para extraditarlo a la Argentina. No fue condenado.

53- Carlos Alberto Dorado, Santiago del Estero. Acusado por abuso, no fue investigado.

54- Monseñor Adolfo Uriona. En 2006 una joven lo denunció por haberla manoseado cuando era obispo de Añatuya, Santiago del Estero. Fue demorado por la policía. En 2014, el papa Francisco lo nombró obispo de Río Cuarto. Fue investigado y sobreseído en mayo de 2009.

55- Carlos Miguel Buela. Fundador del Verbo Encarnado, Mendoza. Acusado de violar a seminaristas de la congregación. El Vaticano admitió que era culpable de "inconductas sexuales". Lo trasladaron a una iglesia en Génova. No fue condenado.

56- Fernando Yáñez. Procesado por abusar de chicos de un hogar en San Rafael, Mendoza. No fue condenado.

57- Horacio Corbacho. Detenido en Mendoza por las denuncias de abuso a chicos sordos e hipoacúsicos en el Instituto Próvolo. No fue condenado.

58- Néstor Monzón. A punto de ir a juicio oral por el abuso de dos nenes de tres años en Reconquista, Santa Fe.

59- Bibiana Fleitas. En 2015, una ex novicia escribió un libro contando los abusos de la monja en el Colegio Santa Rosa de Viterbo de San Lorenzo, Santa Fe. Fue trasladada a Mendoza pero aún no fue investigada.

60- María Alicia Pacheco. Era colaboradora de otro cura abusador, Agustín Rosa. Detenida desde diciembre de 2016 por abuso reiterado de una nena de 13 años en Salta.

61- Monja Kosaka Kumiko, acusada de ayudar y encubrir a los sacerdotes que abusaban de los chicos del Próvolo de Mendoza. Es investigada y podría enfrentar una pena de entre 10 y 50 años de cárcel.

62- Padre Julio César Grassi. Condenado en 2009 a 15 años de prisión por abusar de un menor que vivía en la Fundación Felices los Niños, que él dirigía. La Corte Suprema confirmó la sentencia en marzo último. En abril, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón lo benefició con el 2×1 y le redujo dos años y medio la pena. La medida será apelada por los abogados querellantes.



lunes, 24 de abril de 2017

Galileo... @dealgunamanera...

Galileo…

Culpable. Esta semana la Corte Suprema ratificó su condena al cura Grassi. Foto: Scotellaro

¿Galileo? ¿A qué viene Galileo? Con las urgencias que hay, con la necesidad de opinar sobre cada cosa que pasa, con el quilombo diario que tenemos, ¿de qué se trata esto de Galileo?

© Escrito por Carlos Ares, periodista, el viernes 23/03/2017 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

¿Galileo? ¿A qué viene Galileo? Con las urgencias que hay, con la necesidad de opinar sobre cada cosa que pasa, con el quilombo diario que tenemos, ¿de qué se trata esto de Galileo? ¿Por qué? –pienso–, ¿de dónde? –me digo– ¿hace cuánto –me pregunto– que no releo el libro de Guillermo Boido? (Noticias del planeta Tierra. Galileo Galilei y la revolución científica, A-Z Editora, 1988). ¿Qué pasó, qué fue lo que me hizo recordar nuevamente la voz y la presencia imponente de Walter Santa Ana, ya casi ciego, sobre el escenario de la sala Casacuberta del Teatro General San Martín, haciendo el Galileo de Bertolt Brecht?

La escena. Roma, 1633. Galileo había demostrado la teoría heliocéntrica formulada por Copérnico –“la Tierra gira alrededor del sol”–, que refutaba a la geocéntrica sostenida hasta entonces por la Iglesia, basada en la Biblia. El Santo Oficio, tribunal de la Inquisición, influido por los enemigos de Galileo, entre ellos un jesuita de apellido Grassi, lo acusa de “introducir doctrinas heréticas” y presenta como prueba un documento fraguado. Bajo amenaza de tortura, Galileo confiesa. Zafa de la hoguera en la que, en 1600, habían incinerado a Giordano Bruno por motivos similares. Es condenado a “prisión perpetua” y a abjurar de sus ideas. Galileo se arrodilla: “(...) con corazón sincero y no fingida fe abjuro, maldigo y aborrezco los susodichos errores y herejías y en general cualquier otro error, herejía y secta contraria a la Santa Iglesia. Y juro que en el futuro no diré nunca más, ni afirmaré, por escrito o de palabra, cosas por las cuales se pueda tener de mí semejante sospecha, y que si conozco a algún herético o sospechoso de herejía, lo denunciaré a este Santo Oficio, o al inquisidor u ordinario del lugar donde me halle”.

¡Ay, cómo dolía –cómo duele todavía– esa escena! La congoja anudaba las gargantas y los sollozos aislados se apagaban bajo el peso del silencio, extendido como un poder sobrenatural, aterrador, sobre toda la sala. Galileo fue confinado a “prisión domiciliaria”. En esos últimos años, a pesar de su estado de salud y su ceguera, terminó de escribir las Consideraciones acerca de dos nuevas ciencias. Murió en 1642, a los 77 años.

Más de tres siglos tardó la Iglesia en reconocerlo. Recién en 1979, el papa Juan Pablo II tuvo a bien “conceder” a Galileo el mérito de haber formulado “normas importantes de carácter epistemológico que resultan indispensables para poner de acuerdo las Sagradas Escrituras con la ciencia”. La Iglesia sólo pide perdón a Dios, nunca a los hombres, por los crímenes que cometen sus miembros. Puede ser que la Tierra no sea el centro del universo, puede ser que algunos curas violen niños, puede ser que las dictaduras bendecidas por ellos torturen, asesinen, arrojen los cuerpos de sus víctimas al mar o los hagan “desaparecer”, puede ser que la mujer sirva para algo más que para el servicio como monja, pero eso no debe hacer dudar sobre las “sagradas escrituras”, ni la fe en la misericordia de Dios. Divina, la Iglesia.

Tal vez se debió a una asociación involuntaria. La Corte Suprema ratificó esta semana la condena al cura Julio César Grassi, uno de los tantos pederastas que la Iglesia todavía encubre. Pero no. Al menos, no fue sólo por eso. Cuando vuelvo a Galileo es, siempre, por un ahogo emocional, porque falta el aire libre, como aquella noche en que vi por primera vez la representación de la obra de Brecht en el San Martín.

Sé que se había apagado ya la patria panelista en la tele, también las redes sociales, que el silencio era un bálsamo en la madrugada. Que se relajaba ya la tensión de otro día intenso, colapsado por intereses contrapuestos en las calles, en los escritorios, en las aulas, en las cuevas mafiosas del Santo Oficio, donde se trama la acusación que nos obligue a arrodillarnos, a confesar, a reconocer que no se puede, que esto nunca va a cambiar y que hay que denunciar y delatar a todo aquel que se entusiasme y piense lo contrario. Y fue ahí, sí, que recordé al viejo Galileo, solo, en su casa, de cara a la noche y a las estrellas, murmurando: “Eppur si muove” (“Y sin embargo se mueve”).


martes, 21 de marzo de 2017

Padre Julio César Grasssi. 15 Años de Cárcel por Pedófilia... @dealgunamanera...

Julio César Grassi pedófilo: la Corte dejó firme la condena de 15 años de prisión…

El máximo Tribunal desestimó recursos de la defensa por inadmisibles.

La Corte Suprema desestimó por unanimidad los recursos presentados por el sacerdote Julio César Grassi en el caso de abuso de menores y confirmó la condena a 15 años de prisión. 

© Publicado el martes 21/03/2017 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

De este modo, el Máximo Tribunal convalidó la sentencia dictada por el Tribunal en lo Criminal N° 1 de Morón, Provincia de Buenos Aires.

Grassi deberá cumplir una condena de 15 años de prisión por la comisión de delitos de abuso sexual agravado, en concurso ideal con corrupción de menores agravada, ya que el sacerdote estaba a cargo de la educación y la guarda del menor-víctima.

El sacerdote se encuentra alojado en la Unidad Penitenciaria de Campana. La decisión desestimó tanto los recursos presentados por la defensa como los presentados por la querella.

En el 2009, Grassi fue condenado a 15 años de prisión por abuso sexual agravado contra un menor que en el 2002, a sus 19 años, había contado en un programa de televisión cómo había sido abusado por el sacerdote cuando tenía 15 años y vivía en la Fundación Felices los Niños, de la cual Grassi era responsable.


sábado, 17 de diciembre de 2011

Grassi es bueno...

El cura condenado tiene quien le escriba...


El jurista que busca demostrar la inocencia de Grassi fue defensor de Boggiano y escribió otro libro a favor de Alfredo Yabrán.

Fue bajo la presidencia de Jorge Bergoglio. La CEA encomendó a un jurista una investigación sobre la supuesta falsedad de las acusaciones contra Grassi. El libro está siendo repartido a los jueces de la Corte provincial, que tiene en sus manos la causa.

En un libro que consta de dos tomos y cuya realización fue encomendada por la Conferencia Episcopal Argentina, en los tiempos en que su titular era el cardenal Jorge Bergoglio, el cura Julio César Grassi fue considerado “inocente” de los cargos que se le formularon por “abuso sexual y corrupción de menores”, por los que fue condenado a 15 años de prisión, pena que ahora está siendo analizada por la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires (ver nota aparte). El abogado Juan Pablo Gallego, querellante en la causa, confirmó a Página/12 que el trabajo, titulado Estudios sobre el Caso Grassi, fue realizado por el jurista Marcelo Sancinetti, quien sostiene “no sólo que Grassi es inocente de los abusos por los que fue condenado, sino que niega en forma rotunda que exista el abuso sexual infantil como tal, al punto que lo equipara con los juicios por brujería de la Edad Media”. Gallego sostuvo que, a través de fuentes del Poder Judicial bonaerense, supo que “ese libro fue hecho llegar a los jueces de la Suprema Corte que hoy deben decidir sobre el Caso Grassi, lo que constituye una maniobra de presión muy grave”.

El libro, de lujosa encuadernación, consta de un primer tomo de 423 páginas y de un segundo que tiene 646. Gallego, que en el juicio oral fue querellante en representación del Comité de Seguimiento de la Convención de los Derechos del Niño, precisó que el jurista Sancinetti despliega dos ejes centrales: “Por un lado, argumenta que la Iglesia Católica no está obligada a acatar los fallos dictados por la Justicia del Estado secular, y por el otro, afirma que la Justicia en la era kirchnerista es la más parcial desde el retorno de la democracia”. De todos modos, según el análisis que hizo Gallego de la lectura del libro, “lo más grave es que, sin base jurídica alguna, se expone una negación rotunda de la existencia misma del abuso sexual infantil y hasta se llega a decir que los que alientan condenas judiciales por abuso sexual buscan para sí mismos la imagen de que ellos no son abusadores sexuales”.

En la tapa del primer tomo, donde se analiza la denuncia realizada por el chico conocido como “Ezequiel” (sus iniciales son H. O. J.), el autor Sancinetti aclara que se trata de una “versión provisional sujeta a modificaciones y complementaciones” y que es una “edición privada para los comitentes”, esto es, para los integrantes de la Conferencia Episconal Argentina. El libro fue editado en el año 2010. El abogado Gallego reconoció que el jurista Sancinetti tiene “cierto nivel de prestigio”, al punto que, entre otras cosas, es profesor de Derecho de la UBA, pero a la vez recalcó que “lo que dice en el libro tiene un muy escaso valor jurídico, a la vez que revela una ideología reaccionaria y ultramontana hoy insostenible para cualquier jurista serio”.

En la contratapa de uno de los tomos se confirma expresamente la intervención directa del Episcopado en los tiempos de Bergoglio: “La Conferencia Episcopal Argentina encomienda la realización de un dictamen al profesor Marcelo A. Sancinetti, consistente en un estudio del procedimiento en el que fue perseguido penalmente, enjuiciado y condenado respecto de dos hechos de abuso sexual (referidos a un denunciante) y absuelto por muchos otros (referidos a otros dos denunciantes), el reverendo padre Julio César Grassi”. En el segundo de los tomos, el más extenso, se consideran los dichos de A. O., el chico conocido como “Gabriel”, cuya denuncia fue considerada fundamentada tanto por el Tribunal Oral 1 de Morón como por la Cámara de Casación Penal bonaerense.

Gallego recalcó que “la edición de este libro, en el que se difunde material e información reservada de las víctimas que hasta aquí habían sido protegidos por la Justicia, revela ya una escandalosa acción de lobby y de presión sobre la Justicia para favorecer a un condenado por gravísimos delitos”. Agregó que “es gravísimo que se pretenda justificar el no acatamiento a las decisiones de la Justicia y que con ello se entorpezca aún más un proceso en el que escandalosamente el condenado cura Grassi es mantenido en una situación de libertad irrestricta”.

Sancinetti fue autor también de otro libro de 1141 páginas denominado El Caso Cabezas, análisis crítico de las acusaciones contra Gregorio Ríos y Alfredo Yabrán. Esta obra fue escrita a solicitud de la familia Yabrán y según se dijo en su momento, el autor recibió a cambio “el pago de un millón de dólares”, recordó Gallego. Allí se declaraba la “inocencia” del empresario. Por otra parte, Sancinetti fue uno de los defensores del ex ministro de la Corte Suprema nacional Antonio Boggiano, designado en el cargo por el ex presidente Carlos Menem y con fuertes vinculaciones con la Iglesia Católica. Boggiano fue destituido en 2005 por mal de-sempeño en sus funciones y se dispuso su inhabilitación para ocupar cargos públicos.

© Escrito por Carlos Rodríguez y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 16 de Diciembre de 2011.