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sábado, 25 de julio de 2020

Tensiones Internas. "Me acusan de ser dialoguista"... @dealgunamanera...

Tensiones Internas… "Me acusan de ser dialoguista"…

Índice oficial, Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

La frase del Presidente refleja que la política local vive en un mundo al revés. Le endilgan lo que debería ser un mérito.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 18/07/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La respuesta de Alberto Fernández sobre las críticas internas que recibió en la semana es una descripción de lo que está sucediendo al interior del Frente de Todos con un fuerte impacto en la gestión gubernamental. El kirchnerismo duro, en su dogmatismo, no ha cambiado un ápice. Al fin y al cabo no hace más que reflejar el pensamiento y la personalidad de Cristina Fernández de Kirchner. Como todo dogmatismo, es una manifestación de fanatismo. En esa concepción no hay lugar para el pensamiento diferente. Todo es antinómico. La antinomia anula el pensamiento democrático.   

El “me acusan de dialoguista” es propio del mundo al revés que se vive en la política vernácula. Ser dialoguista en la política –como en cualquier ámbito de la vida– es un mérito, no un demérito por el cual alguien pueda o deba ser acusado. Acusar a alguien de ser dialoguista es tan disparatado como acusar a alguien de ser honesto.

Toda esta ida y vuelta surgió a raíz de la carta –lamentable– que Hebe de Bonafini le envió a AF a causa de la convocatoria que le hizo a un grupo de empresarios para participar de la ceremonia conmemorativa del Día de la Independencia. Lo notable es que Máximo Kirchner también se ha reunido con varios de estos empresarios, sin que hasta ahora la titular de las Madres de Plaza de Mayo le haya dedicado alguna misiva pública crítica.AdChoices

¿Qué le está pasando al Presidente que parece empeñado, día a día, de hacer exhibición de su debilidad frente al kirchnerismo?

En la respuesta que dio por el cuestionamiento a la postura de la Argentina en la que se condena al gobierno de Venezuela por las violaciones a los derechos humanos que ocurren en ese país gobernado por un régimen cívico-militar, se lo escuchó como pidiendo disculpas. Parece que olvidó que la mismísima CFK dijo, en el reportaje que le concedió a Luis Novaresio en 2017, que “en Venezuela no hay Estado de derecho”, realidad de la que da cuenta la penuria de los millones de exiliados venezolanos que andan dando vueltas por el mundo, tras haber escapado de los abusos de poder que se viven a diario en aquel rico país castigado por la corrupción y el autoritarismo del gobierno de Nicolás Maduro, al que por estos días critican incluso mucho ex funcionarios de Hugo Chávez.

La clave para que se respete el aislamiento social es la convicción, no el medio

No menos impacto y azoro produjo AF cuando afirmó que ahora entendía las razones por las que CFK impulsó la firma del ignominioso memorándum con Irán como un instrumento válido para el juzgamiento de los dirigentes y ex funcionarios de ese país sospechados de ser partícipes e instigadores del impune ataque terrorista contra la AMIA, del cual se cumplieron ayer 26 años. Los archivos abundan en testimonios fuertemente críticos del Dr. Fernández contra esa inentendible decisión que tomó la entonces presidenta. Y la contradicción aumenta porque, siendo jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, AF supo de la intransigencia del Dr. Kirchner –a la que apoyó decididamente– a cualquier tipo de negociación con Teherán.

El FdT en su laberinto. Los embates internos contra el Presidente han sido tan duros que llevaron al ministro de Defensa, Agustín Rossi, a salir a respaldarlo y a pedir el acompañamiento de sus conmilitones en esta tarea. Curiosa coincidencia: hace unas semanas, Mauricio Macri les hizo el mismo pedido a los suyos. “Banquemos a Alberto porque si no Cristina se lo lleva puesto”, fue su mensaje

El kirchnerismo no se arredra. Nada hará para cambiar sus posturas ni la forma de expresarlas. La posición que mantienen en público es la misma que en privado. En ese ámbito las críticas al Presidente se sostienen y se verbalizan abiertamente. “No respaldamos al embajador en su planteo acerca de las violaciones de los derechos humanos en Venezuela, que hizo lo que pudo de acuerdo a las presiones del imperialismo norteamericano”, señala una voz K, que agrega: “A Vicentin la tendríamos que haber expropiado. El gobierno nacional tiene muchas presiones y no puede dar algunas batallas que todos esperamos”.

Para sumar más elementos de tensión, el ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, Marcelo Sain, respaldó por estas horas a Sergio Berni en sus críticas a la gestión de la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic. En charlas en ámbitos privados, Sain adhiere “al pie de la letra” al reclamo de su par bonaerense. “No me escuchan; Gendarmería se hizo bullrichista y nosotros estamos en pelotas”, se le escuchó decir al polémico ministro.

La cuarentena intermitente. La fase de la cuarentena que terminó el viernes fue un fracaso. Es lo que muestra el número de casos. En la larga exposición del viernes, el Presidente quiso presentar como un éxito lo que acabó siendo un fiasco. Es lo que la calle mostraba todos los días; negocios de todo tipo abiertos, gente desplazándose por todos lados, ausencia de control. Ante tales evidencias del revés, al Gobierno no le quedaba otra que la flexibilización que comienza mañana.  

El gran problema que existe no es el número de casos sino la disponibilidad de camas de terapia intensiva y de personal en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Ese es el cuello de botella.

La necesidad de respetar el aislamiento social y la higiene es clave. La inobservancia de esas normas está en la base de los rebrotes que se están viendo en Europa por estos días.
Intentar que la gente cumpla con estos preceptos a través del miedo es inconducente. La única manera de lograrlo es a través de la convicción.

Esa es la moraleja que deja lo sucedido durante las últimas tres semanas en nuestro país.




jueves, 15 de febrero de 2018

Julio María Sanguinetti, sobre el papa Francisco... @dealgunamanera...

Julio María Sanguinetti, sobre el papa Francisco: "Diluye las esperanzas de un mundo que esperaba reformas éticas"…

El Papa Francisco y José MAría Sanguinetti 

El ex presidente uruguayo sostuvo que el Sumo Pontífice "navega en medio de extrañas contradicciones". Analizó el rol del líder de la Iglesia en la actualidad.

© Publicado el miércoles 14/02/2018 por el Diario Digital Infobae de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti analizó en una columna para el periódico español El País el rol del papa Francisco como líder político en la actualidad.

"El papa Francisco (…) navega en medio de extrañas contradicciones: a cada rato desciende de la universalidad de su posición a minúsculos combates políticos de un inexplicable provincianismo argentino, al tiempo que no oculta la raíz populista-peronista que el historiador italiano Loris Zanatta reveló no bien fue ungido", comenzó el ex mandatario.

También recordó que el pontífice avaló de un "modo desconcertante a la señora Hebe de Bonafini, líder de las Madres de Mayo y ferviente kirchnerista, que ha degradado una noble causa con su radicalismo y la corrupción de la entidad que dirige".

Sanguinetti recordó que Bonafini "celebró el atentado contra las Torres Gemelas, en tiempos en que llamaba fascista al entonces cardenal Bergoglio. Cuando este llegó a Papa la recibió ostentosamente, para que en la puerta vaticana despotricara con violencia contra el presidente (Mauricio) Macri, el compatriota electo por su pueblo, al que por entonces había recibido con una frialdad tan notoria que asombró al mundo".


"El hecho es que ahora, en el mismo instante en que la señora de Bonafini se resistía a acatar un mandato judicial, pudo ella leer una carta de Su Santidad en que le decía: 'No hay que tener miedo a las calumnias. Jesús fue calumniado y lo mataron después de un juicio dibujado con calumnias. La calumnia solo ensucia la conciencia y de quienes la arroja'. La destinataria pudo regodearse comentando en la televisión: 'Casi no me compara con nadie…'".

El ex jefe de Estado uruguayo recordó que Francisco no cosechó muchos aplausos en Chile y que en Perú, donde le fue mejor, trató muy bien al presidente peruano Kuczynski, quien pasaba muy malos días por su indulto a Fujimori. "Allí fue ideológicamente bien claro: 'Se estaba buscando un camino hacia la Patria Grande, y de golpe cruzamos hacia un capitalismo liberal inhumano que hace daño a la gente'".

En una palabra —dice Sanguinetti— "con Cristina Kirchner, Correa, Dilma, Evo y Maduro, íbamos hacia la Patria Grande bolivariana que hoy solo sustenta el venezolano… En cambio, habla de un 'liberalismo inhumano' que ¿quién sostiene hoy? ¿Acaso el gradualista Macri, que trabajosamente va enderezando a la Argentina con el cuestionamiento de muchos economistas liberales? ¿El traidor Lenín Moreno, que ha impedido la monarquía de Correa? ¿Piñera, que ya fue presidente y no desmontó la obra social de los gobiernos de la Concertación?", se pregunta.

Y agrega: "Su populismo ha sido reiteradamente expresado, cuando se indignaba porque 'todo entra dentro del juego de la competitividad', como si fuera posible superar la pobreza en una economía incomunicada. O abjurando del 'mercado libre, la globalización, el crecimiento económico o el consumo'. Por cierto, se ha negado reiteradamente a entender el valor social y democrático del desarrollo de las 'clases medias', y hoy por hoy diluye las esperanzas de un mundo, creyente o no, que esperaba reformas éticas que superaran la condenación anacrónica de los divorciados o del uso de anticonceptivos, que ayudan a que la maternidad sea algo querido y no una fatalidad a la que resignarse".

Por último, Sanguinetti afirmó que, como ciudadano, "desearía que ayudara a defender la libertad individual, los sistemas democráticos y una economía moderna que —regulada por reparadoras leyes sociales— genere riqueza para poder distribuir. Es desde ese ángulo que lamento que los Gobiernos, aun socialdemócratas, no encuentren esa voz de apoyo para luchar contra la pobreza mediante un real desarrollo, basado en la productividad, bien lejos de la demagogia que condena a los pobres, como ocurre en la doliente Venezuela de hoy".




miércoles, 10 de mayo de 2017

Cuando Alfredo Bravo enfrentó al genocida Miguel Etchecolaz... @dealgunamanera...

El día que Alfredo Bravo enfrentó al genocida Miguel Etchecolatz...


En 1997 ambos protagonizaron una discusión memorable en el programa Hora Clave de Mariano Grondona. Video.

  
© Publicado el miércoles 10/05/2017 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El fallo de la Corte Suprema de Justicia que aplicó el beneficio del "dos por uno" a un represor condenado por delitos de lesa humanidad generó reacciones en contra por parte de varios sectores. Uno de los efectos colaterales de la decisión del máximo tribunal es que varios presos podrían conseguir la libertad y, de hecho, algunos ya lo solicitaron


En el terreno político la Cámara de Diputados dio media sanción a un proyecto de ley que aclara y limita la aplicación del 2x1. La norma será tratada este mismo miércoles en el Senado. Por su parte, organismos de derechos humanos, el justicialismo y la CGT, entre otros gremios y dirigentes de izquierda se concentrarán este miércoles a las 18 en Plaza de Mayo para repudiar el fallo del máximo tribunal. La protesta estará encabezada por Madres Línea Fundadora y Abuelas de Plaza de Mayo. La gran ausente será la Asociación Madres de Plaza de Mayo que preside Hebe de Bonafini.


En unos meses se cumplen 20 años del histórico cruce televisivo entre el dirigente del Partido Socialista Alfredo Bravo, detenido y desaparecido durante la última dictadura cívico-militar, y su torturador, Miguel Etchecolatz. Un duro enfrentamiento que pone de manifiesto el dolor que puede acarrear la aplicación del 2x1 en casos de lesa humanidad para las víctimas y familiares de desaparecidos. 

En el programa de Grondona, Etchecolatz aseguró que la gente que reprimió "tuvo derecho a juicio". "Ese es el engaño precisamente de ese famoso libro Nunca Más", afirmó a la vez que consignó que la cifra de los desaparecidos se manipuló con "tanta arbitrariedad, la suma no es la que se está publicando".

Bravo, tras escuchar parte de la entrevista, le gritó que "es un personaje siniestro y no le digo el calificativo que le corresponde" mientras éste le pedía: "Cálmese, cálmese".

Alfredo Bravo falleció el 26 de mayo de 2003 de un ataque al corazón. Hoy en día Miguel Etchecolatz está preso, condenado a reclusión perpetua por homicidios, torturas y privaciones ilegítimas de libertad luego de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. La Cámara Federal de Casación Penal le otorgó el pasado 28 de abril la prisión domiciliaria, aunque la decisión no se hará efectiva aún por causas pendientes



jueves, 15 de diciembre de 2016

El balance que nadie hizo (y que a nadie importa)… @dealgunamanera...

El balance que nadie hizo (y que a nadie importa)…


Ahora que el gobierno nacional entendió que con buena onda y alegría se puede animar un cumpleaños pero que a los políticos les gusta más otro tipo de partuza, es más sencillo de realizar el balance del primer año de gestión de Mauricio Macri al frente de la presidencia argentina.

© Escrito en el Blog Relato del Presente de Nicolás Lucca el miércoles 14/12/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Que sea sencillo no quiere decir que alguien tenga ganas de hacerlo: no es el laburo lo que cuesta, sino el hecho de tener que reconocer que son poquitos los colegas que han mantenido el decoro y la altura periodística a lo largo del año. El resto, reemplazó a los encuestadores en el fino arte de hablar sin saber, sin prepararse, sin entender y, de manera principal, sin reconocer errores. De más está decir que hay contadas excepciones en este grupo también: los que rosquearon a cuatro manos.

El principal escollo periodístico superado tras la salida del kirchnerismo fue el acceso a los funcionarios. La necesaria renovación de los medios quedó para otra oportunidad en buena parte gracias a que, nuevamente, la vieja escuela tuvo habilitada su histórica metodología laboral: levantar el teléfono, golpear una puerta, tomar un café. Los que tuvimos que adaptarnos a ejercer el periodismo sin nadie que te atienda el teléfono sin mandarte a la puta que te parió, no vemos nada que revolucione el laburo más allá de la cuestión humana.

De un modo que los psicólogos no se han animado a abordar, todavía abunda el análisis político de lo que sucede en la segunda mitad de la segunda década del siglo XXI con parámetros ideológicos del milenio pasado. Son los que siguen hablando de izquierdas, derechas, neoliberalismo, conservadurismo y demás conceptos en un país en el que siempre se hace lo que pinta y las ideologías son la marca impresa en el envoltorio.

Para qué analizar por qué la lucha contra la corrupción interna la realiza mucho mejor una diputada en sus ratos libres que la oficina destinada a tales fines si es más fácil culpar al cuco. Muchos explican la corrupción de un gobierno progre como un aprovechamiento de una ideología noble; de igual modo, también creen que la corrupción de un gobierno no progre es innata a la derecha.

Desde Europa –ese continente donde la democracia llegó un siglo después que en América pero al que buscamos siempre como ejemplo– siempre bajó la idea de que el populismo es sinónimo de derecha. Durante el kirchnerismo colapsaron las neuronas al ver un discurso de izquierda con un accionar social fascistoide, un enriquecimiento obsceno para una casta exclusivísima y terminaron dando por sentado que se trató de un desvío ideológico. Ante este dilema, se morían de ganas de tener un tipo que encarne todo lo que ellos ven como lo malo del mundo: alguien que tiene plata mediante ese sistema tan abstracto que consiste en capitalizar el dinero.

Podemos acusar a los del gobierno de pelotudo emocional, de boludos alegres, de inocentes políticos, de faltos de timing –no vean el video de Pato Bullrich haciendo trencito en el ministerio de Seguridad, repito: no lo vean– y de fanáticos de Osho, pero de ahí a dibujar conceptos populistas sólo porque cumplieron con un punto del manual del enemigo, es como mucho. El populismo se nutre del nacionalismo, la magnificencia, el fundacionalismo y la retórica. Afirmar que es populista un gobierno al que se le tiene que rogar que deje de abrazar a los cactus, es reducir el problema a su mínima expresión.

Podría decirse que los primeros beneficiados directos de la gestión Cambiemos son los fabricantes de camisas celestes, no así los que se dedican a elaborar corbatas o sacos. El problema de la falta de corbata es que muchas veces terminan haciendo esperpentos que nadie en su sano juicio llega a comprender. Es el síndrome Kicillof: como el pelo de Sansón pero alojado en ese retazo de seda que cubre los botones de la camisa y cierra el cuello.

Ya que hablamos de Kichi: he visto sujetos prometer desde la oposición cosas que no pueden cumplir desde el poder, pero lo que never in the puta life había visto es a un banana exigir desde la oposición cosas de las que se cagó de risa desde el poder, y encima pifiarle en los números. Es la famosa diferencia entre culpa y dolo del derecho penal. En el caso de la culpa, el hecho ocurre por negligencia o imprudencia. No sabían, boquearon, pensaron que podían y no pudieron, etcétera. Ahora, levantar la bandera luego de haber sido capo de la Anses y jefe de gabinete –como en el caso del compañero Sergio Tomás–, o de haber sido ministro de Economía –tovarich Axel–, sólo es posible de analizar desde el cinismo o la psiquiatría.

Básicamente, la cámara de diputados es una colección de pacientes psiquiátricos –recomiendo buscar algún video al azar de Sandra Mendoza, cualquiera sirve– y golpes de suerte. Y mientras sigamos con este sistema político, veremos muchos golpes de suerte: nadie sabe a quién está metiendo en el Congreso más allá del primer y segundo nombre de una lista electoral. 

Tal es el caso de María Teresa García, diputada por la provincia de Buenos Aires destacada por haber presentado el proyecto de declaración de interés general de un evento en Córdoba, o por haber repudiado la salida de Argentina de un canal venezolano. En sintonía con García viene su compañero provincial Leonardo Grosso, que si no tienen idea de quién es, obedece a que ocupó el puesto número 13 de la lista de candidatos a diputados en las últimas elecciones.

Su labor parlamentaria está plagada de declaraciones de preocupación por Dilma Rousseff, Hebe de Bonafini y una muestra de respeto por las instituciones republicanas cuando pidió que se declare de interés parlamentario una sentencia judicial que aún no se había dictado. Lo bueno es que estos analfabestias pasan desapercibidos gracias al mérito de grandes luminarias como Facundo Moyano, quien no tiene problemas en afirmar que un veto presidencial es un atentado institucional cuando, casualmente, es una facultad institucional facilitada por la Constitución Nacional. Imaginemos los que podemos esperar de quienes no tenemos la más puta idea de quiénes son.

Causa gracia verlos serios ante las cámaras de tevé, con cara mezcla de tristes y enojados con la vida, cuando unos minutos atrás los vimos cagarse de risa, abrazados en el recinto. ¿Cómo creerles que lo que hicieron fue por nosotros y no por berrinche de malcriado que se quedó sin juguete o por interés hiperpersonalísimo en la previa del año electoral?

Unos días después zanjaron la duda: afirmaron que “sólo es posible frenar” la modificación si el Gobierno arma una mesa de diálogo que incluya a la oposición y a los sindicatos. No les importan ni los trabajadores, ni el bolsillo de “lajente”, sólo querían sentarse cerca del calor del poder. Se ve que el café no tiene el mismo gusto fuera de la Rosada o que Boudou no dejó ni los sobrecitos de edulcorante en su paso por el Congreso.

No podemos pretender otra cosa de la inmensa mayoría de nuestra clase política. Si algo no cambió en la historia de occidente es a qué llamamos ciudadano: el individuo que se alza más allá de sus particularidades y se vuelve capaz de privilegiar –o al menos tolerar– el interés común de una sociedad. Antiguamente se educaba al individuo para que salga de su mundo y vea la constelación de particularidades que conforman el universo que lo rodea.

Los antiguos griegos, padres extraños de eso que impunemente aún llamamos democracia, enseñaban a argumentar, pero no para ganar por placer, sino para aproximarse a la verdad. Por contraposición, consideraban que no contaba con educación quien se comportaba de manera caprichosa y que sólo buscaba su bien propio. Ya que tanto hablamos de democracia, podríamos comenzar por dimensionar cuántos de nuestros representantes están a la altura de las circunstancias si siquiera nos animamos a afirmar que califican para ser ciudadanos.

En medio de ese peregrinaje al edén de la normalidad encarado por el Gobierno padecemos las muestras más visibles del gradualismo. Podríamos haber llegado extenuados, reventados, aunque rápido, pero optamos por un gradualismo tibio que no quedó bien con nadie: los principales beneficiados por el mantenimiento de políticas asistencialistas son los mismos que quieren empalarlos en la Plaza de Mayo. En la meta de cruzar el desierto en 40 días y que el Gobierno tuviera casi dos años de relax hasta las elecciones, nos tocó la interpretación antigua del evangelio y le estamos pegando a la caminata por cuarenta años con una lata de sardinas para calmar la sed.

El escollo del hipergradualismo es que si la temperatura baja de 40 grados a 38, voy a seguir chivando como Máximo en un gimnasio. O en tribunales. No pretendo que bajemos a 5 grados bajo cero y nos caguemos muriendo de una neumonía fiscal, pero algún punto medio tiene que haber para sentir algo de fresco.

Massa aprovechó el boleo de Ganancias para reposicionarse dentro de lo que él quiere: liderar a la oposición. Vio la oportunidad y la aprovechó. Luego le mandó una cartita abierta a Mauri pidiéndole de sentarse a dialogar, explicándole que le pegó por su culpa, que no quiso lastimarlo pero que lo obligó. Mientras el diputado está a un paso de colgar un pasacalles sobre Balcarce 50, hay que reconocer que el caso es imbatible: nadie quiere pagar ese mecanismo utilizado para empernar hasta la médula al que no tiene cómo evadir –no porque no lo desee, sino porque está en blanco– mientras nota que el déficit fiscal son los padres: 30 mil millones de pesos destinados a “tener las fiestas en paz” calmando a quienes ahora quieren más. Si hubieran utilizado la mitad de ese dinero para levantar a las familias que duermen en las calles, son gobierno hasta el 2550, o hasta que Cristina deje de pasear por Comodoro Py, lo que ocurra primero.

Sin embargo, el karma político de ganancias que tanto le jugó a favor al kirchnerismo hoy no tiene por qué funcionar de otro modo: vivimos en un país tan pobre que, con los salarios actuales, el margen de afectados es una porción que no mueve el amperímetro electoral. Por si fuera poco, lejos de unificar, Massa terminó por trasladar la grieta al corazón del peronismo, que a esta altura tendría que agradecer la existencia de la izquierda para no quedar cómo el partido récord en atomización: los gobernadores se calentaron para la mierda con el proyecto opositor, con la única excepción de Mario Das Neves. Por un lado quedó la mayoría del sindicalismo junto a los legisladores, por el otro los mandatarios provinciales. Los que ya tienen el Poder vs. los Wannabe.

El macrismo debería agradecer que Massa se mandó la voltereta aglutinadora de un mega Frente PJ –Frente Para Joder– y aprender de una vez por todas lo que le vienen marcando desde hace exactamente 366 días: que necesitan basar sus acciones más en la triste realidad y menos en Claudio María Domínguez.

En este contexto, podemos imaginar cómo resultará el debate legislativo por la regulación de los alquileres, un tema que afectará a millones de ciudadanos, pero en el que cualquier regulación es peor que el problema: quién en su sano juicio pondrá a alquilar una propiedad si no tiene la garantía jurídica de cobrar lo que desea cobrar.

Lo sorprendente es que, quien no culpó a Massa de traidor, tildó a Macri de inocente o prepotente –todo depende de la firma– por no haber pedido a los gobernadores que sus diputados no dieran quorum, por no haber levantado la sesión extraordinaria o por no haberse sentado a negociar lo que no le interesaba sacar de otra forma. O sea, cuestionan al Poder Ejecutivo que pregona el legalismo que no haya apelado a las trampas de la política vernácula. Redondeando: que la culpa es de Presidencia por haber usado una pollera demasiado corta.

Con este panorama, creer que llegará la lluvia de inversiones alguna vez es como fantasear con los abdominales para el verano mientras calmamos la angustia con una grande de provolone con fainá.

Mercoledí. Lo único que podría pasarse en limpio es que se comprobó que en Argentina sí se puede gobernar desde un escritorio. Desde arriba de un escritorio. Con un palo en la mano y un fajo de billetes en la otra.



lunes, 15 de agosto de 2016

El Macri de la palabra plena… @dealgunamanera...

El Macri de la palabra plena…

Dos reportajes controvertidos. El que le hizo la revista Noticias hace 25 años, sobre su secuestro, y el de la periodista mexicana esta semana. Foto:Cedoc

Análisis comparativo entre los reportajes realizados a Mauricio Macri por Buzzfeed esta semana y por Noticias hace 25 años.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 14/08/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El reportaje de la periodista mexicana Karla Zabludovsky (nieta del Neustadt de México) para BuzzFeed, un sitio web norteamericano de mucha audiencia conseguida con informaciones livianas de hechos insólitos y títulos con números como “17 duras verdades para todo aquel con un poco de barriga” y “19 momentos de dolor que sólo las chicas que tienen uñas postizas entenderán”, ambos de la primera página el mismo día que entrevistaron a Macri, no casualmente comenzó preguntándole al Presidente: ¿Messi o Maradona? ¿Malbec o fernet? ¿Uber o taxi? ¿Rugby o fútbol? ¿Nadal o Federer? ¿Rolling Stones o Beatles? ¿Choripán o lomito? ¿Medialunas o churros? ¿Libro real o Kindle?

Pero quizá gracias a esas preguntas Macri se relajó y bajó las defensas, permitiendo luego respuestas más controvertidas que las que nunca obtuvimos de él los periodistas argentinos que lo entrevistamos como presidente.

Y al repreguntarle sobre la cantidad de desaparecidos, logró que Macri terminara confundiendo al secretario de Derechos Humanos por el de “recursos humanos”, hablara de la represión como “guerra sucia” y dijera que Hebe de Bonafini “está desquiciada, dice barbaridades” (ver video completo en: e.perfil.com/BuzzFeed-reportaje).

Otro ejemplo. Esta semana se cumplen 25 años del secuestro de Mauricio Macri y, tras su liberación, concedió un solo reportaje, que me tocó hacerlo para la revista Noticias, cuando ambos teníamos poco más de treinta años. Hoy Perfil lo vuelve a publicar completo sin tocar una coma ni cambiar una foto, tal como fue editado hace un cuarto de siglo, porque también allí aparece un Macri sin las autocensuras que tiene hoy como presidente, y en la sinceridad de aquel joven se puede percibir más genuinamente su ser.

Yo no conocía a Macri en 1991, había recibido un llamado de quien por entonces era director de Relaciones Institucionales del Grupo Socma, Fernando Marín, para combinar el reportaje, pidiendo que fuera yo quien lo hiciera (dirigí la revista Noticias en sus primeros cinco años). Deduzco que debieron haber pensado que podría entender mejor la experiencia de la privación ilegal de la libertad porque yo había estado secuestrado en el centro de detención clandestino El Olimpo.

Aquel reportaje generó tantas controversias que el psicólogo de Macri, el mismo con el que sigue haciendo terapia hoy, Jorge Ahumada, y a quien justo había llegado para tratarse el estrés post traumático del secuestro, le habría prescripto que no volviera a hablar del tema públicamente.

Pero aquel Macri habló con lo que Jacques Lacan llamaba “palabra plena”, o sea, decía lo que pensaba realmente con ingenua transparencia. No volví a escuchar a un Mauricio Macri así. Parte de aquel Macri de hace un cuarto de siglo se transformó en el de hoy, atravesado por las experiencias de la vida, en su caso más fuertes que en la mayoría de las personas. De hecho, el título que ahora se le colocó a la reedición de aquel reportaje es “Cuando el Presidente era un CEO”.

Y aunque nunca tan abiertamente, también en el reportaje de la periodista mexicana percibí cierto grado de “palabra plena” al hablar sobre temas relacionados con la dictadura.

La paradoja es que quienes secuestraron a Macri (algo que se supo después) fueron la “banda de los comisarios”, integrantes del grupo de tareas dependiente de Coordinación Federal y destinados –justamente– al centro de detención clandestino El Olimpo. La vida tiene esas extrañas coincidencias.

En el reportaje de hace 25 años muy explícitamente, y en el de BuzzFeed como síntoma ante la incomodidad de hablar de la dictadura, se percibió en Macri cierta secuela del síndrome de Estocolmo, aunque leve e incomparable con el síndrome verdadero.

Todo aquel que haya atravesado esa experiencia de muerte sabe que, al sobrevivirla, queda un agradecimiento con la vida y una deuda extraña e impagable con el devenir. Otra paradoja para quienes le gritan “Macri, basura. Vos sos la dictadura”.





domingo, 7 de agosto de 2016

Reflexiones desde la tristeza… @dealgunamanera...

Reflexiones desde la tristeza…


Lo que está sucediendo actualmente con Hebe de Bonafini produce una gran tristeza.

© Escrito por Maristella Svampa el domingo 07/08/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Creo, como muchos, que la lucha de Madres, Abuelas y familiares, no sólo fue por memoria, verdad y justicia, sino también fue una lucha que contribuyó a resignificar la idea misma de democracia, asociándola con los derechos humanos, algo que no aparecía en el discurso esquivo de ninguna izquierda argentina en la época. Durante décadas las organizaciones históricas de Derechos Humanos levantaron la bandera de la independencia en relación con el poder político.

Pero el kirchnerismo no sólo terminó con la bandera de la autonomía sino que distorsionó los objetivos esenciales de la organización de Madres, liderada por Hebe de Bonafini, convirtiendo a ésta en otra cosa, a saber, en una organización social más que vivía de los recursos del Estado.

Sin embargo, la organización y Hebe de Bonafini siguieron actuando e interviniendo públicamente como si lo de ellos solamente tuviera que ver con la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, y no con viviendas, trabajadores, proveedores y vaya a saber cuántas cosas más ligadas a la construcción y su relación con el Estado. 

No dudo de la culpabilidad de un delincuente serial como Sergio Schoklender, una figura siniestra y manipuladora, de múltiples negocios oscuros. Que lo digan si no, las organizaciones piqueteras que lo conocieron y lo padecieron, allá en Roca Negra, en Lanús, durante varios años.

Creo, además, que la grandilocuencia del Poder Judicial –llamándola a declarar un jueves, día de las rondas y ahora pidiendo la captura– no es nada inocente. No podría serlo a menos que el juez sea ignorante, además de atrevido. Pero Hebe de Bonafini debería presentarse ante la Justicia porque en tanto responsable de una organización social que recibió recursos del Estado, no es inimputable.

Por eso lamento que no se haya presentado. Lamento que esto dé de comer a aquellos que confunden las cosas y disfrutan de la extensión del barro kirchnerista. Sobre todo lamento que los que hoy están condenados por crímenes de lesa humanidad, entre ellos los cincuenta genocidas que hace poco pasaron a arresto domiciliario, beneficiados por el nuevo clima creado por el gobierno de Macri, puedan llegar a estar festejando este espantoso episodio.

Ojalá dure poco y Hebe de Bonafini, que es alguien que pese a sus errores e hipérboles ha dado mucho por la sociedad argentina, se coloque a la altura de su legado en términos de derechos humanos, y se presente ante el juez. Somos muchos los que estamos esperando tal paso.


lunes, 30 de mayo de 2016

El Papa Francisco recibe a Hebe de Bonafini... @dealgunamanera...

El papa Francisco dedica a Hebe de Bonafini el triple de tiempo que a Mauricio Macri…


La reunión en Santa Marta con la presidenta de Madres de Plaza de Mayo distancia al argentino con la Casa Rosada.

© Escrito por Federico Rivas Molina, corresponsal en Buenos Aires, y publicado por el Diario El País de la Ciudad de Madrid, España.


Los argentinos leen cada gesto del papa Francisco como un mensaje hacia su país. El último ha sido su decisión de recibir en un encuentro privado en Santa Marta a la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, una figura que en el pasado ha acusado a Bergoglio de apoyar a la dictadura en Argentina y hoy critica con dureza al gobierno de Mauricio Macri. El encuentro duró una hora, lejos de los 22 minutos que Francisco dedicó a Macri en febrero pasado.

La presidenta de Madres ha dicho durante las últimas semanas, tras el anuncio de su viaje al Vaticano, que se había “equivocado” con el Papa porque “juega un papel al lado del pueblo”. Pero su beligerancia hacia Macri ha permanecido intacta, tanto que utilizó la rueda de prensa posterior a la reunión con Francisco para atacar al mandatario. “En 5 meses este Gobierno destruyó lo que hicimos en 12 años, hay mucha violencia institucional. Vine a contarle al Papa la situación en mi país para que nos dé una mano”, dijo.

La visita del Bonafini, de 87 años, ha generado polémica en Argentina luego de que la dirigente social Margarita Barrientos, cercana a Macri, contara que en 2013 viajó a Roma para ver al Papa pero fue expulsada de la Plaza San Pedro. Barrientos aclaró luego que el problema no fue con ella, sino con uno de sus acompañantes, y el Papa comunicó por canales informales que no estaba al tanto del incidente. Una nueva invitación llegó hace dos semanas desde el Vaticanopero Barrientos decidió rechazarla. El encuentro estaba programado, justamente, para hoy, cuando Francisco recibió a Bonafini.

El Papa, en cualquier caso, ha decidido vaciar de contenido político la foto con Bonafini, atento a las repercusiones en Buenos Aires. Para ello dejó trascender sus opiniones sobre el tema. “Parece que la piedra del escándalo es que yo reciba a la señora Bonafini. Sé bien quién es, pero mi obligación de pastor es la de comprender con mansedumbre”, escribió Francisco a un amigo argentino en un correo electrónico difundido por la agencia oficial de noticias Télam

“Esta señora, desde la plaza (de Mayo), me insultó varias veces con artillería pesada pero a una mujer a quien le secuestraron los hijos y no sabe cómo y cuánto tiempo los torturaron, cuándo los mataron y dónde los enterraron, no le cierro la puerta. Lo que veo allí es el dolor de una madre. Si me usa o no me usa no es mi problema”, escribió el Papa.

Bonafini regaló al Papa un pañuelo blanco, símbolo de la lucha que Madres lleva desde hace casi 40 años por la recuperación de sus hijos desaparecidos por la dictadura argentina (1976-1983). La dirigente de Derechos Humanos dijo que pensó mucho en que decirle a Bergolgio. También lo invitó a visitar Argentina porque, según dijo, "están pasando cosas muy graves".

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, opinó días atrás sobre la controversia que generó en Buenos Aires el viaje de Bonafini al Vaticano. El ministro, que habla en nombre de Macri, dijo que “mucha gente (…) siente que son demasiados gestos para un lado y pocos para el otro". Se refirió así al frío encuentro que Francisco mantuvo con el presidente argentino.