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jueves, 29 de diciembre de 2016

Pacto con Irán y presunto encubrimiento… @dealgunamanera…

Ordenaron reabrir la denuncia de Nisman contra Cristina y apartan a Rafecas…

 Fiscal Alberto Nisman. Foto: Cedoc

Así lo resolvió la Cámara Federal de Casación. Además, aceptaron como querellante a la DAIA.

© Publicado el jueves 29/12/2016 por el Diario Perfil / TN (Presentación Scribd) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

La Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal decidió reabrir la denuncia del fiscal fallecido Alberto Nisman contra la expresidente Cristina Fernández de Kirchner por supuesto encubrimiento a los iraníes imputados por el atentado a la AMIA. La decisión estuvo a cargo de los camaristas Ana María Figueroa, Gustavo Hornos y Mariano Borinsky.

Además, la sala I de Casación apartó del caso al juez federal Daniel Rafecas y a los jueces de la sala I de la Cámara Federal porteña Jorge Ballestero y Eduardo Freiler, que se habían opuesto a impulsar la denuncia del fallecido Nisman.

Mañana se sorteará el nuevo juez, informaron fuentes judiciales. La medida fue dispuesta en un fallo de 280 páginas con el voto de los tres jueces -Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Ana María Figueroa-, aunque con la disidencia parcial de esta última camarista. 

La Cámara de Casación atendió con su decisión al pedido de reapertura de una causa, basada en dos elementos clave: la grabación de una llamada entre el entonces canciller Héctor Timerman y el ex titular de la AMIA, Guillermo Borger, en la que ambos se referían a la supuesta responsabilidad de Irán en el atentado y el hecho de que el famoso Memorándum de Entendimiento fuera declarado inconstitucional.

El fiscal denunció a la expresidenta y a los cuatro días apareció muerto en su departamento del complejo Le Parc, en Puerto Madero. En su momento, el fiscal denunció "la existencia de un plan delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní acusados en dicha causa, para que eludan la investigación y se sustraigan de la acción de la justicia argentina".

Entre los denunciados también están el piquetero Luis D'Elía, el jefe de Quebracho, Fernando Luis Esteche, el lobbista iraní Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil, el ex canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés Larroque, el ex juez Héctor Luis Yrimia y el supuesto agente de inteligencia Ramón Allan Bogado.






domingo, 20 de diciembre de 2015

AMIA. Timerman reconoció que los iraníes "hace 18 años pusieron la bomba"… @dealgunamanera...

AMIA. Timerman reconoció que los iraníes "hace 18 años pusieron la bomba"…


El excanciller lo admitió en una conversación que mantuvo con Guillermo Borger, extitular de la mutual judía, en 2012, cuando se debatía el memorándum.


© Publicado el domingo 19/12/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Héctor Timerman reconoció que sabía que Irán era el que estuvo detrás del atentado a la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994, en el que fallecieron 85 personas.

"Ellos hace 18 años pusieron la bomba", dijo el excanciller de Cristina en un llamado telefónico de 2012 con Guillermo Borger, extitular de la mutual judía.

Las conversaciones entre ambos, fueron reveladas por Daniel Santoro, editor del diario Clarín, en el programa La noticia deseada de Radio Mitre que conducen Nicolás y Miguel Wiñazki.

Los audios integran el material que utilizó el periodista del Grupo Clarín para su libro "Nisman debe morir".

El diálogo entre Borger y Timerman data del año 2012, momento en el que debatía el famoso memorándum de entendimiento con Irán, que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner proponía como solución diplomática para avanzar la causa. El acuerdo, revelado por Perfil, fue aprobado por el Congreso y promulgado por la entonces jefa de Estado, pero luego se apeló ante la Justicia y la presidencia de Mauricio Macri dejó caer los reclamos, con lo cual quedó nulo de hecho.


Durante el llamado telefónico Timerman insiste al ex titular de la AMIA sobre la necesidad de avanzar en las negociaciones para la entrega de los iraníes acusados de ser responsables del ataque mientras que Borger y José Scaltier, en aquel momento vicepresidente segundo de la mutual judía, defienden conseguir dialogar esa cuestión con otro actor.

El ex canciller afirma: “Pero no tenemos otro con quién negociar, porque sinó, negocio con los EEUU la entrega de los iraníes. Bueno, decime con quién querés que negocie”, a lo que Borger responde: “Yo te entiendo, ojalá pudieras negociar con otro”. Tras lo cual Timerman contesta: “Si fuera otro, no hubiera puesto la bomba, entonces volvemos a lo mismo. ¿Tenés otro para negociar?”.

En otro pasaje de la conversación, Timerman reconoce la culpabilidad de Irán con respecto al atentado: “Hace 18 años que pusieron la bomba. Vos no me decís con quien negociar, me estás diciendo con quien no negociar, que vivo que sos. ¿Con quién querés que negocie entonces?”.

Finalmente, el entonces canciller informa a Borger de sus intenciones de seguir adelante con las negociaciones: “Te digo una cosa, yo voy a mandar un equipo a Ginebra con o sin comunicado de la AMIA.

Digan lo que digan ustedes, no me importa. Esta es una buena oportunidad para la Argentina. Voy a hacerlo con o sin apoyo, pero me duele porque pareciera ser que lo que quiere la AMIA es que no se avance en la causa”, y agregó: “Lo que quiere la AMIA es quedar contentos con que se acuse a Irán. Eso es todo lo que quieren”.



domingo, 3 de marzo de 2013

Destinos... De Alguna Manera...


Destinos...

 Cristina Fernández y Héctor Timerman.

Lo más triste es que para muchos terminó siendo, en definitiva, “cosa de judíos”, resultado tenebroso, pero coherente con la Argentina profunda. No es saludable engañarse ante evidencias tan inocultables. El Gobierno avanzó porque lo dejaron. Nada especialmente fuerte consiguió frenarlo.

Odio mentar en temas graves situaciones personales. Pero si efectivamente la Argentina supo hace dos años que Cristina Kirchner negociaba pactar con Irán fue porque yo lo destapé aquí, en PERFIL. ¿Qué hizo entonces la AMIA? Su presidente, Guillermo Borger, aceptó el ultimátum oficial y dijo que mi primicia era un delirio, una mentira, algo inconcebible, la obra “de un loco”. Alberto Nisman, el fiscal de la causa, no se quedó corto: se valió de varias comisiones de la Policía Federal para citarme personalmente de manera perentoria. Me “exigía” concurrir a declarar munido de documentación que acreditara de qué fuentes me había valido para informar lo que hoy ya se consumó. La Argentina e Irán han pactado, es así. Cristina lo hizo.

Intimidadas, confundidas, poco preparadas, las conducciones comunitarias venían retrocediendo hace años. Cristina en este caso fue coherente. Contrató primero al oscuro y oblicuo Sergio Burstein como su agente preferido, y lo puso junto a la DAIA y la AMIA en las patéticas excursiones a la ONU en Nueva York.

Ambas entidades aceptaron en silencio la imposición. Después, Cristina resolvió que el delegado argentino ante la ONU permaneciera en la Asamblea General de la ONU escuchando la habitual logorrea venenosamente antisemita de Ahmadinejad. También eso aguantaron.

Finalmente, en diciembre Héctor Timerman se apareció en Pasteur 633 para explicarle a la conducción judía las bondades del acuerdo con Teherán. Lo recibieron bien, interesados y muy afables. Esa deferencia implicaba olvidarse de que, casi dos años antes, la decisión de pactar con Irán había sido admitida por la propia Presidenta.

El 30 de diciembre pasado escribí aquí: “La patraña funcionó. Habrá que reconocerle a Héctor Timerman que esta vez le fue bien. Succionada desde hace ya varios años por el Gobierno, que ha manejado su ‘cuestión judía’ con endiablada habilidad, la representación política de la colectividad recibió al ministro de Exteriores y en definitiva avaló sus tratos con Irán. Producto inexorable de una asombrosa candidez unida a una acendrada decisión de ser protegida por el Gobierno, la DAIA le permitió al emisario de Cristina Fernández configurar el escenario preferido por la Casa Rosada (…) para hacerse avalar en sus turbias gestiones con el régimen de la República Islámica de Irán”.

La respuesta de la DAIA no se haría esperar. A las pocas horas, el vicepresidente primero de la entidad, Waldo E. Wolff, me despachó una carta donde me dijo: “Tal vez usted pretenda a la DAIA como un instrumento al servicio de su posición opositora. Digo, la que ostenta hoy, señor Eliaschev. Es que siendo yo un demócrata, acepto, respeto y tolero que ande Ud. saltando de corriente en corriente política a lo largo de su vida todo lo que desee, tal cual en efecto lo ha hecho. Pero no utilice para sus excursiones partidistas a nuestra DAIA. Le hace daño. No a los dirigentes. Sino a la comunidad judía. Cuando nuestra independencia sirve a sus fines es ‘lógica’, y cuando no lo hace, es motivo de un agresivo usufructúo político mediático. Aunque no tengamos acceso a las vidrieras de exposición mediática que Ud. tiene, no me encontrará timorato ni silencioso ante agravios y ofensas. Es realmente triste ver cómo el atentado a AMIA/DAIA, que nos afectó a todos, aparece como funcional a quienes buscan pararse sobre los escombros y dictaminar quiénes son los dueños de la verdad y están limpios para denostar al resto” (subrayados míos).

El 11 de enero de 2013, el propio presidente de la DAIA, Julio Schlosser, fue al programa Código Político de TN y le dijo a Julio Blanck: “¿Con quién quieren que me siente a negociar, con Suecia? ¿De qué me sirve?”. Para el presidente de la DAIA, “sentarse a negociar con Irán”, en cambio, servía. Sigue hoy al frente de la DAIA.

Mezcla desafortunada de candidez, inexperiencia y alineamiento ideológico, las conducciones de la comunidad judía fueron cortejadas y mimadas por un kirchnerismo que en los primeros años no avalaba todavía la deriva antisemita de Luis D’Elía tras ser reclutado por el régimen de Irán.

Desde que, con el protagonismo alevoso de Timerman, se produjo la apertura a Irán, la colectividad titubeó y deambuló confundida. Cuando ya estaba todo cocinado, su reacción fue insuficiente e inexorablemente estéril. El Gobierno se ha manejado con sobresaliente astucia. Después de Timerman y Burstein, sólo le restaba el toque final, el agravio de los agravios, que los destinatarios de la matanza aceptaran asociarse con los victimarios. Curiosa versión criolla del síndrome de Estocolmo. Lo consumaron.

De los 257 diputados de la Cámara, se presentaron a la sesión 245 (hubo 12 ausentes). El pacto con Irán fue votado a las dos de la mañana por 131 diputados, contra 113 que se opusieron. Una curiosa cofradía le dijo voluntariamente sí a Teherán, incluyendo a los legisladores Mara Brawer, Isaac Benjamín Bromberg, Carlos Salomón Heller, Beatriz Graciela Mirkin y Adriana Victoria Puiggrós. En el Senado, ya lo habían hecho Daniel Fernando Filmus y Beatriz Rojkés de Alperovich.

Cada uno de estos argentinos ¿argentinos? (el senador Miguel A. Pichetto dixit) es dueño de su destino y de su odio consigo mismo. Tiempo al tiempo. 

© Escrito por Pepe Eliaschev el sábado 02/03/2012 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



jueves, 14 de febrero de 2013

Timerman, al pie de la letra… De Alguna Manera...


Al pie de la letra…

Timerman con su par iraní tras la firma del acuerdo.

Luego de un primer momento de confusión, incertidumbre y seguimiento ciego a las imposiciones del canciller Héctor Timerman, la AMIA en primer lugar y la DAIA en segundo lugar, volvieron sobre sus pasos y rectificaron las primeras reacciones benévolas que habían tenido para con el pacto argentino–iraní. Esto habla, primeramente, de una sensibilidad en las organizaciones, porque aunque instintivamente Guillermo Borger y Julio Schlosser parecieron avalar el acuerdo de Timerman con Irán, la reacción de los familiares de las víctimas del atentado, las encuestas de opinión en la calle judía y las reacciones de algunos columnistas, cambiaron rápidamente la bochornosa buena voluntad inicial de las dirigencias comunitarias.

En mi columna titulada “Aventura”, publicada en este diario el domingo 3 de febrero, yo había subrayado duramente la obsequiosa y lamentable predisposición de la DAIA a escuchar acríticamente el relato de Timerman justificando su pacto con Irán. Lo interesante es que esa columna mía en PERFIL suscitó airadas reacciones del vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, y del secretario, Jorge Knoblovits, que en los más gruesos términos me acusaron en sendas cartas de trabajar contra la comunidad judía. Para Wolff, en particular, yo pretendía que la DAIA fuese “un instrumento al servicio de su posición opositora. Digo, la que ostenta hoy Señor Eliaschev”. Enseguida afirmaba que yo ando “saltando de corriente en corriente política a lo largo de su vida”.

Cuando, en marzo de 2011, Timerman me acusó de “pseudo-periodista” y dijo que el acuerdo con Irán era una patraña mía, lo más grave no fue eso que dijo de mí, sino que esa misma semana viajó a Israel a proferir la misma mentira (“no hay ningún acuerdo con Teherán”) al gobierno israelí. Dos años más tarde, la primicia en PERFIL se consumó, al pie de la letra.

Tomaré las palabras de Elisa Carrió, "Timerman es un traidor a su pueblo y un obsecuente de Cristina".

© Escrito por Pepe Eliaschev el sábado 09/02/13 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.