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sábado, 3 de septiembre de 2022

La trampa está servida... @dealgunamaneraok...

 La trampa está servida... 

La diestra, siniestra. Dibujo Pablo Temes. 

La mesa está preparada para que los sectores más radicalizados dominen la escena. Hay una bomba que hay que saber desactivar.

© Escrito por Carlos De Angelis (*) el viernes 02/09/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de las/os Argentinas/os.  

Cuando alguien le apunta con un arma a la cabeza de otra persona se suspende la política. Quedan como abstracciones flotantes las instituciones y sus códigos organizadores. Es un punto de disolución de toda comprensión.

Ética y política. Si en cualquier situación la diferencia entre la vida o la muerte es todo, cuando la víctima posible es un líder político, la situación se complejiza mil veces y la probabilidad de establecer distancias analíticas se hacen mínimas. Desde ya el repudio es un deber ético, pero no puede cancelar el análisis político. La respuesta más próxima y fácil es buscar responsables y culpables, respuesta que puede ser adecuada para observar, desde una perspectiva forense, la escena donde ocurrió el intento de asesinato, pero no alcanza para tratar de entender la intensidad del fenómeno desde una mirada histórica y estructural.

Desde la perspectiva histórica no se puede obviar que lo largo del siglo XX la política argentina estuvo dividida en dos facciones: en la primera mitad del siglo entre personalistas y antipersonalistas (defensores de Hipólito Yrigoyen y sus detractores), y en la segunda mitad entre peronistas y antiperonistas. En ambas situaciones la violencia política fue casi una constante, y ambos procesos políticos fueron terminados con golpes de Estado, cárcel y persecuciones. Incluso en 1935 el senador electo Enzo Bordabehere fue muerto a balazos en el propio recinto por el ex comisario Ramón Valdés Cora.


El restablecimiento de la democracia tampoco estuvo exento de hechos de violencia, tanto por las resistencias de los militares a los juicios iniciados por Raúl Alfonsín y por las condenas subsiguientes. El peronismo quedó con una mancha indeleble por haber bloqueado una bicameral para investigar los crímenes de la dictadura.

Luego vinieron otros hechos, en parte inexplicables, como la toma del regimiento de La Tablada por parte del MTP, y las voladuras de la Embajada de Israel y la AMIA, de las cuales todavía la sociedad espera que se identifique a los culpables frente a la inacción, impericia y desinterés de la política y la Justicia. Tampoco se puede dejar de nombrar la muerte del fiscal Nisman que sigue dividiendo a la sociedad como el primer día.

Nos, los indiferentes. Evidentemente la antinomia kirchnerismo-antikirchnerismo tiñó la política argentina desde 2008, con el inicio del conflicto contra los sectores agropecuarios. Incluso la lógica del enfrentamiento encontró sustento en los escritos teóricos de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe que plantean un modelo de democracia no liberal a la que denominan “radical”. y que se basa en el “reconocimiento de la especificidad de los antagonismos constituidos a partir de diferentes posiciones de sujeto y, de tal modo, a la posible profundización de una concepción pluralista y democrática” (Hegemonía y estrategia socialista, 1987, pág. 11).

No obstante, y a diferencia de otros tiempos el antikirchnerismo encontró dentro del sistema político un efector electoral competitivo, con la emergencia de Mauricio Macri. La trascendencia de ambos liderazgos se da precisamente porque ambos agrupamientos tienen núcleos duros irreductibles (¿35, 40% en total del electorado?) mientras que el resto de la sociedad no involucrada en la maquinaria antinómica puede decidir en forma flotante, lo que da un aire competitivo al sistema electoral.


Mirar a este sector que oscila entre la indiferencia y el hartazgo puede resultar instructivo ya que puede votar a Juntos por el Cambio, sin ser macrista o antikirchnerista, o tal vez elegir al Frente de Todos, sin ser peronista o kirchnerista.

La existencia de este espacio despolarizado (¿50-60% del electorado?), fue la razón de la existencia de un Alberto Fernández como presidente, cuyo peso evidentemente cae en el momento que no puede transformar a este espacio, darle nombre propio, ni es capaz de generar políticas que den cuenta de sus demandas efervescentes, muchas de las cuales son hoy más atendidas por los referentes de JxC, antes que por los del FdT atados a recetas hoy inocuas. Pero también “los indiferentes” son la razón de ser de la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta. Como se ha podido observar estas semanas Patricia Bullrich está mejor equipada retóricamente para la confrontación total.

¡Radicalizados a confrontar! Luego de la larga siesta gubernamental de casi 33 meses, arrullado por la aflautada voz de Martín Guzmán el kirchnerismo sale del letargo, no por los problemas propios de la administración (que por otra parte se fue transformando en un lastre inexplicable) por el pedido de condena de los fiscales de la Causa Vialidad.

Este hecho es casi contemporáneo con el traspaso del timón económico a Sergio Massa. Mientras éste hace malabares tratando de poner un corsé a una economía desquiciada –y recibirá en Estados Unidos todo tipo de interrogantes políticos–, el alegato de Cristina Kirchner por YouTube (y que el TOF 2 no permitió que fuera dentro del proceso de la causa) planteó dos cosas:

1.    El Tribunal es ilegítimo (“La sentencia ya estaba escrita”).

2.   Este episodio es solo el comienzo de una lucha de largo aliento (“vienen por todo el peronismo”).


En los días pasados emergían dos estrategias posibles tras su discurso: 1) negar la actuación judicial; 2) ser la candidata en 2023. Ambas estrategias son contradictorias y tienen sus problemas, pero hoy no hay tiempo para profundizarlas.

El llamado a la movilización general de las filas del peronismo buscando un nuevo 17 de octubre también hace escalar en espejo a los anticristinistas (rama radicalizada de los anti-K) con la generación de un nuevo topos político, Juncal y Uruguay, el domicilio de la ex presidenta, espacio de acampe y pernocte de los intensos y de la insensata represión de la Policía de la Ciudad (¿No tienen personal más capacitado? Ese lugar también se transformó en la trampa que le permitió a Sabag Montiel apuntar con su arma en la cabeza de CFK (¿Dónde estaban los custodios federales?).

La mesa está servida para que los sectores radicalizados sigan dominando la escena. La Argentina tiene frente de sí un artefacto explosivo de esos como se ven en las películas del que hay que saber qué cables cortar para desactivarla. Pero esos cables deben ser cortados por la política, mejor dicho, por los líderes políticos del oficialismo y la oposición. ¿Será posible?

(*) Sociólogo (@cfdeangelis).



   

viernes, 31 de enero de 2020

El mundo según Alberto… @dealgunamanera...

El mundo según Alberto…


La política exterior llevada adelante por Alberto Fernández es el resultado de un delicado equilibrio en un mundo convulsionado. Prudencia y pragmatismo parecen ser las líneas rectoras frente a este complejo escenario.

© Escrito por Christian Gebauer, Profesor de Filosofía y Analista Internacional, el miércoles 15/01/2020 y publicado por el Diario La Vanguardia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Considerando el tema de las virtudes humanas, Aristóteles destacaba que residían en el punto medio entre dos extremos. Uno de los ejemplos que da es que la prudencia se opone tanto a la temeridad como a la cobardía. Ahora bien, el término medio es, justamente, aunque con alguna excepción, lo que define la política exterior que está llevando adelante el gobierno de Alberto Fernández.

En términos generales, hasta el momento la postura ante los conflictos globales busca equilibrar los gestos y las declaraciones. La muerte de Soleimani y el aumento de la tensión en Medio Oriente motivaron una mención a “violencia reciente”, aludiendo veladamente a la acción norteamericana, pero también un refuerzo de la protección de los activos de ese país en Argentina. Análogamente, la ministra de Seguridad se refirió relativizando a Hezbollah, mientras que el canciller lo hizo del modo contrario. ¿Fallo de comunicación interna o deseo de quedar bien con todas las partes? El cambio de actitud del propio Fernández acerca de la muerte de Nisman refleja la misma política, adscribiendo alternativamente a ambas teorías, suicidio y asesinato.

A su vez, la situación de Venezuela está directamente determinada por las superpotencias, y aquí también se verifica esta tendencia. En efecto, nuestro país se abstuvo durante la última votación de la Organización de Estados Americanos. Se trataba de reconocer a Guaidó, que obtuvo 20 votos, o a Maduro, que logró 5. Ocho países se abstuvieron, destacando Méjico y Argentina.

El término medio es, justamente, aunque con alguna excepción, lo que define la política exterior que está llevando adelante el gobierno de Alberto Fernández.

Esto representa un giro respecto a la política previa, de marcado alineamiento con Washington. Así es que la embajadora de Guaidó aceptada por Macri vio perder su status diplomático cuando Felipe Solá se hizo cargo de las relaciones exteriores. De hecho, para la asunción de Fernández ya había sido invitado un ministro de Maduro sancionado por USA. Pero ello no obsta que, para compensar, Argentina continúe en el Grupo de Lima y haya criticado la actuación del chavismo durante la última elección de autoridades parlamentarias. También se intercedió para la liberación de seis norteamericanos presos por Maduro. No sé si Aristóteles lo habrá advertido, pero el camino del medio es sinuoso.

En cierta medida, Fernández parece también seguir a otro griego, Tucídides. En el primer texto de geopolítica existente, este general ateniense se preguntaba acerca de la justicia y la fuerza, y concluía que la primera solo puede tener lugar en las relaciones internacionales cuando ambas partes se encuentran relativamente equiparadas en cuanto a la segunda. No hay posibilidad de justicia si hay un gran desbalance de fuerzas. La creación de instituciones como la ONU no ha atenuado mucho la verdad de esta afirmación, si bien la guerra puede ser hoy más económica que militar.


Es así que, en lo que hace a la política regional que no es decisiva para las potencias, Fernández ya se permite posturas más claras. Por ejemplo, cuando fue a visitar a Lula da Silva a la cárcel. El candidato peronista y Bolsonaro venían manteniendo un álgido intercambio de ataques verbales, pero este gesto fue una incursión concreta en territorio brasileño a favor de Lula. Un tiempo más tarde, horas después de que éste fuera liberado Bolsonaro autorizó una compra de trigo por fuera del arancel común del Mercosur, perjudicando a Argentina. Y a los pocos días el ministro de Economía, Guedes, se dijo favorable a un eventual tratado de libre comercio entre Brasil y la Unión Europea, lo que significaría la terminación del Mercosur.


La situación causó perplejidad, ya que es inédita, y cierta preocupación en algunos sectores. El presidente brasileño ha trazado una línea roja, significativa si el Mercosur es realmente importante para Argentina. Brasil no es hoy una potencia mundial, pero sigue siendo bastante más grande que nuestro país y su importancia para nosotros es mucho mayor que la nuestra para ellos.

Donde sí se permite Fernández tomar una postura fuerte es en relación a un país pequeño, Bolivia. Si bien las potencias tienen sus preferencias en la interna boliviana, no representa para ellas una apuesta importante. Evo Morales, por ejemplo, expulsó a la DEA y criticó muy fuertemente a Estados Unidos durante mucho tiempo, pero nunca fue sancionado por ello. Por otro lado, Rusia describe la salida de Morales como un golpe, pero no hizo nada para evitarlo. El cambio de gobierno se debe más a factores internos que externos. Es cierto que la OEA jugó un papel en ello, pero no fue decisivo. Morales había dicho que aceptaría el resultado de su peritaje, y lo hizo tras su publicación al convocar a nuevas elecciones. El principal candidato opositor, Mesa, estaba conforme con la medida, pero otros opositores tomaron las calles para presionar a Morales y capitalizar su eventual renuncia. Los mismos opositores que posteriormente pasaron a candidatearse por su cuenta.

Es así que el presidente argentino puede tomarse la libertad de cobijar al desterrado Evo y desconocer a Añez. La Casa Blanca puede mostrarse en desacuerdo, pero lo cierto es que lo de Añez es provisorio y por ahora el tiempo juega a favor de Fernández.

Argentina no tiene necesidad de alinearse en torno a los conflictos globales, solo debe atender a sus intereses. Sin embargo, también allí debe haber un equilibrio.

La constitución de un bloque político con Méjico era esperada. Por lo pronto, y como lo demuestra la votación mencionada, no tenemos simplemente una izquierda y una derecha latinoamericanas, también hay un espacio de identificación con el centro.


Descontando el episodio con Lula, el actual presidente argentino parece inspirarse en los clásicos. Una mejoría en comparación con la situación previa, si la relación con Brasil no se descarrila. Por más que el endeudamiento con el FMI requiere cierta colaboración con Washington, China es un socio comercial más importante. Argentina no tiene necesidad de alinearse en torno a los conflictos globales, solo debe atender a sus intereses. Sin embargo, también allí debe haber un equilibrio. La reciente limitación de licencias automáticas de importación podría desencadenar demandas ante la Organización Mundial de Comercio, como sucediera durante el último período de CFK. Un mundo complejo requiere una respuesta compleja, no adhesión instintiva ni egocentrismo desbocado.


Es posible que el eje con el Méjico de López Obrador, que este año presidirá la CELAC, pueda ampliarse a una suerte de internacional socialdemócrata. Esto podría suceder por intermedio de España, con cuyo líder actual, Pedro Sánchez, Fernández mantiene buenas relaciones. España está también, por ejemplo, en cierta medida enfrentada con el gobierno de Añez. El futuro dirá.



domingo, 26 de enero de 2020

El sinuoso camino de Alberto Fernández… @dealgunamanera...

El sinuoso camino de Alberto…

Axel Kicillof. Dibujo: Pablo Temes

La economía marcará el éxito o el fracaso del Gobierno, aunque para eso se necesita certidumbre política, algo que hoy no posee.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 26/01/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Es una foto que habla. Fue tomada en las horas previas a la partida de Alberto Fernández hacia Israel. Se ve a Cristina Fernández de Kirchner en el momento de firmar el libro de traspaso del mando. A su lado, el escribano general de gobierno, Carlos Gaitán. La vicepresidenta sonríe y el escribano también. Es una ceremonia que, en realidad, es un trámite que, a partir de un decreto publicado en el Boletín Oficial el lunes pasado, se ha simplificado y ya no exige la presencia del Presidente y del vice para su validación.   

Pero –siempre hay un pero cuando se trata de CFK– lo curioso y singular es el lugar: no es el despacho que la vicepresidenta ocupa en el Congreso; no es tampoco la Casa de Rosada; no es ni siquiera un despacho oficial: es el despacho de CFK en el Instituto Patria. Hace acordar a cuando se hacía llevar los diarios en el avión presidencial desde Buenos Aires a El Calafate. Las conductas de CFK no han cambiado.

Israel. Al Presidente le fue bien en Israel. Fue una buena decisión suya la de participar en las ceremonias oficiales de conmemoración de los 75 años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, emblema de las atrocidades cometidas por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.

Lo más importante fue mostrarle al mundo que, al menos en la condena a ese hecho repugnante y trágico de la historia, hay en la Argentina una política de Estado. No es un tema menor.

Eso no significa que las diferencias con Israel se hayan extinguido. Algunas se corrigieron rápidamente en estos días tras la rectificación que debió hacer la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, que había afirmado que “mantener a Hezbollah como una organización terrorista es comprarnos un problema que no tenemos (sic)”.  

Y claro que esas diferencias se extienden a la muerte de Alberto Nisman –un magnicidio institucional– y al sabor amargo que dejó para las relaciones entre los dos Estados el fallido memorándum entre la Argentina e Irán, fogoneado por CFK y su difunto ex canciller Héctor Timerman. Y, hay que decirlo, son diferencias nada sutiles.  

En la reunión –y posterior discurso– entre Alberto Fernández y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, no faltaron las palabras referidas a la necesidad de mantener el compromiso en busca del esclarecimiento del atentado contra la AMIA.

La confirmación de ese compromiso es –sin duda– algo valioso pero hay que recordar que otros ya dijeron lo mismo, con las mismas palabras, el mismo énfasis y, lamentablemente, el mismo resultado: la nada misma. A 28 años del ataque terrorista contra la Embajada de Israel, a 26 del atentado contra la AMIA y a cinco del trágico final de Nisman hay un denominador común: el fracaso.

El caso Nisman ha dejado al Presidente en una situación incómoda. Y lo mismo vale para la Justicia.

Buena impresión. En su primera experiencia internacional, AF produjo una buena impresión, mucho mejor que la que solía producir CFK. A la entonces presidenta no la soportaba nadie. Es cierto que no le costó mucho lograrlo: hizo falta tan solo un poco de sentido común y buenos modales. Hay, además, una necesidad de aceitar la buena relación del Presidente con los líderes mundiales. Es una necesidad que tiene una explicación muy simple: la deuda de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional y los bonistas. De eso habló con ellos en las pocas palabras que cruzó a lo largo de su corta estadía en Jerusalén.

Lo que los líderes a los que vio –y a los que va a ver en la semana entrante–  se preguntan es si el Presidente es quien está en control del Gobierno o es la vicepresidenta. Y esa pregunta aún no tiene respuesta.

El Presidente viene desandando un camino sinuoso. Y ese camino sinuoso tiene consecuencias no solo políticas sino también económicas. Una de esas sinuosidades se da en los nombramientos. Que el titular de la Inspección General de Justicia sea el abogado Ricardo Nissen, el apoderado de Máximo y Florencia Kirchner en la causa Hotesur, es lisa y llanamente un verdadero disparate. “Cuando hay una causa que involucre a Hotesur me abstendré”, dijo Nissen para responder a las críticas que generó su designación. ¿Puede alguien sensatamente creer que eso será así?

Justicia. Gustavo Beliz sigue trabajando en el tema judicial. Habrá un proyecto de reforma de la Justicia Federal, un fuero que  necesita cambios. La incógnita es hacia dónde irán esos cambios. Si el objetivo es diluir el poder actual de los jueces para favorecer a CFK y compañía, nada habrá cambiado. No es eso lo que Beliz quiere. Lo mismo dice el Presidente. Pero habrá que ver qué es lo que la vicepresidenta quiere.  

Guillermo Nielsen es un ejemplo de las consecuencias que genera la duda sobre el real poder de AF. A su paso por el Foro Económico de Davos dejó conceptos que despertaron el interés de muchos de los que lo escucharon. Esos muchos le creen a Nielsen y comparten sus diagnósticos y sus planes. Lo que no saben –y se preguntan– es si en el Gobierno le creen o no, si valoran sus iniciativas o no, si sus proyectos son prioritarios o no.

Otro foco de tensión interna es la provincia de Buenos Aires. Axel Kicillof sigue demostrando haber aprendido poco de sus gruesos errores del pasado. Cree que apurando a los acreedores con bravuconadas los va a acorralar para que depongan sus exigencias en relación con el pago del bono 2021 por 250 millones de dólares, que vence a fin de este mes.

Lo peor es que eso se traduce también en tensiones con el ministro de Economía, Martín Guzmán. “O me dan la plata para pagar o no lo pago”, dijo el gobernador bien fuerte para que se enterara el que quisiera dentro del gobierno nacional.

El asunto es de gran importancia no solo para el caso en sí sino también para toda la renegociación con el Fondo Monetario Internacional. Y esa negociación es clave para poder aspirar a transformar la Argentina en un país atractivo para los inversores, algo que hoy no es.

Será la economía uno de los puntos claves –aun cuando no el único–que marcarán el éxito o el fracaso del gobierno de Alberto Fernández. Y no habrá posibilidad de éxito económico si no hay certidumbre política, esa que hoy le falta al Gobierno.





domingo, 19 de enero de 2020

El día que Pepe Eliaschev anticipó el pacto con Irán... @dealgunamanera...

El día que Pepe Eliaschev anticipó el pacto con Irán en Perfil…

Datos. Todo el proceso que termina en la denuncia de Alberto Nisman comienza con un artículo de Pepe Eliaschev en Perfil en marzo de 2011. El periodista no pudo ver que su artículo fue fundamento de la Justicia. Foto: CEDOC.

El periodista fue el primero en revelar la trama secreta que derivó en el Memorándum que se firmaría dos años más tarde. Nisman reconoció no haberla tenido en cuenta.

© Escrito por Julian Grinblat el domingo 19/01/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El sábado 26 de marzo, Pepe Eliaschev demostraba que para hacer buen periodismo (y buena escritura, en general) no es necesario apelar a recursos impactantes. A veces, basta con brindar una información con economía de recursos, tal como la recibió y chequeó el periodista, para conmover a toda una sociedad. Comenzó su artículo con los siguientes dos párrafos, como un estilete: “El gobierno de la presidenta Cristina Kirchner estaría dispuesto a suspender, de hecho, la investigación de los dos ataques terroristas que sufrió este país en 1992 y 1994, en los que fueron destruidas las sedes de la embajada de Israel y de la AMIA en Buenos Aires, según revela un documento hasta hora secreto, recientemente entregado por el ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica de Irán, Alí Akbar Salehi, al presidente Majmud Ajmadineyad. Para la diplomacia de Irán, las investigaciones argentinas habrían quedado cerradas. El canciller iraní le asegura en su informe al presidente Ajmadineyad que “la Argentina ya no está más interesada en resolver aquellos dos atentados, pero que en cambio, prefiere mejorar sus relaciones económicas con Irán”.

La información dada por el periodista había llegado a la tapa del diario. El artículo se llamó “Argentina negocia con Irán dejar de lado la investigación de los atentados”. Los sucesos posteriores demostraron el rigor con el que trabajó el colega. Y también funcionaron como un detector de síntomas (sociales y políticos), que demuestran cómo actúa la sociedad y sus representantes.

El mismo Alberto Nisman en un primer momento descartó lo publicado por Perfil. El canciller Héctor Timerman reaccionó duramente y mantuvo una polémica pública con Pepe. Lo cierto es que el artículo contaba con información y datos, tenía detalles de encuentros con precisión: el informe secreto, al que ha accedido PERFIL porque ha comenzado a ser analizado en las cancillerías de varios países, fue redactado luego de la reunión que el canciller argentino, Héctor Timerman, mantuvo con su contraparte de Siria, Walid al-Mohalem, y con el propio presidente Bashar al-Assad el 23 y 24 de enero último en la ciudad siria de Alepo.

“El gobierno de la presidenta Cristina Kirchner estaría dispuesto a suspender, de hecho, la investigación de los dos ataques terroristas que sufrió este país en 1992 y 1994”

Sugestivamente, Timerman se apartó de la delegación argentina que encabezó Cristina Kirchner en Kuwait, Qatar y Turquía, para conversar con el dictador sirio en una ciudad convenientemente ubicada a 400 kilómetros de la capital, Damasco. El cable de la agencia oficial de noticias siria dijo en ese momento que Timerman y Al-Assad abordaron el proceso de paz en Medio Oriente “paralizado a causa de las políticas israelíes y el fracaso que ha demostrado la administración estadounidense en presionar a Israel para que cumpla con la legalidad internacional”.

Memorándum. Eliaschev daba detalles de cómo se habría urdido el entendimiento. Señalaba vinculaciones comerciales detrás de la firma, dos años más tarde, se firmaba el Memorándum de Entendimiento con Irán. Fue votado y aprobado por el Poder Legislativo en 2013. El Memorándum constaba de nueve puntos, entre los cuales se destacaba la creación de una Comisión de la Verdad, que estaría compuesta por juristas internacionales para cooperar con la investigación. Además, establecía que el juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Alberto Nisman, argentinos, podrían interrogar a los sospechosos iraníes con notificación roja de Interpol.

En su momento, Cristina Kirchner consideró que el acuerdo era un paso histórico para el esclarecimiento de la causa AMIA. Mucho más tarde, en su libro Sinceramente, la actual vicepresidenta consideró que era una “ingenuidad” haber firmado el Memorándum, más allá de la denuncia por traición a la patria que hizo el fiscal en 2015 pocos días antes de morir.

Polémica. Timerman sostuvo por entonces una polémica con Eliaschev. Ajmadineyad era el presidente de Irán.

La fuerza del texto de Eliaschev seguía siendo contundente. Y usaba el mismo significante: ingenuidad: “Según las conclusiones de la inteligencia iraní, que hace suyas la cancillería de Teherán, el gobierno argentino habría renunciado a llevar ante la Justicia al actual ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, y otros funcionarios iraníes sospechados de complicidad en esos episodios terroristas. La cancillería iraní considera que si estos temas son dejados de lado, ambos países pueden encarar una nueva etapa que permita superar dos décadas de frialdad total, lo que permitiría a Irán recuperar terreno en el desarrollo de unos vínculos que se han venido de todos modos fortaleciendo en los últimos años. El informe secreto iraní, filtrado al exterior por medios opositores al régimen de Teherán, subraya el interés del régimen fundamentalista en la situación del ministro de Defensa, Vahidi, un personaje clave en el esquema de poder, ya que era el comandante de la llamada Fuerza Quds de los Guardias Revolucionarios cuando la embajada israelí en la calle Arroyo de Buenos Aires fue demolida con un coche bomba en marzo de 1992. Siguió ostentando esa posición militar clave en julio de 1994, cuando el turno le tocó a la AMIA.

“El informe secreto al que ha accedido Perfil, porque ha comenzado a ser analizado en las cancillerías de varios países, fue redactado luego de la reunión con el canciller”

Las propias investigaciones que se hicieron en la Argentina detectaron años después que Vahidi fue uno de los principales organizadores de estos ataques, de los que el gobierno iraní ha tratado de despegarlo hace ya años, pero sin éxito. En sus recomendaciones a Ajmadineyad, el canciller Salehi propone que autoricen a su contraparte argentina para solicitarle que revoque las órdenes de arresto que el Gobierno ha solicitado a Interpol contra Vahidi y otras figuras prominentes del régimen. El informe que ha trascendido sostiene que para la inteligencia iraní ya es un hecho que, incluso si una tercera parte demandara secretamente la extradición de Vahidi, la Argentina lo rechazaría. El ministro de Defensa incriminado ya puede viajar al exterior sin problemas, porque el asunto de los ataques contra la Argentina ha quedado muy olvidado a nivel mundial y a nadie le interesa mucho, ni siquiera a Interpol.


El blanqueo de Vahidi es un asunto delicado que solo puede prosperar si la cuestión permanece en la oscuridad o se mantiene en silencio, dicen fuentes familiarizadas con estos sombríos espacios de marginalidad internacional. En Teherán, lejos de toda ingenuidad, saben que el gobierno argentino jamás admitirá este retroceso en público y menos aún que ha cambiado de posición”.

Comunidad. La nota también tenía otro efecto esclarecedor. Analizaba cómo afectaba a la comunidad judía: “En su ahora filtrado documento secreto a Ajmadineyad, el canciller Salehi elogia la estrategia –originalmente concebida por el llamado “Líder Supremo”, Alí Jamemei, y luego adoptada por el gobierno iraní– de no ceder a las acusaciones argentinas. Dice Salehi que fue un acierto no cooperar con la Justicia argentina durante esas investigaciones, que siempre terminaron abortadas.

Un poco de historia. Los seguidores del tema dicen recordar que luego de la sorprendente sentencia exculpatoria de la conexión local emitida por el Tribunal Oral Federal Nº 3, el entonces canciller Rafael Bielsa habría admitido en privado la existencia de una política de acercamiento de la Casa Rosada con Irán. E, inclusive, habría dado a entender que había un intermediario trabajando secretamente para lograr el reconocimiento argentino al Estado palestino, lo que finalmente anunció el actual canciller Timerman. Todo parecería revelar una clara diferencia entre la postura pública de los Kirchner y su proclamado acercamiento a Israel y a la comunidad judía argentina, y las claras muestras de acercamiento a Irán, Siria y –en cierto modo– Libia, con cuyos regímenes el kirchnerismo tiende a sentirse más cercano. En el acto del 17 de marzo, en recordación del 19º aniversario del atentado contra la embajada de Israel, los asistentes vieron a Timerman del brazo con Sergio Burstein, a quien invitó oficialmente a que participe de su próxima gira a Israel. Burstein no solo no es formalmente dirigente de la comunidad judía, sino que sus vínculos con los Kirchner no son un misterio para nadie. Pero ahora el delicado problema que confrontaría la Casa Rosada es que Timerman está en vísperas de un viaje a Israel y Cristina Kirchner siempre se ha preocupado por mostrar una imagen pública de simpatía y comprensión”.

“En Teherán, lejos de toda ingenuidad, saben que el gobierno argentino jamás admitirá este retroceso en público y menos aún que ha cambiado de posición”.

Pepe Eliaschev murió el 18 de noviembre de 2014. Casi inmediatamente después se desató el proceso de la denuncia de Alberto Nisman que, antes de morir, reconoció que le hubiera gustado darle el reconocimiento por ser el primero que mencionara el tema.

La denuncia abrió una de las ventanas para el reconocimiento de la verdad, que sigue vigente. En marzo de 2011 se publicó en las páginas de este diario una investigación cuyas consecuencias cambiaron la política argentina de los últimos años.

En un principio, Nisman desestimó la investigación.

La primera reacción del entonces fiscal de la UFI AMIA, en pleno marzo de 2011 fue muy diferente a la que haría cuatro años más tarde. En un reportaje concedido al periodista Hernán Dobry dijo que: “El hecho que plantea la nota (de Eliaschev) es absurdo, descabellado y de imposible cumplimiento. Hacía tiempo que no leía algo tan disparatado”.

Argumentó sus presunciones con el siguiente comentario: “Los iraníes no resultan creíbles en nada de lo que dicen y hacen, pero no me sorprende que puedan plantear algo así. Ellos creen que todo se maneja como su gobierno teocrático en donde el líder espiritual dice algo y todo el mundo obedece. Yo ya expliqué que no es así, que el Poder Judicial se maneja por unos carriles, el Poder Ejecutivo por otro, y hay una investigación independiente ajena al Poder Ejecutivo más allá de que ese poder ha hecho mucho reclamando las extradiciones y las capturas y juicio en un tercer país”.

También opinó que: “Es absolutamente imposible que el Ejecutivo ejerza una acción así. No basta una orden de ese poder para que un fiscal deje de investigar, para que un juez deje de hacerlo. Esto no es así. Podrá ser en Irán, pero aquí no puede ser. Para que quede claro: es absolutamente falso que el Gobierno esté detrás de eso. Pero para seguir por la vía del absurdo, si fuera cierto es algo totalmente imposible. Es como si yo dijera: me subo arriba de una escalera y voy a tapar el sol con las manos. Es de locos. Y me llama la atención en este periodista que no conozca una circunstancia así. Puede haber un documento de los iraníes que afirme que es una negociación política”.

Antes de morir, el mismo fiscal reconoció que el periodista tenía razón.





sábado, 10 de agosto de 2019

Un "acto intimidatorio" ante una obra de humor sobre Nisman... @dealgunamanera...

Un "acto intimidatorio" ante una obra de humor sobre Nisman...


Cinco policías fueron al teatro a pedir el guión de "La noche en que Pepe Arias veló al fiscal". Un "acto intimidatorio" ante una obra de humor sobre Nisman Agentes de la Policía Federal se presentaron en el teatro La Máscara e “intimaron” al dramaturgo Carlos Balmaceda. “¿Cuál puede ser el sentido de exigirle a un autor que entregue su obra como si se tratara de la prueba de un delito?", preguntó Balmaceda. La denuncia fue por discriminación.

© Publicado el sábado 10/08/2019 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En un operativo que roza la censura previa contra una obra artística, la Justicia contravencional porteña y la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal “intimaron” al dramaturgo Carlos Balmaceda a entregar el guion de su obra “La noche en que Pepe Arias veló al fiscal”, y que refiere de manera humorística al fallecido Alberto Nisman.

Como él se negó, los miembros de la fuerza que depende del Ministerio de Seguridad le advirtieron que lo convocarían a sede judicial y “deslizaron que me podrían allanar la casa buscando el guión”. “Me pareció un acto absolutamente intimidatorio”, definió el artista durante una entrevista radial.

El requerimiento judicial indica que la orden fue dada por la Fiscalía Penal y Contravencional de Faltas 22 –Discriminación- por una posible violación del artículo 3 de la ley 23.592, que penaliza la propaganda que tenga “por objeto la justificación o promoción de la discriminación racial o religiosa”.

Balmaceda no fue informado de quién le hizo la denuncia pero aclara que el espectáculo que refiere a Nisman –y que fue estrenado el 18 de julio pasado, fecha del 25º aniversario del atentado contra la AMIA- no tiene nada que ver con la discriminación ni el antisemitismo.

Según describió, la obra habla sobre “el fiscal, la invención sobre su muerte y las versiones que insisten en el comando iraní venezolano”. Tiene “una parte musical” y “está sostenida sobre el humor negro, el sarcasmo y la ironía”. Desde esa perspectiva, “yo salí a dar una respuesta teatral sobre e ese hecho y sobre la voladura de la AMIA”, explicó.

Como si fuera poco, “La noche en que...” se presenta con una dedicatoria previa a los hermanos Salomón, que habían sido detenidos tras ser acusados por el Ministerio de Seguridad como presuntos “terroristas de Hezbollah. También “a la memoria del ex canciller Héctor Timerman y a la lucha del heroico pueblo palestino”, enumeró el director. “Es más –añadió-, los policías vieron la obra, les gustó, y deslizaron que no les pareció discriminatoria.”

Balmaceda sostuvo que uno de los motivos por los que no entregó el guion es porque “se trata de un material que es de público acceso” que está en la sede de la Sociedad Argentina de Autores (Argentores), donde fue registrado.

Pero, además, “¿cuál puede ser el sentido de exigirle a un autor que entregue su obra como si se tratara de la prueba de un delito? ¿En qué estado de derecho es admisible un atropello de esta naturaleza?”, se preguntó a través de un comunicado en el que también consideró que “el gobierno cambiemista, con Patricia Bullrich a la cabeza, ha ido muy lejos en su afán persecutorio”.

Para él, “lo realmente grave” es que “teniendo o no el guion, ¿quién determina si una obra de arte tiene componente discriminador, racista o que es peligroso?”.

Balmaceda aclaró que, a pesar de las amenazas, asistirá a la fiscalía el próximo lunes y sospecha que allí le “dirán que se trata de una denuncia anónima, privada, de alguien que creyó advertir” un acto discriminatorio “y luego alegarán que la fiscalía solo es un eslabón técnico judicial que solo procede con un trámite legal”. Pero “no es así, ustedes han instalado este clima de persecución y muerte”.

“A la obra la voy a seguir haciendo”, dijo y estimó que la denuncia tendría origen en una serie de publicaciones on line sobre ella. “Aparentemente ellos, y no sabemos quiénes más, hicieron un seguimiento de videos que yo hice de la obra”, estimó.

“Lo que ocurrió también indica que cuando uno toca determinados temas sobre un escenario” y sufre “una intimidación” por ello, “toma un buen camino”, porque le permite detectar cuáles son los asuntos más sensibles para determinados sectores.

En este sentido agregó: “’La noche que Pepe Arias veló al fiscal’ seguirá representándose con toda su carga de sarcasmos, ironía y humor negro, haciendo lo que el teatro político tiene que hacer. Hacer que duela, que se sepa, que al menos desde esa misa que es el teatro, la verdad se cuele por los intersticios del poder”.