domingo, 21 de junio de 2015

Copa América... Argentina 1 vs. Jamaica 0... @dealgunamanera...

Pudo ser fiesta, pero volvió a quedar en deuda…


El equipo no pudo desplegar todo su potencial y repitió errores como en los partidos anteriores. El único gol lo convirtió Gonzalo Higuaín, para darle el primer puesto de la zona B. El rival de cuartos de final se conocerá hoy.

Juegan Argentina y Jamaica y vos sos argentino. Entran a la cancha Messi, Di María, Pastore y compañía contra una banda de entusiastas grandotes caribeños. Te invitan a la fiesta. Imaginás que te vas a encontrar con una entradita de salmón ahumado o gambas al ajillo, y después tal vez un lomo a la pimienta, una trucha a la manteca negra con alcaparras y puré duquesa o ranas a la provenzal. Te creés que el vino va a ser Rutini, ponele, o un Escorihuela Gascón, y que de postre habrá frutos del bosque con helado de crema americana. Vas, mirás, olés y algo de eso te sirven, pero apenas te dejan probar un poquito, no pasás de la degustación. Esas cosas te ocurren con la Selección Argentina. Se dieron contra los paraguayos y te volvieron a pasar ayer. Te amenaza con el banquete y te termina dejando medio vacío, con gusto a poco.

Es cierto que el equipo argentino consiguió el cuádruple objetivo: 1) ganar el partido; 2) clasificarse en primer lugar de la zona; 3) que no se lesionara ningún jugador; 4) que no recibiera amarilla ninguno de los que estaban en capilla.

Y una mirada resultadista llevaría a pensar entonces que está todo bien, que no hay nada de qué quejarse. Pero si se rasca un poco, si se sale de lo superficial quedará claro que se desaprovechó una gran oportunidad de lograr una goleada, elevar la autoestima y avisarles a los contrarios que tengan cuidado. Vale decir, algo de lo que sí hizo Chile en su partido contra Bolivia.

El equipo de Martino pudo haber goleado porque oportunidades no le faltaron. Después del gol (una buena media vuelta de Higuaín luego de un pase lateral de Di María), el mismo Higuaín metió un tiro en el travesaño, Di María metió un zapatazo que rebotó en el horizontal, y el arquero atajó dos pelotas dificilísimas ante remates de Di María, Messi (gran volada hacia atrás en un tiro de emboquillada) y Pastore.

Pero la goleada no llegó. Como ante Paraguay o ante Uruguay, generó muchas llegadas, pero concretó pocas. ¿Mala suerte? Sí, puede ser. Pero problemas de definición también hubo: un pase de más, un tiro apresurado, un remate al arco cuando había un compañero mejor colocado.

Y lo peor de todo es que, como no se convirtieron los goles, el equipo terminó apretado, asustado, comprometido con los centros de un rival muy inferior que se agrandó en el final del partido. Bastó que los jamaiquinos cambiaran sobre el final el plan A (tratar de que no los goleen) por el plan B (má si, vayamos un poco al frente) para que la Selección Argentina se derritiera en el fondo, mostrara grietas, inseguridad, susto. El síndrome de Paraguay, volviendo a las cuestiones psicológicas que tanto juegan en el fútbol. Fueron cinco, diez minutos que causaron estupor.

Esos mismos rivales que en el primer tiempo no habían pasado la mitad de la cancha, esos mismos que mostraban su torpeza con algunas faltas ingenuas, esos que sólo mostraban buena voluntad, de pronto pasaban al ataque, llegaban hasta el fondo y metían la pelota en el área. Los fantasmas de Paraguay entraron a la cancha, al punto que en una jugada se dio una situación de flipper entre tres defensores argentinos, que querían sacar la pelota del área y mandarla a Puerto Montt.

Algo de responsabilidad se les puede achacar a los técnicos, que sacaron a Pastore (que no estaba jugando tan bien como contra Uruguay, pero no desentonaba) y pusieron a Pereyra, con lo que se perdió algo de posesión de la pelota. Pero no se debe caer sólo sobre Pereyra; todos se cayeron en picada y cuando entró Tevez el equipo ya estaba deshilachado.

Lo flojito de ese final terminó opacando los buenos momentos que produjo el equipo en la primera parte, en la que se empezó a cumplir con el trámite de liquidar el partido en el marco de algunos toques de lujo y buenas triangulaciones para atravesar una férrea defensa rival. Pudo ser fiesta, pudo ser goleada, pero quedó gusto a poco. Muy poco.


Estadio: Sausalito (Viña del Mar).

Arbitro: Julio Bascuñán (Chile).

Gol: 10m Higuaín (A).

Cambios: 58m Pereyra por Pastore (A), 70m Taylor por Hector, Dawkins por Laing (J) y Tevez por Higuaín (A), 77m Barnes por Brown (J), 83m Lamela por Di María (A).


© Publicado el domingo 21/06/2015 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 





Dedo mata voto… @dealgunamanera...

Dedo mata voto…

Vía muerta, Florencio Randazzo. Dibujo: Pablo Temes

El efecto Zannini no sólo se sintió en el kirchnerismo. El PRO y sus raras decisiones.

Cristina Fernández de Kirchner nunca imaginó que Florencio Randazzo reaccionaría tan mal ante la orden de bajar su precandidatura presidencial y contentarse con una candidatura para la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Por eso el viernes en la Babel de Olivos se vivía un clima de gran tensión. La Presidenta estaba furiosa por dos razones: una, la complicación política que produjo el portazo del por ahora ministro de Interior y Transporte en el armado electoral de la provincia de Buenos Aires; la otra, una cuestión de imagen. Vayamos por partes. La idea de la jefa de Estado era evitar las internas.

Por eso bajó a Randazzo de la carrera presidencial y le ofreció la candidatura a la gobernación en una fórmula compartida con Wado de Pedro. Las encuestas indicaban que esa fórmula tenía el triunfo asegurado. El inesperado desplante del ministro obligó a idear una ingeniería electoral para la que en lo alto del poder no estaban preparados. Esa ingeniería incluyó dar de baja de la postulación a vicegobernador a De Pedro.

Respecto de la cuestión, una voz que sabe lo que pasa en las entrañas del randazzismo afirma que “una cosa es segura: que le haya dicho que no a Cristina en la forma que lo hizo y que encima toda la oposición haya salido a bancarlo como un paladín de la coherencia no va a ser gratis. No esperábamos esa reacción. Fue un error de cálculo porque Cristina quedó como la déspota y él salvó la ropa puertas afuera, pero se quemó puertas adentro. No hay tuit ni declaración que pueda revertir esta situación”.

En su intimidad, Randazzo sabía que la Presidenta se inclinaría por Daniel Scioli. El ministro conocía las encuestas que se manejaban en el centro del poder. Esas encuestas coincidían en señalar el liderazgo del gobernador. “Hubiéramos necesitado algunos meses más con sucesivas reaperturas de ramales ferroviarios para acercarnos más en los números y tener chances ciertas de ganar la interna”, confiesa una fuente del ministerio. Esa realidad había sido hablada también con Zannini. De todos modos, la forma como se comunicó la decisión presidencial de encumbrar a Scioli sorprendió y malhumoró a Randazzo.

La jugada de Cristina Fernández de Kirchner de elegir a dedo la fórmula presidencial del Frente para la Victoria pone fin a la vida democrática de su partido y deja al desnudo su absolutismo. Que el compañero de fórmula de Scioli sea Zannini demuestra que, al día de hoy, la Presidenta se siente segura del triunfo del kirchnerismo. Zannini no le suma votos a Scioli y sí, en cambio, le asegura a la jefa de Estado la posibilidad de mantener una cuota de poder una vez que deje el gobierno. Como dijo Máximo Kirchner en su primera aparición pública en noviembre de 2014, “dejaremos el gobierno pero no el poder”.

Por estas horas Randazzo y su gente no la pasan bien. Hasta el jueves muchos creían que podría llegar a diciembre, pero los reportes que llegan desde distintas estructuras del Gobierno y de sectores bajo la órbita del propio ministro (trenes, CNRT, etc.) son desalentadores. Una fuente de Transporte que pidió reserva de su nombre expresó con preocupación: “Le están poniendo cada vez más áreas en contra, muchos se preparan para darse vuelta y desconocerlo, otros intentarán hacer la plancha hasta donde puedan”. Desde otros sectores del ministerio, el panorama no es diferente: “La fecha no es diciembre, lo van a hacer renunciar, lo que se dice aquí adentro es que no pasamos de la semana que viene”, describió otra fuente con preocupación.

Reacción. Mauricio Macri pareció haber reaccionado sobre la hora ante una pasividad incomprensible frente al crecimiento de Scioli en las encuestas. El efecto Zannini también llegó al PRO, que volvió sobre sus pasos e incluyó a Gabriela Michetti en la fórmula presidencial. Marcos Peña no le aportaba nada. Hay una endogamia en el PRO que es producto de una falta de estructura el partido, circunstancia que lo obliga ineludiblemente a concretar alianzas a las que después, paradojalmente, terminan desestimando o depreciando. La elección a gobernador en Santa Fe así lo muestra.

Más allá de Miguel del Sel, la performance del PRO fue decididamente mala. En la intención sucedió algo similar con la fórmula que competiría por la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Macri bajó a Cristian Ritondo como compañero de María Eugenia Vidal y, en acuerdo con Ernesto Sanz, colocó al radical Daniel Salvador, un hombre que conoce la provincia pero es desconocido para la mayoría de sus habitantes. Sin embargo, el distrito más importante del país no se gana con buenas intenciones.

“Hicieron esta jugada temerosos de que el radicalismo no traccione a su favor. En la provincia la UCR va a mirar esta elección desde la tribuna. No veo que Sanz ponga todo el fervor necesario para esta campaña. Él podría intentar movilizar toda la estructura provincial y no lo está haciendo. Parecería que está a media máquina, sólo para cumplir”.

El que habla es un radical que conoce muy bien el distrito, caminó la provincia y fue diputado nacional. Reconoce, además, que hoy la UCR no tiene dirigentes importantes a nivel provincial, falencia tanto del PRO como del partido de Elisa Carrió. Lo que se esperaba del radicalismo es que hubiera un aporte de fiscales para todas las mesas del distrito bonaerense: eso hoy está en dudas. “No hay enojo. Hay desilusión ante una fórmula desangelada. Vidal puede ser muy capaz, pero no tiene estatura para este desafío”.

La demora de Sergio Massa de dar a conocer la integración de sus listas de candidatos volvió a mostrar las dificultades de una fuerza que dilapidó gran parte de su potencial político.

Todo este azaroso proceso del armado de las nóminas de candidatos ha dejado, como corolario, un mensaje: en la vida de las agrupaciones políticas de nuestro país vale más el dedo del que manda que el voto de sus militantes. En ese marco, no debe sorprender el nivel de personalismo y tendencia al absolutismo que exhibe la democracia argentina.

Producción periodística: Guido Baistrocchi, con la contribución de Santiago Serra.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 20/06/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

sábado, 20 de junio de 2015

La toma del poder… @dealgunamanera...

La toma del poder…

Zannini. ¿Podrá o logrará Scioli transformarlo en otro Mariotto? Foto: Cedoc Perfil

Una vez que fracasó el proyecto de “Cristina eterna”, se obsesionó por mantener lo conseguido.

El liderazgo carismático es fastuoso, colorido, escenográfico. Tiene más que lo que la República ofrece como simbolismo abstracto o panteón nacional. Roberto Rossellini, el gran director italiano, filmó La toma del poder por Luis XIV, una película cuyo título ya es significativo: por herencia, Luis XIV era sucesor indiscutido, pero debió construirse como figura para tomar realmente el poder. En una escena inolvidable, el joven rey decide los detalles de las ropas que vestirá en la Corte, singularidades estilísticas de una majestad nueva y personal.Seguramente, la Presidenta aprende estas cosas en Game of Thrones, no en Rossellini.

El poder puede heredarse. El carisma, en cambio, sólo se traspasa si se cumplen condiciones que han sido vastamente explicadas por la teoría política. El pasaje de un gobernante carismático a un gobernante legítimo, pero despojado de los sortilegios del carisma, implica dificultades y rituales. Cuando murió Néstor Kirchner, muchos nos preguntamos si su esposa renovaría el aura del jefe desaparecido. Nos preguntamos también si conservaría la potencia de mandar y ser obedecida.

Cristina hizo una prolongada ceremonia del luto: velorio con miles de fieles (incluyendo jefes de Estado, Tinelli y Maradona), Ave María de Schubert cantado a capella por el hermano de un funcionario de los medios públicos, multitudes en la Plaza, bóveda en Río Gallegos. En el centro, Cristina, cubierta de paños negros, el color que la protegía como heredera y la engalanaba.

Hasta que las cosas no cambien mucho, lo que hagan los peronistas se relaciona con "la realidad" de todos.

Tuvo éxito. Se convirtió en una figura doble: Viuda y Líder. Habría podido suceder que las dos caras de esa figura doble no coincidieran de modo tan impecable. Sin embargo, dosificó el dolor y la decisión de modo tal que la supuesta debilidad de la Viuda potenció la fortaleza demostrada por la Líder, y la soledad de una multiplicó la fortaleza de la otra. Una mezcla de tragedia y marcha triunfal.

Es cierto que tuvo un séquito de seguidores fieles que, como no estaban en condiciones de disputar el  liderazgo, consideraron que la fidelidad les daba más ventajas. Además, el derecho de sucesión fue confirmado, como se confirma el carisma en sociedades modernas, por  las elecciones de 2011. 

Hasta allí la sucesión carismática tenía bases que habían sido construidas antes de la muerte de Néstor y, muy probablemente, sin pensar en tal eventualidad. Se trataba simplemente de un anillo de Moebius, sobre el cual marido y mujer planearon sucederse indefinidamente, respetando la forma de la letra constitucional. Mezclaban la sucesión por traspaso de los atributos del poder con la sucesión por elección democrática. Esa mezcla no nos gusta nada a quienes valoramos el espíritu republicano, seamos de derecha o de izquierda (empleo estas denominaciones no para irritar a los asesores amarillos, sino copiando los adjetivos que se usan en casi toda Europa y algunos países de América Latina: son abreviaturas políticas).

Pero la cinta de Moebius fue cortada por la muerte de Néstor y, desde entonces, Cristina estuvo obsesionada por una sucesión que le permitiera conservar el poder, una vez que fracasó el electrizante proyecto que la instalaba como “eterna”. Es interesante que los kirchneristas que llegan del Partido Comunista a calentarse bajo el sol sean los que han demostrado un desprecio tan cínico ante la palabra eternidad, cuyo ejemplo está en la isla de Cuba, donde también la sucesión pasó por el derecho de sangre de hermano a hermano.

Los teóricos señalan una forma especial de traspaso del carisma que es a la vez simbólico y refrendado por el voto de los súbditos (o ciudadanos). Se asegura la cualidad al nuevo líder, pero este reconocimiento, en vez de provenir de la gracia de Dios, proviene de la gracia del pueblo. Nada asegura que ese pueblo refrende una segunda sucesión carismática, simplemente por portación de documento de identidad. Tampoco es seguro que el carisma no se pulverice al estar separado del poder. Carisma y poder se necesitan, aunque la supervivencia carismática de Juan Domingo Perón indica otras, muy difíciles, alternativas. 
La Presidenta, que es inmediatista, para evitarse estos problemas, resolvió estar material y simbólicamente presente en la fórmula presidencial que une a Daniel Scioli y a Carlos Zannini.

Si Scioli fuera capaz de “mariottizar” a Zannini, es decir, de neutralizar su tarea de convertir al presidente en un delegado de la ex presidenta, la batalla la ganaría la paciencia fría y estólida del gobernador. Si Zannini convierte a Scioli en el representante indispensable pero poco significativo de la Señora y de La Cámpora, estamos frente a una aventura personalista, carismática y autoritaria que adhiere formalmente a las instituciones, para transformarlas o reemplazarlas. Un paso hacia Venezuela.

Con característicos golpes de efecto, el peronismo armó el tinglado y apuró a la oposición. En el PRO, la estrategia ecuatoriana era amarillo canario, pero Cristina cantó antes el falta envido. Macri se equivocó cuando el miércoles dijo: “Lo que ellos hagan tiene que ver con su realidad”, refiriéndose a la fórmula diseñada por la Presidenta. Hasta que las cosas no cambien mucho, lo que hagan los peronistas tiene que ver con “la realidad” de todos. Por eso Macri perdió escenario. El viernes al mediodía eligió a Michetti. Jugó con lo que ofrecía pureza amarilla y algo más según las encuestas.

Y lo que sucede con el kirchnerismo tiene un malsano poder expansivo, lo que es una desgracia.

La decisión de Stolbizer también pierde, porque lo que sucede con el kirchnerismo tiene un malsano poder expansivo. Lo cual es una verdadera desgracia para el escenario donde  se representa la política ante los ciudadanos.
Stolbizer tendrá que triplicar esfuerzos frente al miedo de que gane Scioli bajo la tutela del lugarteniente de Cristina. Tendrá que triplicar esfuerzos para que sus votantes elijan una perspectiva de futuro y crean que vale la pena plantearse una pregunta: ¿tiene futuro el progresismo?


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© Escrito por Beatriz Sarlo el sábado 20/06/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




¿Quién es Miguel Angel Olaviaga.?.. @dealgunamanera...

Miguel Angel Olaviaga recibió el Premio “Mutualista del Año 2014”…


En el transcurso de una sencilla pero emotiva ceremonia, realizada en la ciudad de Villa María, provincia de Córdoba, Argentina, el dirigente Miguel Angel Olaviaga, presidente del Grupo de Entidades Sociales de Trabajo Asociado (GESTA), recibió el Premio "Mutualista del Año 2014”, instituido por la Revista Prensa Mutual.

El director y editor de este medio de difusión, el periodista y escritor Roberto Molina, le hizo entrega de esa distinción, en un acto efectuado en las instalaciones del CIESO, ante una sala totalmente colmada de dirigentes mutualistas de distintos puntos del territorio cordobés, como así también invitados especiales, amigos y familiares.

Al iniciarse la ceremonia respectiva, Molina hizo uso de la palabra para explicar aspectos de la iniciativa de instituir el Premio “Mutualista del Año”, fundamentada en el hecho de reconocer la labor solidaria de dirigentes del sector, que se hayan distinguido por su espíritu solidario, por su accionar no solo en beneficio de los asociados de las entidades sino también por su labor comunitaria y especialmente por haber incorporado al mutualismo como un estilo de vida.

“Estas son las condiciones que buscamos en los dirigentes – prosiguió --, para el otorgamiento de este premio. Recibimos once postulaciones y analizamos en profundidad cada una de ellas, hasta que finalmente prevaleció la figura de Miguel Angel Olaviaga, por su incansable trabajo en la creación y promoción de las entidades de la economía social”.

Molina concluyó expresando que “en el mutualismo no hay reconocimientos hacia la labor de los dirigentes, ni siquiera de las entidades mismas. Por esa causa, Prensa Mutual decidió instituir este premio, que a partir de esta primera entrega se repetirá todos los años. Esta distinción que hoy entregamos, es una pequeña expresión de estímulo para que tengamos un mutualismo mejor”.

Acto seguido, hizo entrega del premio a Olaviaga, estrechándose ambos en un abrazo. El dirigente cordobés, visiblemente emocionado, hizo uso de la palabra. “Aceptamos con equilibrada emoción – comenzó señalando – el hecho de haber sido elegido y distinguido con esta premiación y lo hacemos desde la perspectiva que proviene de la prensa independiente y de páginas donde se reivindica permanentemente el valor de la solidaridad”.

“Para nosotros – prosiguió el presidente de GESTA --, este premio tiene una significación especial, porque creemos que no va a ser posible que haya cambios, si no se tienen en cuenta dos aspectos fundamentales: la educación y la comunicación”. Seguidamente habló sobre su trayectoria en el campo social, haciendo referencia a su actuación sindical en momentos muy especiales del país.

Recordó Olaviaga seguidamente la creación, en 1981, de “la primera entidad de nuestro grupo, en un contexto donde se prohibía todo, donde se suspendía la actividad sindical, la actividad cooperativa y la actividad política. Este fue el punto inicial de nuestra lucha en el ámbito de la economía social”. Asimismo, referenció su accionar social durante el período de la dictadura militar.

Concluyó expresando que “hoy recibo esta distinción y lo hago en nombre de un colectivo, que fue el que nos ha cobijado en estos años de lucha. Y cuando tenemos oportunidad de pronunciar palabras, nos montamos inmediatamente en la solidaridad, porque es el fundamento de nuestro accionar. Pero estamos convencidos de que cuando no exista el hambre, la ignorancia y el autoritarismo, seguramente podremos celebrar a pleno este y muchos otros premios”.

© Publicado el lunes 1º/12/2014 por la Revista de Prensa Mutual de la Ciudad de Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires.

Silencio de violadores… @dealgunamanera...

Silencio de violadores…


Los represores acusados por delitos de violencia sexual en el marco del juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en jurisdicción de la Base Naval Puerto Belgrano se negaron a declarar o esbozaron argumentos endebles para deslindar sus responsabilidades en los hechos. Fue al pasar frente al Tribunal Oral durante las audiencias del martes y miércoles.

Además, los jueces presenciaron un careo entre el ex colimba Gustavo Monforte y el imputado Alejandro Lawless y escucharon, a pedido de la defensa, una extensa y desordenada declaración del genocida Adolfo Scilingo, condenado a más de mil años de prisión en España.

El marino intentó sostener que la represión fue “legal” y aseguró que “personalmente tenía amistad con Federico Massot”, hijo de Diana Julio y hermano de Vicente, el actual director del diario imputado por crímenes de lesa humanidad. Para Scilingo, el empresario fallecido “era muy hábil y vivo” y “estaba siempre buscando información de la Armada”. Respecto a la influencia de La Nueva Provincia en la fuerza naval opinó que “más influencia tenía el periódico Convicción, que lo manejaba Massera”, aunque recién fue creado en 1978.

Las audiencias se reanudarán el próximo martes 30 de junio a la hora 09:00.

En cuanto al careo solicitado por el abogado y teniente coronel Mauricio Gutiérrez, comenzó con el ex jefe de una de las secciones del Batallón de Comunicaciones 181, Alejandro Lawless, subiendo al escenario de Colón 80 y encarando al testigo para darle un apretón de manos.

Gustavo Monforte volvió a la ciudad luego de denunciar semanas atrás a varios integrantes de dicha unidad del Ejército por su participación en delitos de lesa humanidad. El hombre había aportado datos muy claros a partir de su tarea como conscripto en el área de Operaciones del Batallón.

En ese sentido, describió cómo era la confección de listados de personas a detener en los controles de ruta y recordó varios operativos en los que le tocó participar. En alguno de ellos, afirmó, había participado Lawless. Sin embargo, el represor aseguró que no tuvo intervención en actividades vinculadas a la “lucha contra la subversión” y requirió el careo.

“Yo era soldado de la Compañía Comunicaciones, usted estuvo a cargo, la compañía participó en los operativos en el Área 51, yo participé de operativos siendo integrante de la compañía desde Algarrobo, Mayor Buratovich, centro de Bahía, Dorrego y Tres Arroyos. Usted como jefe de compañía participó”, ratificó Monforte.

Lawless respondió lo contrario y a partir de allí el represor y su abogado intentaron transformar un trámite donde deben exponerse contradicciones cara a cara en una ampliación de la testimonial que,  después de varios intentos, fue concluida por el tribunal.

© Publicado el jueves 18/06/2015 por efemedelacalle de la Ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, República Argentina.

1812 - 20 de Junio - 2015... Día de la Bandera... @dealgunamanera...

Día de la Bandera Argentina...

Tras la declaración de independencia el 9 de julio de 1816, la bandera azul celeste y blanca fue adoptada como símbolo por el Congreso el 20 de julio de 1816.

A 195 años de la muerte de Manuel Belgrano, su creador y uno de los artífices de la independencia, el 20 de junio se homenajea al padre de la Patria y al máximo símbolo de la Nación.

La bandera argentina fue creada por Manuel Belgrano y enarbolada por primera vez el 27 de febrero de 1812, en Rosario, provincia de Santa Fe, donde hoy reside el inmenso Monumento a la Bandera. En medio de las luchas por la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Belgrano decidió tomar los colores de la escarapela -celeste y blanco- que ya estaba en uso desde la revolución patriótica de mayo de 1810.

                        

El origen de la elección de estos colores no es uno solo y todavía es sujeto de controversias, aunque la versión más segura es que el blanco y el celeste identificaban a Borbones, casa dinástica de origen francés, partidaria de los principios de la monarquía constitucional, con la cual Belgrano también coincidía.

La primera vez que la bandera se izó en Buenos Aires fue el 23 de agosto de 1812, en la torre de la iglesia de San Nicolás de Bari, lugar actual del Obelisco. La Asamblea Constituyente de 1813 promovió en secreto su uso, pero no produjo normas escritas al respecto. El Gobierno no deseaba insistir en ese momento con símbolos independentistas.

Tras la declaración de independencia el 9 de julio de 1816, la bandera azul celeste y blanca fue adoptada como símbolo por el Congreso el 20 de julio de 1816. El Congreso le agregó el sol el 25 de febrero de 1818.

El 8 de junio de 1938, con aprobación del Congreso, el entonces presidente de la Nación, Roberto M. Ortiz, promulgó la ley 12361, que dispone al 20 de junio como el Día de la Bandera y feriado nacional en homenaje a Manuel Belgrano, quien falleció el 20 de junio de 1820.

Manuel Belgrano 

Fue un intelectual, militar, abogado, periodista y político sobresaliente. Participó en las luchas por la independencia y fue un férreo defensor de la educación libre, el sistema monárquico y un adelantado en la promoción de los derechos de la mujer y los indígenas, hasta tal punto de haber propuesto la creación de una Monarquía Inca para proteger a los americanos.

Nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770, estudió en el Colegio de San Carlos y luego en las universidades de Salamanca y Valladolid, en España. En 1793, se recibió de abogado y en 1794, ya en Buenos Aires, fue nombrado primer secretario del Consulado, con 23 años. Desde allí, fomentó la educación a través de la enseñanza de oficios. Además, fundó escuelas de dibujo, matemática y náutica.

Durante las invasiones inglesas de 1806, se sumó a las milicias criollas para defender la ciudad. Desde entonces, compartió su pasión por la política y la economía con una carrera militar que lo llevó a participar de luchas liberadoras en toda América Latina.

En la Revolución de Mayo, Belgrano desempeñó un rol protagónico y fue nombrado vocal de la Junta Revolucionaria y enviado de expedición al Paraguay. En su transcurso creó, el 27 de febrero de 1812, la bandera nacional.

Entre 1812 y 1813, en el norte del país, encabezó el heroico éxodo del pueblo jujeño y logró las grandes victorias de Tucumán –septiembre de 1812- y y Salta –febrero de 1813-. En 1816 participará activamente en el Congreso de Tucumán, que declaró la independencia de la Argentina.

Manuel Belgrano murió un 20 de junio de 1820, en medio de una cruenta guerra civil y muy pobre y enfermo.

© Publicado el sábado 20/06/2015 por http://argentina.ar


jueves, 18 de junio de 2015

Copa América... Argentina 1 vs. Uruguay 0... @dealgunamanera...

La Selección Argentina se sacó todas las ganas de ganar...


Un golazo a la Manchester City –centro de Zabaleta, cabezazo de Agüero– le dio el primer triunfo en la Copa América al equipo nacional, que sufrió como en su debut ante Paraguay, pero se aseguró los tres puntos. Messi, Pastore, destacados.

La Selección ganó ayer un partido chivo, que dominó ampliamente en la primera parte, frente a un Uruguay que apenas se animaba a pasar el medio campo, y que lo sufrió como loco en el final cuando, tras el gol de cabeza de Agüero, los dirigidos por el Maestro Tabárez se le fueron encima con inesperado ímpetu. El arquero Romero, que no había intervenido tanto en la noche chilena, terminó siendo clave en el final para aguantar el resultado y salvar el cero en el descuento tras un remate de gol de Hernández. 

Pastore, Messi y Agüero fueron los destacados del equipo nacional, que en los últimos sufrió horrores el hecho de haber perdido el control del trámite. La victoria dejó al equipo de Martino como puntero del Grupo B, junto a Paraguay, que en la previa venció 1-0 a Jamaica, y prácticamente clasificado a la siguiente ronda.

Ni bien comenzó el encuentro, la Selección fue inclinando la cancha hacia el arco rival aplicando su fórmula predilecta: tener la pelota y jugarla segura a un compañero. Pastore era el eje del equipo en esos primeros minutos, y gracias a él, Di María tuvo una muy buena chance a los 8 minutos que no prosperó porque Muslera le tapó el remate abajo sobre el primer palo. Uruguay, en cambio, buscaba su crecimiento con contraataques rápidos y pases profundos, que no siempre llegaban a destino.

Uno de los méritos del equipo de Martino fue la paciencia para mover la pelota para intentar abrir espacios en ataque, mientras esperaba que Messi terminara de aparecer y se asociara más frecuentemente con Pastore, quien a los 20, en combinación con el crack del Barcelona, intentó sorprender al arquero uruguayo con un remate desde afuera del área.

Argentina necesitaba cambiar un poco el ritmo en el ataque, y cuando eso ocurrió el equipo contó con la situación más clara de gol en la primera parte. Pastore habilitó a Messi, éste sacó un centro perfecto para Agüero, cuyo cabezazo no entró en el arco de milagro. Casi inmediatamente fue Messi el que probó con un frentazo desde el corazón del área, que se desvió en un defensor uruguayo. La Selección había encontrado una puerta a espaldas de Arévalo Ríos y se acercaba cada vez más al dominio de Muslera.

Los uruguayos, por su parte, siguieron ensayando su libreto: aguantar todos juntos en su campo y contragolpear, con envíos profundos para que tanto Cavani –bastante peleado con la pelota– como Rolan se inspiraran solitos en los últimos metros, y a las jugadas de tiro libre que la Argentina le entregaba ocasionalmente sobre la mitad de la cancha.

El equipo nacional necesitaba un poco más de Agüero y de Di María, que se desmarcaran e incluso que se retrasaran un poco en la cancha para entrar con mayor frecuencia en el circuito de juego. Al cabo de la primera parte, Argentina consiguió una posesión del 71 por ciento, pero este dominio no se reflejó en los tiros al arco, donde la relación fue de 5 contra 3.

Apenas arrancó la segunda parte, Maxi Pereira le ganó la posición a Pastore y sacó un violento remate que Romero, obligado, despejó con ambas manos. Una señal de alarma para el equipo argentino.

Pero rápidamente la Selección volvió al registro de la primera parte. Dominio de la pelota con buenas combinaciones entre Messi y Pastore, a los que de a ratos se les sumaba Biglia y las apariciones esporádicas de Di María y más frecuentemente de Agüero. En eso estaba cuando, a los 54, tras una buena intervención del volante de PSG, Zabaleta recibió el pase y metió un centro perfecto para que Agüero, ingresando por sorpresa por el primer palo y ganándole la carrera a Giménez, metiera la cabeza para abrir el marcador.

En desventaja, Uruguay soltó amarras y se animó a adelantarse en el campo de juego. La Selección, de pronto, encontró los espacios que hasta el gol se le habían negado, pero en el intercambio del golpe por golpe terminó perdiendo el control, y sufriendo por ello más de lo necesario. Pudo haber ampliado Messi cuando, luego de acelerar sobre un costado de área, dejó desairado a Alvaro Pereira, se metió en la zona de peligro y metió un centro picante que Godín terminó despejando con lo justo. Unos minutos más tarde, con el partido calentito y las revoluciones arriba, Pereira le devolvió gentilezas al argentino con una patada en la rodilla que le dolió más a Mascherano que al propio Messi.

En medio de la desprolijidad y el nerviosismo, Uruguay se volvió más agresivo y peligroso. El ingresado Sánchez sacó un violento remate desde afuera que Romero despejó y que luego tomó Rolan para, a tiro del empate, definir por arriba del travesaño. La Argentina respondió con un zurdazo de Messi desde afuera, que Muslera atrapó sin problemas. Y, luego de una buena combinación con el ingresado Tevez, el capitán argentino tuvo otra muy buena chance, pero volvió a encontrar respuesta en el arquero uruguayo.

A puro vértigo terminó el partido, con Uruguay lanzado en ataque y Argentina aguantando las embestidas.

Argentina 1

Romero; Zabaleta, Garay, Otamendi, Rojo; Biglia, Mascherano, Pastore; Messi, Agüero, Di María. DT: Gerardo Martino.

Uruguay 0

Muslera; M. Pereira, Giménez, Godín, A. Pereira; A. González, Arévalo Ríos, Lodeiro, C. Rodríguez; Rolan, Cavani. DT: Oscar Tabárez.

Estadio: La Portada (La Serena).

Arbitro: Sandro Ricci (Brasil).

Goles: 54m Agüero (A).

Cambios: 63m C. Sánchez por C. Rodríguez (U), 69m Hernández por Lodeiro (U), 77m Banega por Pastore (A), 80m Tévez por Agüero (A), 87m Pereyra por Di María (A).


© Escrito por Facundo Martínez el miércoles 17/06/2015 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.