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domingo, 31 de marzo de 2024

No sólo Pragmatismo. Desprolijidad libertaria... @delgunamaneraok...

Desprolijidad libertaria...

Espíritu maligno. Dibujo: Pablo Temes

Todavía hay sectores del Gobierno que no hacen pie y se manejan a los tumbos. Tal vez llegó la hora de poner orden.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 30/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Javier Milei se siente cómodo con el conflicto. Esto no es novedad, sino un recordatorio para los que alberguen alguna esperanza de cambio en sus actitudes. Nada de eso ocurrirá. Por eso, el Presidente se propone generarlos casi a diario. Está en la esencia de su personalidad que constituye, además, un rasgo central en la construcción de su estrategia política. Los innecesarios incidentes diplomáticos con Colombia y México no son ni un descuido ni una casualidad.

Responden al objetivo de ubicarse en el centro de la escena internacional para transformarse en protagonista del desarrollo de una visión geopolítica, destinada a enfrentar a los gobiernos de izquierda –Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Nicaragua, Cuba– que hay en la región. Estos dos elementos –la personalidad de Milei y la inédita situación que se vive en la Argentina de ser gobernada por un outsider de la política– está llamando la atención del mundo. La agenda internacional de los próximos meses lo demuestra. Giorgia Meloni lo tiene como invitado especial para participar de la Cumbre del G7 que se desarrollará en Roma. Previamente asistirá a una reunión del Festival Viva 24, invitado por Santiago Abascal, el líder del Partido Vox de España que comparte las mismas ideas que La Libertad Avanza. A eso se le agrega un viaje a los Estados Unidos para recibir una distinción como “Embajador Internacional de la Luz” por parte de la comunidad judía ortodoxa Jabad Lubavitch, otro viaje a España para recibir el Premio Juan de Mariana junto a Mario Vargas Llosa y Hernán Huerta de Soto, y una eventual continuación hacia Alemania para entrevistarse con el canciller Olaf Scholz y un posterior desplazamiento a Ucrania para encontrarse en Kiev con Volodímir Zelenski.

La confrontación permanente busca sacar centralidad mediática al tema diario del ciudadano: la economía.

La situación más incómoda la está viviendo por estas horas la canciller Diana Mondino, quien está tratando de bajarle los decibeles a la tensa situación que generada con el presidente de Colombia, Guillermo Petro. No parece que vaya a ser una tarea simple. Hay que decir que Mondino ya está acostumbrada a estas situaciones. Como se recordará debió hacer malabares para arreglar el zafarrancho creado por Milei con los gobiernos de Luiz Inácio ‘Lula” Da Silva y Xi Jinping, a quienes había descalificado durante el debate que mantuvo mano a mano con Sergio Massa en la previa de la segunda vuelta. Lo mismo le había ocurrido con el propio papa Francisco, a quien Milei había calificado como “representante del maligno en la Tierra”, para luego pedirle disculpas.

Nadie crea que el primer mandatario está preocupado por estas situaciones. Muy por el contrario. Se siente absolutamente satisfecho con los resultados y se podría decir que hasta le divierte. He ahí un problema.

Dicho esto, lo que hay que señalar es que esta estrategia de la confrontación permanente –que en el pasado usaron tanto Néstor Kirchner como Cristina Fernández de Kirchner– busca también quitarle centralidad política y mediática al tema principal de la conversación diaria del ciudadano: la economía. La situación es dificilísima para una parte creciente de la sociedad. La disociación entre lo que muestran las cifras de la macroeconomía y lo que experimenta la gente de a pie es enorme. La caída del consumo no para, como tampoco para la caída del nivel de actividad económica.

En el Gobierno siguen apostando todo a la aprobación de la ley “Bases” –en su nueva versión– y al nuevo paquete fiscal.

La semana próxima se reactivarán las conversaciones para avanzar con ambos puntos que son, a su vez, los dos componentes del “preacuerdo” para acceder a la firma del Pacto de Mayo que impulsa Javier Milei. El camino para la aprobación de la ley “Bases” se encuentra más allanado superado –a medias– el capítulo de las jubilaciones. Es necesario volver a repetir que la deuda con los adultos mayores está muy lejos de saldarse. Nadie puede creer que un jubilado que cobra la mínima logre cubrir sus necesidades básicas con algo más de $ 240 mil con bono incluido.

Ahora, la lupa está puesta en el capítulo fiscal incluido en el proyecto de “Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes”, allí pesará la decisión de los gobernadores que bajarán línea directa a sus legisladores en el Congreso de la Nación. El próximo jueves el Gobierno se reunirá con los diez gobernadores de Juntos por el Cambio. Es necesario comenzar por los más cercanos, para mostrar resultados a la hora de sentarse a negociar con los duros. Entre los puntos de conflicto, está la decisión del oficialismo de terminar con los giros que la Anses le envía a trece Cajas de Jubilaciones provinciales y la reposición de la cuarta categoría del impuesto a los ingresos –ex impuesto a las Ganancias.

De león a jamón del medio

Hablando de la Anses, otra vez hay frentes de tormenta en puerta. Luego de la salida de Osvaldo Giordano como castigo a Córdoba por la falta de apoyo de algunos de sus legisladores en la votación de la ley ómnibus, la designación de Mariano de Los Heros al frente del organismo ha generado ruidos por la falta de peso propio, dentro de LLA.

Todavía hay sectores del Gobierno donde no hacen pie y se manejan a los tumbos. La desprolijidad en el día a día, sigue siendo un problema a resolver en la administración libertaria. En la Jefatura de Gabinete que conduce Nicolás Posse –por citar otro ejemplo–se acumulan las designaciones de funcionarios que aguardan la firma del ministro coordinador. “Esto afecta personal contratado en los diferentes ministerios que, en algunos casos llevan meses sin cobrar”–reconoce una fuente del Gobierno que sabe que deben regularizar esa situación. El jefe de Gabinete debería atender esta realidad si no quiere abrir nuevos frentes internos.

La Libertad Avanza es un fenómeno sin precedentes por varios motivos. Ya se ha hablado en incontables situaciones de la falta de músculo político y la soledad con la que arribó al poder. A esto se le suma la centralidad de un Presidente extravagante que sabe bien cómo marcar la agenda y que sorprendió a más de uno con su manejo de la política a pesar de llegar por fuera de ese mundo al que desprecia. Quizás sea hora de agregar un poco de orden a las formas para no caer en el costado riesgoso del pragmatismo puro y duro que viene imponiendo con el rigor de un domador de fieras.

Un león no puede –en ningún caso– terminar siendo víctima de la ley de la selva.



  

domingo, 24 de marzo de 2024

De león a jamón del medio… @dealgunamaneraok...

De león a jamón del medio

Victoria Villarroel. Dibujo: Pablo Temes. 

El choque con Villarruel tiene una larga historia en la democracia. Todos los presidentes tuvieron malas relaciones con sus compañeros de fórmula.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 23/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

 

La semana comenzó para el Gobierno con una necesidad: la de hacer un control de daños. El rechazo del DNU en el Senado le causó al Presidente un profundo enojo no solo con la oposición, sino también con la vicepresidenta. Las críticas contra Victoria Villarruel devinieron en acusaciones, cuando José Luis Espert, flamante incorporación de La Libertad Avanza, dio sustento a la idea de un eventual plan de desestabilización encabezado por ella. Las conversaciones en pos de “desmentir” la tensión entre Javier Milei y su vice culminaron con la foto que compartieron el lunes durante el acto de conmemoración de los 32 años del ataque terrorista aún impune contra la Embajada de Israel. La paz así alcanzada duró poco. El estrépito producido por las declaraciones de la vicepresidenta el jueves en el programa de Jonatan Viale por TN dieron por tierra con el idilio y abrieron una caja de Pandora. No queda claro por qué Villarruel tomó la decisión de exponer tan abiertamente sus diferencias con el Presidente y de hacerlo hasta con un aire de ninguneo que fue motivo de cientos de memes y burlas en las redes sociales a las que Milei es tan adepto.

El Presidente, que se presenta a sí mismo como un león, quedó reducido a la dimensión del “jamón del medio” entre dos mujeres con ambiciones de poder: su hermana Karina y Villarruel. La vice lo trató a Milei de “pobrecito” y, además, le cuestionó las designaciones de 
Patricia Bullrich
 como ministra de Seguridad, y de Luis Petri al frente del Ministerio de Defensa, la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcoterrorismo, la elección del juez federal Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia, la anulación de los aumentos de las dietas de los senadores, las cesantías de empleados estatales y un largo etcétera.
Los gobernadores saben que necesitan del gobierno nacional para no arriesgarse a pasar un invierno malo.    
Es notable observar cómo la mala relación entre el presidente y el vice es una constante que se repite a lo largo de la historia de nuestro país. Fue Domingo Faustino Sarmiento quien limitó la función del vice –el suyo fue Adolfo Alsina– a tocar la campanita en las sesiones del Senado. En la renacida democracia argentina, esa relación estuvo contaminada por la desconfianza y la intriga. Víctor Martínez, que fue un vicepresidente absolutamente leal, fue el blanco de sospechas y teorías conspirativas durante todo el mandato de Raúl Alfonsín. Carlos Menem, no bien pudo, se lo sacó de encima a Eduardo Duhalde y lo mandó a la gobernación de la provincia de Buenos Aires. A Carlos Ruckauf, el vice durante su segundo mandato, lo ignoró olímpicamente. Carlos “Chacho” Álvarez renunció a su cargo a los nueve meses de haber asumido, hiriendo de muerte la presidencia de Fernando de la Rúa. Néstor Kirchner le prohibió a Daniel Scioli ir a la Casa Rosada después que el entonces vicepresidente hiciera un anuncio sobre la adecuación de las tarifas de servicios públicos. Cristina Fernández de Kirchner rompió para siempre con Julio Cobos después de que este emitiera su “voto no positivo” contra la Resolución 125. Para su segundo mandato, CFK con su dedo eligió a Amado Boudou, a quien terminó fulminando cuando se descubrió el negociado con Ciccone para quedarse con la Casa de Moneda. Mauricio Macri despreció a Gabriela Michetti durante sus cuatro años de gobierno. Y no hace falta ningún esfuerzo de la memoria para recordar la pésima relación entre Alberto Fernández y CFK.  

Que existan diferencias de opinión y de propuestas entre el presidente y el vice no representa, en sí, ningún problema en tanto y en cuanto sean parte de las discusiones que normalmente se dan en la vida política en un marco de diálogo. El problema surge cuando no existe el diálogo. Eso es lo que desnudó Villarruel con sus declaraciones. Y ese es el inconveniente que complica al Gobierno tanto en sus relaciones internas como en las que algunos funcionarios intentan llevar adelante con las otras agrupaciones políticas. Esto genera un ambiente de desconfianza que es el que predomina en las conversaciones con la oposición dialoguista. El Gobierno necesita tener dos certezas. La primera es que el 
DNU
 no va a caer. Eso está en las manos de la Cámara de Diputados. Si la oposición dialoguista decide apoyarlo, el Gobierno podrá tener la certeza de que el DNU se mantendrá vigente. Más complejo es todo lo concerniente a la ley ómnibus. La aprobación de “Bases para el Punto de Partida para la Libertad de los Argentinos” será más difícil. El Senado representa un escollo muy fuerte para el oficialismo.

Atendiendo a eso es que hay que entender la sorpresiva movida gubernamental con la propuesta del juez federal Ariel Lijo para cubrir una de las dos vacantes existentes en la Corte Suprema. El juez Lijo es la pieza de negociación con los gobernadores del peronismo. En la negociación tuvieron participación activa funcionarios del entorno más estrecho del Presidente, un miembro de la Corte y senadores del peronismo entre los que, coinciden varias voces del Congreso, destacaría José Mayans, el jefe del bloque. La elección de Lijo produjo mucho malestar tanto en sectores internos de LLA –tal cual lo manifestó la vicepresidenta– como en sectores de la oposición.

La explicación que el vocero presidencial Manuel Adorni le dio al periodista Ignacio Ortelli cuando le preguntó por los motivos de la nominación del juez fue endeble. La Corte está en el centro de la atención y la preocupación del Gobierno. De sus decisiones dependerá la suerte de varias de las medidas claves que el oficialismo necesita para llevar adelante su gestión. Está claro que el organismo está llevando las cosas a la larga a la espera de que la política resuelva algunas de las controversias sobre las cuales se le pide dictamen.  

El párrafo final es para Rosario, que está en el centro de la atención del Gobierno. Más allá de las polémicas generadas por la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico, lo vivido personalmente en las 48 horas que pasé en Rosario permite dar una idea de la complejidad de la situación. Estuve en los lugares en donde asesinaron a los dos taxistas –Héctor Figueroa y Diego Celentano–, al chofer de colectivo –Marcos Daloia– y al despachante de combustible –Bruno Bussanich. Como consecuencia de ello recibí una amenaza de muerte, en la que me advertían que me podría pasar lo mismo que a José Luis Cabezas. Hecha la denuncia, la policía de la provincia de Santa Fe actuó con una llamativa eficacia y detuvo al sospechoso, quien, sin muchas vueltas, confesó el delito. Luego de escuchar tal confesión, el juez lo dejó en libertad con una pena consistente en llevar adelante tareas comunitarias. ¿Alguien puede creer que así se puede combatir al narcotráfico con éxito?













domingo, 17 de marzo de 2024

Tiempos turbulentos… @dealgunamaneraok...

 Tiempos turbulentos…

Axel Kicillof. Dibujo: Pablo Temes.

Nadie se salva en una Argentina que intenta salir adelante, mientras es víctima de sus propios males.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 16/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El Gobierno sufrió su segunda derrota legislativa en poco más de un mes. La primera vez sucedió cuando decidió retirar el proyecto de ley “Bases y Puntos de Partida para la Liberación de los Argentinos” –algo desprolijo y pocas veces visto en la vida parlamentaria–, la segunda, el jueves pasado, cuando el Senado rechazó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del 17 de diciembre. En el caso del DNU, además, despuntó una situación de crisis entre el Presidente y la vicepresidenta. El enojo de Milei contra Victoria Villarruel se hizo público, no bien se confirmó la convocatoria a la sesión de la Cámara Alta. “La relación entre los dos, está rota desde hace tiempo”, señalan varias voces desde las entrañas del oficialismo. El epíteto más liviano que se escuchaba por los pasillos del poder contra la vice en esas horas de enojo incontenible, de Milei y de su entorno, era el de “traidora”. En las redes, los trolls del mileísmo se expresaban con una agresividad mucho mayor. Los pocos que, con algo de sentido común, consideraban que había hecho lo correcto, lo decían en voz baja para no caer en la lista negra. “Hizo lo que tenía que hacer, pero por favor, no me nombres” –se atajó un funcionario.    

Villarruel le había advertido a Milei que el Gobierno se encaminaba a sufrir una derrota contundente en el Senado.  También le advirtió que no tenía mucho margen de maniobra para postergar indefinidamente el tratamiento del DNU. El kirchnerismo tiene el dominio numérico de la Cámara Alta, por lo que, con la colaboración de algunos otros opositores, hubiera logrado el quórum por iniciativa propia.

Los gobernadores saben que necesitan del gobierno nacional para no arriesgarse a pasar un invierno malo

El episodio tuvo, en principio, dos consecuencias adversas: la primera fue que lo puso al Gobierno frente a la dura realidad de su debilidad en el ámbito legislativo, lo cual lo complica fuertemente. El oficialismo debe asimilar que el 56% de los votos con los que ganó la elección, no tiene un correlato ni en las gobernaciones ni en el Congreso. Para decirlo con más claridad: el Gobierno no tiene los legisladores suficientes ni en la Cámara de Diputados ni en la Cámara de Senadores. Además, lo ocurrido el jueves, sumado a lo que pasó tanto con el proyecto de ley ómnibus, como con el DNU, ha terminado por envalentonar a la oposición en su objetivo de atacar y poner en jaque no sólo estos proyectos, sino también la gobernabilidad. La vicepresidenta es una mujer muy inteligente y siempre supo que la aventura de gobernar en minoría le traería interminables dolores de cabeza. Una fuente parlamentaria recreó una cruda charla que tuvo con Villarruel meses antes de asumir el poder. Ambos estaban a la salida del Salón de los Pasos Perdidos, que está contiguo al recinto donde se llevan a cabo las sesiones de Diputados en el Congreso. El intercambio fue el siguiente:

X: Victoria, ¿ya tenés jefe de prensa?

V: No, por ahora, me voy a arreglar sola.

X:Pero si llegan a ser gobierno, no podés seguir así.

V: ¿De dónde querés que saque gente, si somos cuatro gatos locos?

X: Imagino que lo decís en sentido figurado

V: Te digo que somos cuatro. Los de confianza, no llegamos ni a los dedos de una mano.

A sabiendas de esta realidad, en las redes del kirchnerismo no cede el deseo de hacer caer al Gobierno.

El segundo punto tiene que ver con la credibilidad y confiabilidad que genera el Gobierno. En el Fondo Monetario Internacional la inquietud aumenta en tanto y en cuanto, no se ve ninguna voluntad por parte del Presidente de buscar acuerdos con los diversos sectores de la vida política argentina. Del mismo modo, la confiabilidad por parte de los distintos grupos empresariales, que apoyan la mayoría de las medidas del oficialismo objeta su método de confrontación permanente. Temen, con fundamento, que la soga termine por romperse. Un hombre de negocios lo describió utilizando una metáfora circense: “Por más que seas el león, no podes correr a todos con el látigo y el banquito”.

La tensión en la relación con los gobernadores aflojó, pero no terminó. Los líderes territoriales saben que necesitan del gobierno nacional para no arriesgarse a pasar un invierno malo. De hecho, uno de los entredichos que dejó la semana que pasó tuvo como protagonistas a las principales figuras de la UCR. Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés, gobernadores de Mendoza y Corrientes respectivamente se enfrentaron a Martín Lousteau (presidente del Comité Nacional) por haber votado en contra del DNU en el Senado. Junto con Leandro Zdero (Chaco) y Carlos Sadir (Jujuy) firmaron un comunicado rechazando de plano la decisión del líder de Evolución. “Lousteau viene envalentonado, porque alcanzó un nivel de simpatía puertas adentro del partido que ni siquiera había soñado. Pero con estas actitudes termina votando junto al kirchnerismo. Podría haberse abstenido” –aseguraron en el entorno de unos de los gobernadores del norte. El vínculo de Milei con el centenario partido, parece no tener retorno y este tipo de acciones no ayuda a pacificar las aguas. La decisión es clara: ser una oposición responsable, asertiva, pero no destructiva. Que se lo vayan a explicar al Presidente.

Un fiscal implacable

Hablando de relaciones rotas, en la CGT siguen inquietos. Pablo Moyano, volvió a amenazar con un paro para “fines de marzo o principio de abril”, la eventual medida de fuerza, todavía está verde y muy lejos de reunir consenso interno de Los Gordos. Anida en el hijo del líder camionero un espíritu antidemocrático, que sólo sabe apagar el fuego con nafta. Todavía no entendió que la sociedad argentina les ha dado la espalda y ha terminado de comprender que el mote de “casta” les calza perfectamente.

Por estas horas aciagas, el ajuste y la presión sobre la clase media ha dejado de ser exclusividad del Gobierno. En la Provincia de Buenos Aires el gobernador Axel Kicillof fulminó a los contribuyentes con la suba de impuestos en bienes inmobiliarios, urbanos edificados, tierras rurales y patentes. Para que se entienda bien: el dueño de un automóvil nacional de gama media con cuatro años de antigüedad debe abonar más de 150 mil pesos de patente. El preferido de la ex vicepresidenta, está haciendo malabares para que no se le caiga la careta a la hora de criticar al primer mandatario por la suba de precios.

Nadie se salva ni resiste un archivo en tiempos turbulentos de una Argentina que intenta salir adelante, mientras es víctima de sus propios males.



   

domingo, 10 de marzo de 2024

Un fiscal implacable… @dealgunamaneraok...

 Un fiscal implacable


Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes.

Así actúa la sociedad, atenta a que se cumpla todo lo prometido. La paciencia no da para mucho más.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 09/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 


Nicolás Posse le estrechó la mano a cada uno de los gobernadores y vicegobernadores que asistieron a la reunión del último viernes convocada por el Gobierno. Para todos ellos fue la primera vez en que tuvieron la oportunidad de conocer y escuchar la voz del jefe de Gabinete, que se sentó en la cabecera de la larga mesa por la que se distribuyeron los asistentes. 
El ministro del Interior, Guillermo Francos, se sentó a la derecha de Posse. Y a la derecha de Francos se sentó Axel Kicillof. Uno y otro habían cruzado chicanas mutuas a lo largo de la semana. Durante las cuatro horas que duró la reunión en cuestión, todo eso pareció quedar olvidado. De todas formas, no viene mal señalar la incontinencia verbal del preferido de la ex vicepresidenta Cristina Kirchner.

Hace algunos días había acusado al Gobierno de montar encuentros marketineros y soltó una frase socarrona: “Si no llegamos, arranquen nomás”. Algo similar ocurrió a lo largo de su corta historia política como ministro y gobernador. Profirió largas peroratas en contra del capitalismo, el Fondo Monetario Internacional, la deuda externa y la privatización de las empresas del Estado, y terminó siendo un gran pagador, contrariamente a lo que suponía toda su puesta en escena. El caso emblemático fue la estatización de YPF: un error suyo y de su jefa política que le costó una suma multimillonaria a la Argentina.

La número dos del FMI quedó sorprendida y preocupada con lo que vio y escuchó

A la reunión con los gobernadores la precedieron dos encuentros igualmente importantes que tuvo a Francos en la Casa Rosada. El primero fue el jueves con Cristian Ritondo y Rodrigo De Loredo. Ritondo es el jefe del bloque del PRO y De Loredo, el de la UCR. El viernes por la mañana, el invitado fue Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque de Hacemos Coalición Federal. Con todos ellos, Francos testeó las reales posibilidades de aprobación del proyecto de ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos. De los tres obtuvo respuestas similares: una delegación de poderes podría ser aceptada y aprobada con los votos de los sectores dialoguistas. En cambio, la restitución del impuesto a las ganancias y la nueva fórmula del cálculo de las jubilaciones, no.

El comienzo fue bueno. En la reunión con los gobernadores el clima fue cordial, aun cuando no faltaron momentos de intensidad en la discusión entre las partes. Uno de los mandatarios provinciales dijo una frase que resonó fuerte en ese ámbito austero en el que lo único que se sirvió fue agua: “Hay que salir de las redes sociales y buscar dialogar”. Hasta aquí, es una recomendación que el Presidente no ha aceptado. ¿Cambiará?

El Gobierno necesita que se apruebe la ley ómnibus cuanto antes. Si no lo logra, las cosas se le van a hacer muy cuesta arriba. Y para obtener los apoyos suficientes en el Congreso necesita negociar. Es algo que surge de la realidad y sobre lo que se le insiste al ministro de Economía, Luis Caputo, cuando participa de foros económicos internacionales o cuando se encuentra con Gita Gopinath, la subdirectora gerenta del Fondo Monetario Internacional, de estrecha cercanía y máxima confianza del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Una ley basada en el consenso es mucho más fuerte que una normativa arrancada entre gallos y medianoches.

Se abrió una puerta

Hubo alguna expectativa acerca de la posible presencia de Milei en la reunión de los gobernadores. Era la foto que los grupos empresariales hubieran deseado. Cuando hablan con potenciales inversores extranjeros que muestran interés por desarrollar negocios en nuestro país, el tema de la ausencia del diálogo surge de inmediato. Es un asunto que los inquieta. Nadie quiere invertir dinero en un país que siempre has estado lejos de ser normal. Otra preocupación, tanto de los hombres de negocios como del oficialismo, es obtener el visto bueno del GAFI.

El Grupo de Acción Financiera Internacional ya se encuentra en nuestro país capacitando al Estado para la evaluación de los estándares de calidad en la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo. Un resultado negativo dejaría nuevamente al país en la lista gris del organismo, lo que impactaría de manera negativa a la hora de hacer negocios con el resto del mundo y, si fuera necesario, obtener financiamiento externo.

Sin embargo, los problemas domésticos vuelven a colocarse por encima de los intereses soberanos. Argentina necesita imperiosamente modificar la Ley de Prevención de Lavado de Activos. Es una exigencia del propio GAFI. Aunque parezca mentira, el proyecto de ley, que ya tiene media sanción de la Cámara baja y un dictamen de comisión favorable en el Senado, aún no ha podido ser tratado en la Cámara alta. ¿Los motivos? Peleas internas en la distribución y reparto de comisiones y la mano de algunos gobernadores para que sus senadores no voten el proyecto como forma de presionar al Ejecutivo en la pelea por la coparticipación, entre otras cuestiones insólitas. El plazo máximo para renovar la ley de Plaft es el 26 de marzo, sin esa ley el Gobierno deberá recurrir a un DNU para satisfacer las exigencias del organismo internacional. El problema es que gran parte del contenido de la ley –como por ejemplo la modificación de los tipos penales– no puede salir por decreto. El país vuelve a quedar preso de los dirigentes que no saben ordenar sus prioridades o, peor aún, lo saben y optan por no soltar sus privilegios.

Hablando de privilegios y de falta de visión de la realidad, ha resultado inentendible el aumento que fue otorgado a diputados y senadores a partir del acuerdo paritario firmado con los gremios de los empleados legislativos y que significó un aumento del 30% en sus dietas. Más “casta” no se consigue. Martín Menem en la Cámara baja y Victoria Villarruel en la alta no tuvieron el sentido común necesario para frenarlo y obligaron al Presidente a pedírselo públicamente. Javier Milei estaba furioso.

No se pueden cometer errores de tamaño semejante mientras el ajuste devora los bolsillos de trabajadores que no llegan a fin de mes. Por la naturaleza del ajuste que se ha autoimpuesto para ordenar el desastre fiscal –en buena hora– el Gobierno está obligado a no volver a cometer este tipo de errores no forzados. Hay demasiada sensibilidad en la sociedad toda, que actúa como un fiscal implacable, verificando que se cumpla con lo que le han prometido. La paciencia no da para mucho más.



   

Los ajustados de siempre… @dealgunamaneraok...

Los ajustados de siempre

 Javier Milei. Diujo: Pablo Temes. 

Ninguna repartición cercana o lejana a los libertarios aceptó la propuesta de reducir el gasto. El ajuste fue a los ciudadanos.    

© Escrito por Carlos Burgueño el sábado 09/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Cuando dos osos pelean, el que pierde es el piso. Esto dice un viejo dicho ruso, muy utilizado durante la Guerra Fría en ambos lados del conflicto. Y que aplica al debate sobre el ajuste fiscal argentino versión 2024. En general, los 
conflictos por dinero entre la Nación y alguna provincia que nacen por la disminución del envío de fondos desde el Ejecutivo a algún gobernador no terminan con un ajuste en la región perjudicada, sino en un aumento en la presión impositiva en ese territorio.

Aunque el debate entre el gobernante que quita el dinero y el perjudicado se vea embanderado por el recorte de gastos públicos, por lo mucho que gasta “la casta” y el hecho de que “no hay plata”, y que en el bando contrario se afirme que en realidad los poderosos quieren ejecutar su venganza y multiplicar sus panes, quitándole fondos al pueblo, siempre estos conflictos por dinero que van de un lado a otro terminan de la misma manera.

El damnificado descubre la manera de cobrar el faltante en los ciudadanos a los que se quiere defender. Sea desde la cúpula gubernamental o desde el responsable de una provincia o municipio. En la historia reciente de la Argentina, nunca un responsable de manejar un territorio (sea de la ideología que sea) cubrió el faltante con un ajuste interno, con una disminución de gastos superfluos, con la suspensión de algún recital o la eliminación de algún privilegio. Siempre, la solución del conflicto fiscal se resolvió aumentando la presión de fondos sobre el contribuyente local. El debate es en realidad por el impuesto o tributo a incrementar. Nunca en su disminución. 

Es lo que se vive hoy en día. Y lo que, por ejemplo, están experimentando los residentes de provincias como Buenos Aires, La Rioja, Misiones, Córdoba y otras, donde las facturas y boletas de rentas, impuestos locales e ingresos brutos se están multiplicando; mientras sus gobernadores están en plena pelea con 
Javier Milei por los fondos quitados de la coparticipación o las líneas discrecionales varias.

Confirmado: Argentina no crece hace 12 años (pueden ser 13)

Y es lo que determina el último informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) publicado esta semana, y donde se estudia detenidamente el conflicto surgido durante el gobierno de Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta, ante la quita de fondos de la Nación para reenviárselos a la provincia de Buenos Aires. Menciona la entidad que maneja Nadin Argañaraz que “los conflictos entre Nación y provincias por recursos fiscales terminan con subas de impuestos: el ejemplo reciente de CABA.

En 2023, el aumento de la presión tributaria de Ingresos Brutos originada en gravar intereses de pasivos monetarios del BCRA habría sido del 0,28% del PIB”. Afirma la entidad que “en 2023 CABA aumentó su presión tributaria efectiva de IIBB de manera significativa entre 2019 y 2023 respecto al grupo de provincias formado por Buenos Aires, Córdoba y Mendoza”. Menciona además que la presión tributaria efectiva de CABA aumentó 0,38 puntos porcentuales del PIB, mientras que la del grupo lo hizo solamente en 0,1 p.p. del PIB. El motivo principal que explica la diferencia, de 0,28 p.p. del PIB, habría sido el gravamen a las Leliq, que tuvieron un gran aumento en el año 2023.  


Aquel conflicto aún no resuelto marcó que como resultado neto final del descenso de envíos nacionales y la suba de presión tributaria de ingresos brutos, CABA en 2023 habría recuperado los ingresos perdidos y obtenido ingresos extras por $ 77 mil millones constantes de diciembre de 2023, pero terminó con un incremento de la presión tributaria efectiva del segundo impuesto más distorsivo que tiene la estructura tributaria argentina, más allá de estar oculto en el precio de bienes y servicios.

El FMI y el Papa advierten: sin clase media fracasará el ajuste

La metáfora del conflicto entre Alberto FernándezHoracio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof es que la provincia de Buenos Aires mantuvo los fondos gracias a la licuación de gastos, la Ciudad los recuperó y la Nación no perdió. Pero la presión tributaria general se incrementó.  

La semana pasada, Axel Kicillof anunció que en la provincia de Buenos Aires se aplicará próximamente un pago extraordinario del impuesto a los ingresos brutos, el más distorsivo de todo el sistema tributario argentino y aquel que todos los analistas afirman que debe ser el primero en ser desmantelado con el objetivo de cubrir parte de los fondos quitados desde la Nación en medio del ajuste libertario. Se afirma que solo lo pagarán los sectores de mayores ingresos y que por ahora quedarán fuera las pymes.

Sin embargo, el análisis del mosaico tributario afirma que quienes liquidan ingresos brutos en Buenos Aires (aun los mayores aportantes) son grandes empresas industriales. Muchas de las cuales están hoy al borde de ingresar en terapia intensiva. Y que están en condiciones paupérrimas de calcular “ingresos”, aunque sean brutos. Mientras tanto, también en Buenos Aires, se está aplicando un ajuste en las tarifas locales de rentas superiores al 200%; mientras que en los automóviles la suba es del 180%. Se replica la foto en el resto de las provincias.

Hasta marzo de 2024, ninguna repartición, ni cercana ni lejana a los libertarios, aceptó la propuesta del Presidente de reducir el gasto público. La elección del ajuste fue trasladar el costo a los ciudadanos. Que curiosamente coinciden con los votantes. A los que se les prometió otra cosa para este 2024. Tanto desde la Nación como desde las provincias.