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domingo, 8 de mayo de 2016

Entrevista a Gustavo Sylvestre... @dealgunamanera...

Gustavo Sylvestre: "Es imperdonable lo que hizo Szpolski"


El periodista lanza su primer libro y habla de la crisis financiera que atraviesan los medios y los escraches que sufrió trabajando en Clarín.

© Escrito por Ramón Indart el sábado 07/05/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


En 2017 Gustavo Sylvestre cumplirá 30 años como periodista político a nivel nacional. Ahora, el conductor de M1 en C5N (lunes a jueves 21 a 23) lanza su primer libro, "Intrigas, alianzas y traiciones" (Ediciones B) donde relata con detenimiento la relación del poder político con los medios de comunicación y cuenta anécdotas sorprendentes.

En este contexto, habla con Perfil.com sobre el estado actual de los medios, el cierre del grupo que crearon bajo el paraguas de la pauta oficial K Sergio Szpolsky y Matías Garfunkel y abre el debate sobre un tema que pocos tienen en cuenta: el financiamiento de la política en las campañas electorales.

Perfil.com: - ¿Con qué nos vamos a encontrar con este libro?

- Yo agradezco todos los días por esta profesión que amo, desde los 16 años que empecé en Concepción del Uruguay en Entre Ríos trabajando en LT 11 y en el diario La Calle. Mi primer trabajo en la Capital Federal fue el 20 de octubre de 1983, el debut de la democracia. Voté por primera vez y fue mi primer trabajo periodístico en la Capital. Venía a estudiar acá y la radio me acreditó para esa jornada. Desde ese momento no he parado. Así empiezo, con esa anécdota. Después la radio me acreditó en Casa de Gobierno del '84 al '91. En 1987 empecé en Canal 13 donde me meten a trabajar en la actualidad y especializarme en política.

- ¿Cómo se arma una campaña política detrás de los medios de comunicación? La de 2015 fue muy intensa y sobre todo en TV. Hay que marcar la diferencia entre diario, radio y tele, es ahí donde el poder pone la lupa.
- Yo repaso la campaña de (Daniel) Scioli y la de Cambiemos y como se fueron armando. Todo pasa por la televisión, guste o no. En esto hay que reconocer que el PRO armó una campaña no solo en término de conjunto, sino para la TV. Las puestas en escena eran para la TV. Hubo mucho debate el año que pasó, sobre temas puntuales. Fijate vos que funcionarios de gobierno que hasta diciembre se prestaban al debate, hoy no lo hacen. Como cambian las realidades, ¿no?

- Bueno, ahora tienen que dar respuestas.
- Cuesta más encontrar funcionarios dispuestos a debatir. Muchos diputados siguen por suerte.

- ¿Qué diferencia harías entre lo que fue cubrir el poder en el menemismo, el kirchnerismo y lo que viene ahora?
- El libro comienza con una entrevista con Isabel Perón. Ahí ella cuenta que cuando murió Perón quiso renunciar a la vicepresidencia para no asumir y hubiera aliviado mucho. Tal vez la Argentina se hubiera salvado de un golpe de Estado. Eso muestra como la condicionaron todos. Ella dice "no me dejaron". Yo le pregunto "quienes". Ni las FFAA ni los políticos, incluido Balbín que me dijeron que me iban a ayudar. A partir de ahí recorro lo que consultas, como se da la relación de los medios con el poder en cada turno democrático. Siempre el periodismo del '83 a la fecha, a los medios produjeron urticaria. Alfonsín, que era sumamente respetable, vos no tenías acceso a él, pero claro tenía un excelente vocero que era José Ignacio López. Era como hablar con Alfonsín. Eso cambia radicalmente con (Carlos) Menem. Te volvía loco. Cambió la forma de hacer periodismo en la Argentina. Pasó de esa rigurosidad, protocolo de Alfonsín a un Menem que hablaba en la puerta de la casa, en la sala de periodistas de Casa de Gobierno a las 7 de la mañana, ¡no había nadie! Las coberturas en el exterior no dormías. Rompió todos los esquemas.

- ¿Y cuándo llega De La Rúa?
- Ahí vuelve a institucionalizar todo. No tuvo manejo. Yo cuento la experiencia que me tocó vivir el día de la renuncia de Carlos "Chacho" Álvarez. Todos los medios estaban en la casa de Chacho, me llama De La Rúa y me dice enojado: "Gato que es esto de cadena que le están dando a Chacho". Le digo "Presidente estoy viendo que en Salón de los bustos hay un micrófono, ningún funcionario suyo salió a hablar". Entonces escucho que dice a alguien "acá el Gato dice que hay un micrófono, bajen a hablar" y empiezan a salir todos.

- ¿De esa manera?
- Es así. Se dio una competencia entre la casa de Chacho y el Salón cuando se da la renuncia. Yo di la primicia 8.30 en TN. Estaba Federico Storani, que era ministro del Interior y lo sorprendo al aire porque yo sabía desde la madrugada. Lo anuncio y lo sorprendo. Me dice "la verdad, salgo de acá y averiguo".

- ¿Y la etapa del kirchnerismo?
- Se vuelve a una etapa de mayor cerrazón informativa.

- ¿No te dolió haber estado en la pantalla de TN cuando empezó esa guerra del ¿"Qué te pasa, estás nervioso"? ¿Fue fácil trabajar en televisión?
- No. Siempre traté de mantenerme al margen de esas cuestiones. A nosotros nos escracharon por trabajar en el Grupo Clarín. Todas las veces que pedimos notas desde A Dos Voces (programa que hacía con Marcelo Bonelli) siempre tuvimos respuesta. Todos los años nos daba una o dos notas Néstor Kirchner. Con Cristina Kirchner ya no. Cambió. Con Néstor tuve diálogo, con ella no. Nosotros le hicimos nota cuando era candidata a presidenta y nunca más volví  a hablar hasta el año pasado cuando me dio la primera entrevista en Nueva York cuando fue a la ONU. Fue el único período de gobierno en el cual no tuve diálogo.

- ¿Cómo se financia la visión del poder frente a los medios? Vos tenés al Grupo Clarín con un soporte propio y el kirchnerismo fue armando medios para tener el lado B de la realidad. En ese contexto, ¿crees que era necesario? ¿Se excedieron en armar un grupo de medios tan enfrentado a otro que terminó en el achique actual?
- Si, es perjudicial porque hemos visto el caso más concreto que es el Grupo Szpolski, que dejó colegas en la calle sin pagar, que todavía están en una tarea loable con una cooperativa (Tiempo Argentino) pero con una angustia tremenda. Es imperdonable lo que pasó en ese caso.

- ¿Qué parte de responsabilidad le toca al Estado? porque lo alentó.
- Obviamente. Eso también hay que hacer de autocrítica. Todos los que alimentaron eso. Porque es verdad lo que decís, hay una responsabilidad compartida de los que alimentaron y la irrepsonsabilidad de Szpolsky y de Garfunkel en armar y dejar en la calle de un dia para el otro y sin asumir la responsabilidad social que les corresponde como empresarios a todos nuestros colegas.

- ¿Cómo ves hoy el panorama de los medios?
- Desde hace mucho tiempo pasan por una etapa muy dificil que en algun momento hay que rever. Se perdió en los últimos años el eje y la misión que tiene todo medio, que es la de informar. Muchos actuaron como posicion politica en Argentina y eso no es bueno. Y muchos otros han actuado como defensores de una gestión que tampoco es bueno.

- ¿Cómo lo solventás? actualmente se ven pocos medios con objetivo periodístico. Perfil es manejado por un periodista, La Nación tiene la misma idea. Pero después los grupos de medios son manejados por sectores de poder que no vienen del periodismo. ¿Eso va cambiando la concepción de los medios?
- Yo trabajé 23 años en el Grupo Clarín. Cuando no me sentí cómodo con una línea editorial renuncié, me fui a otro grupo que en ese momento me daba esa posibilidad.

- La política lo que dice en off es "¿Cómo querés que financie una campaña si no circula dinero en negro?" que no está blanqueado cómo se financia. Y para llegar a la TV, para hablar en prime time necesita plata la política.
- La forma de financiación es un debate en la Argentina que falta.

- ¿Por qué no se da?
- Falta mucho. Todas las campañas gastan más de lo que se anuncia.

- ¿Y esa plata de dónde la sacas?
- Bueno, eso es lo que falta transparentar.

- De golpe dicen "a mí me financian las empresas privadas" pero eso estaría mal también porque luego esa organización espera un resultado.

- Claro, obvio. A nivel de reforma política fue muy bueno instalar las PASO. Falta ahora como se financian los partidos políticos. En Estados Unidos salen a recolectar fondos pero se hace público. Acá falta esto. 

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sábado, 30 de enero de 2016

Mariano Martínez Rojas, el nuevo dueño de Tiempo Argentino y radio América…

Mariano Martínez Rojas, el nuevo dueño de Tiempo Argentino y Radio América…

Promesa. El empresario asegura que armará el multimedio más poderoso detrás del grupo Clarín.

¿Quién es el extraño comprador de los medios K?. Denuncias por estafas y enigmáticos inversores.

© Escrito por Giselle Leclercq, Marcos Teijeiro y Nicolás Lucca el viernes 29/010/2016 y publicado por la Revista Noticias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Habla mirando fijo a los ojos y le gusta referirse a sí mismo en tercera persona, a lo Maradona. Citó a la Revista Noticias en el Palacio Duhau, en un reservado a puertas cerradas del elegante hotel, en lugar de sus oficinas del Palacio Alcorta. Una recurrencia palaciega que completa su evidente apego a los símbolos de status, como los autos de alta gama y la referencia reiterada a amigos “extranjeros” poderosos e inversores norteamericanos de los que se guarda la identidad.

Enigmático. Se define como un hábil lobbista que descubrió el negocio de los medios. No explica con claridad quiénes lo financian.

La pregunta del millón es quién es en verdad Mariano Martínez Rojas (37), el empresario que acaba de comprar el diario Tiempo Argentino y radio América al kirchnerista Grupo Veintitrés por una suma “algo” superior a la que trascendió, de 2.3 millones de dólares, según aseguran en su entorno.

Dice que, aunque lo creen correntino, creció en Buenos Aires, cursó primaria y parte de secundaria en el Colegio La Salle, hasta que a su padre militar lo destinaron a Misiones. Finalmente, la familia se instaló en Corrientes donde hizo dos intentos universitarios: abogacía y administración de empresas. Pero abandonó. “Incursioné en el rubro textil; del textil al financiero y terminé de vuelta en Buenos Aires, con idas y vueltas, con errores cometidos en Corrientes como ya se citó en algún lado”, dice. Los errores son causas judiciales por estafas que de a ratos asume, niega o califica como “camas” que le hicieron.

Noticias: ¿Quién es usted?
Mariano Martínez Rojas: Soy Mariano Martínez, desembarqué con un grupo inversor norteamericano en la compra de medios. Empecé en el tema financiero con un grupo asiático muy grande.

Noticias: ¿Cuál?
Martínez: Un grupo que mueve el 80% del negocio textil hoy en Argentina. Los asesoraba en finanzas. A través de ellos fui conociendo del negocio, gente de afuera, fui creciendo y armando clientes. Soy un tipo muy lobista. Me gusta relacionarme y conocer gente. Una cosa fue llevando a la otra, empecé a abrir el abanico, a dedicarme a lo que era show y espectáculos, asociándome con Fénix Entertainment en todo lo que es el NOA y Paraguay. Nos consolidamos, armé mi empresa: M Deluxe. Después me interesé medios. Charlando con amigos me dicen “este grupo está a la venta, nosotros conocemos a la gente, te acercamos y empiezan a conversar a ver si concretan algo”.

Noticias: ¿Así conoció a Szpolski?
Martínez: Así lo conocí.

Noticias: ¿No lo conocía de antes?
Martínez: No, es más, lo conocí acá (Palacio Duhau). Me lo presentaron, le dije que estaba interesado en el paquete que tenía.

Noticias: No todo…
Martínez: No. Compré Tiempo Argentino, Radio América y la revista Forbes, que era de ellos, pero perdieron la licencia hace ocho meses. Por el resto estamos negociando.

Noticias: ¿Tiene intenciones de quedarse con el canal de cable CN23 y las otras radios?
Martínez: Si me cierran los números, sí. Igual yo no vengo sólo por este paquete. La idea es ser el segundo grupo más fuerte de medios de Argentina. No le tengo miedo a nada, te lo digo así. Y espaldas, lo que me estoy dando cuenta en las últimas semanas, me sobran. O sea, inversores es lo que sobra. Falta gente como yo con ganas de hacer.

Noticias: También ofrece servicios inmobiliarios.
Martínez: Gestión. En forma personal, acá y afuera, de compra y venta para terceros, con comisión. Tengo muchos amigos. Lo que me pidas, si lo puedo tener, lo tengo, y si no, te lo consigo. Siempre fui así. Soy muy comerciante. Si vengo en un auto y me decís “me gusta tu auto”, yo te digo “te lo vendo, tomá las llaves”. Soy así, pero con todo. Si vos me decís “che, estoy interesado en un edificio, en una propiedad, estoy buscando algo en Nueva York, en Miami” te digo “Pará que yo tengo un amigo, le escribo, dejame ver qué puedo conseguirte”.

Noticias: ¿Aún lo hace?
Martínez: Sí, porque es innato. Aunque me digas “pero hoy tenés un holding, ¿para qué te tomás el trabajo de llamar a alguien?”. Me nace. Disfruto de levantarme todos los días y ver qué cosa puedo hacer o qué cosa nueva puedo inventar. Dicen que nadie me conoce, eso es mentira. De los diez tipos que manejan los medios, cinco almuerzan en Dashi. Yo almuerzo ahí todos los días. ¿Vos pensás que no me conocen?

Noticias: Usted dice que representa a un grupo de intereses norteamericanos ¿Quiénes son?
Martínez: Amigos míos que aportan, amigos que fui conociendo a lo largo del último año y medio, te diría, más que en los últimos años.

Noticias: ¿Por qué comprar medios ahora?
Martínez: Como negocio es muy rentable…

Noticias: Tiempo Argentino es deficitario y el Estado le debe mucha pauta.
Martínez: Vamos a separar las cosas. Yo soy empresario, no político, no valijero como me llamaron, no todas esas cosas. Miro y analizo. Compré un negocio deficitario para hacerlo eficiente. Andá a comprar Clarín, que anda perfecto y gana mucha plata. Pero andá y pagá lo que vale, también. Yo compré, te lo digo en criollo, algo barato que lo puedo arreglar, pintar y que funcione. Es un negocio, no es otra cosa. Un negocio con un problema.

Noticias: ¿El grueso del capital para la compra viene de afuera o usted pone también parte de su patrimonio?
Martínez: Pongo parte de mi patrimonio. Generé algo que en Buenos Aires, en el sector financiero, es vox populi, y el resto viene de afuera. Al margen de eso, yo compré un agujero sin fondos. No es que puse plata: la plata la voy a ir poniendo a partir de ahora. No es como dicen. Compré algo que vale equis dinero. Pero en realidad pagué una deuda de equis dinero y no la pagué tampoco: estoy arreglándola y solucionándola con todos. O sea, tuve reuniones con banqueros desde las 12 del mediodía hasta llegar acá. (N. de la R: 5 de la tarde) Y así tengo todos los días.

Noticias: ¿Cuántos acreedores tiene el Grupo Veintitrés?
Martínez: Existe un número, pero es privado. Por eso estoy reuniendo inversores. Algunos pueden ser locales, no tienen que ser sólo de afuera, como los tengo también. Porque el negocio se tornó atractivo. No habría hecho ningún negocio el año pasado. O antes.

Noticias: ¿Por qué?
Martínez: Porque no servía. Es muy simple.

Noticias: ¿Económicamente?
Martínez: Económicamente. Yo no tenía un cliente mío de afuera que ponga ni diez centavos para hacer algo en la Argentina. La situación en la que estaba el país no era buena desde hace unos años. No es algo que diga yo, no es una cuestión política; es netamente una cuestión económica. ¿Vos habrías comprado una empresa el año pasado? Hago plancha. Hoy, para la gente de afuera es muy bueno el viento nuevo que vino. Y yo como inversor también te diría que tengo muchas expectativas de acá en adelante. Si no, no te diría que vine a quedarme y voy por todo. No meto marcha atrás, puse primera y no meto nunca marcha atrás. Así tenga que pagar el costo que estoy pagando.

Noticias: ¿Cuál?
Martínez: La exposición, que busquen ensuciar a alguien que viene a invertir, a un país en el que hasta hace tres meses nadie venía a invertir.

Noticias: Pero usted tiene causas por estafa…
Martínez: No tienen sustento ninguno de las denuncias, las testigos jamás se presentaron. El pedido de nulidad de la causa está lento. Creo que después de la feria va a ser más rápido. Es una cuestión de plata. Si la gente te quiere sacar algo…

Noticias: Según el sistema de calificación crediticio, su situación es moderada, la de su hermano irrecuperable, y la de su esposa (N. de la R: fueron sus socios) tiene alto riesgo de insolvencia.
Martínez: No repercute en nada. ¿Mi nivel financiero crediticio? No te dan una tarjeta black si no tenés un buen nivel financiero. La realidad es que vine y me hice cargo de algo de lo que nadie quiere hacerse cargo. Hay gente que lleva tres meses sin cobrar. Pero eso no lo muestran. No muestran que fue Mariano el que, primero que nadie, se sentó a hablar.

Al límite.

Efectivamente, Martínez Rojas sigue con causas judiciales vigentes en Corrientes. En el juzgado de instrucción Nº 4, a cargo del Dr. Leandro Andrés Maciel, consta una causa iniciada por el artista plástico y arquitecto Hugo Sotelo. El expediente 103141/13 lo investiga por estafa en la compra de un auto de alta gama que nunca se abonó y tiene anexada la denuncia de Pedro Kaenel (ver recuadro página 86), por las mismas razones, por lo cual ambas causas se resolverán en conjunto. “La etapa de instrucción ya concluyó. Ahora cuando se levante la feria judicial el juez deberá resolver si con los elementos que se reunieron en la investigación dicta su procesamiento”, explica el titular de la Fiscalía de Instrucción Nº 1, Buenaventura Duarte.

Otro de los puntos en común en ambas causas es que los cheques sin fondos emitidos pertenecían a Grupo Norte SRL, razón por la cual también están imputadas en ambas causas la madre de Martínez Rojas y su esposa, María Inés Mozzati. En un principio, también se había imputado al hermano, Fernando, quien es el vicepresidente de la sociedad, pero una junta médica determinó que no puede ser juzgado debido a su incapacidad mental. Sotelo y Kaenel no serían los únicos en haber sido estafados, sin embargo, sí fueron los únicos en avanzar en causas judiciales. En Corrientes señalan que otros damnificados llegaron a arreglos extrajudiciales con Martínez Rojas.

Además de la causa por el automóvil, Sotelo también denunció al empresario por la desaparición de una de sus obras. En 2013 la Fiscalía Nº 10 de Comodoro Py abrió el expediente Nº 10314 para investigar la sustracción de una obra de arte. Tras un juicio abreviado, Martínez Rojas se declaró culpable de la apropiación y secuestro de una pintura valuada en casi 50.000 dólares. Por esto fue condenado a tres años de tareas comunitarias.

Noticias: En una nota publicada en Tiempo Argentino afirmó que iba a mantener la línea editorial del diario.
Martínez: No afirmé que tenía planeado mantenerla. Yo dije que vamos a ver de acá en adelante, cuando se reestructuren ciertas cosas con prioridad en los sueldos, cómo seguimos la línea en base a todo el grupo, no en base a cada uno por separado. Hay cosas que a mí no me gustaban de antes, al sentarme a leer el diario. Esas cosas no pasarán. Busco más una realidad, no agarrar el diario y leer una mentira.

Noticias: ¿Veía que Tiempo Argentino mentía?
Martínez: Sí. Tiempo Argentino como varios medios más que son vox populi. Creo que con decir la verdad, no perdemos. Y que la gente confíe.

Noticias: ¿Pudo conocer a Garfunkel?
Martínez: Sí. Una sola vez. Su relación con Szpolski está totalmente quebrada, creo.

Noticias: – Pero también tuvo que negociar con él…
Martínez: No tengo que negociar con él. Yo me siento, hago una oferta, está en ellos como grupo aceptarla o no aceptarla. De ahí en más son los abogados, los contadores, los que se encargan de encaminar todo. Si está todo OK y están todas las cosas en regla, se firma. Si no se firma absolutamente nada.

Noticias: ¿No van juntos a las reuniones?
Martínez: Jamás. Eso no existe. Viene un apoderado de Matías. Sergio está siempre. No se cruzan. Si ves cómo está el Grupo hoy… Es un agujero sin fondos. Me senté en una reunión y les dije “esto parece un ministerio”.

Noticias: ¿Se reunió con personal periodístico jerárquico de Tiempo Argentino y Radio América?
Martínez: Me reuní el día cero. Hice todo al revés de lo que hace un empresario normal. Hice un acuerdo por el que, supuestamente, tenía que entrar en 90 días al diario y hacerme cargo. Más allá de que ya compré y soy dueño desde el primer día, tenía que analizar, hacer auditoría, ver la situación, sentarme con banqueros, con proveedores. Pero terminé de firmar y me fui al diario. No soy alguien que se esconde, si es algo mío yo quiero ver cómo es, cómo funciona, y lo quiero ver ya, no dentro de 3 meses, en tres meses comenzó la carrera y ya es tarde.

Noticias: ¿Usted es testaferro de Szpolski?
Martínez: Esperen dos meses y verán quién era quién. Busco una tirada nacional de acá a dos meses, no que el diario desaparezca. Estoy renegociando con toda la gente, y tengo problemas con todo el mundo. Creo que los últimos empresarios que adquirieron medios acá pertenecían al gobierno anterior. Acá no se pertenece a ningún gobierno, ni padrino, ni hay nadie atrás. Soy un aventurero.

Noticias: ¿Dentro del macrismo no conoce a nadie?
Martínez: No. Sí conozco de tomar café en el mismo bar. Tengo oficinas en el Palacio Alcorta, desayuno, almuerzo abajo. Me conoce todo el mundo, soy un pibe muy sociable. Si entrás mañana y te veo acá, te digo “vamos a tomar un café”. Me siento, hablo, no me escondo.

Noticias: Se le señalaron vínculos con gobernadores peronistas…
Martínez: No, eso no existe.

Noticias: Capitanich e Insfrán, puntualmente. ¿No le aportan?
Martínez: Descartalo 200%. No tengo ningún tipo de relación. No los conozco.

Antes de terminar la charla, Martínez se auto-diagnostica: “Podés pensar "este pibe es un demente" y yo te voy a decir que sí, pero que es un demente que no es ningún boludo.







viernes, 2 de noviembre de 2012

Buitres... De Alguna Manera...


Buitres…

Copropietario del Grupo Veintitrés que opera numerosos medios puestos al servicio del Gobierno, Matías Garfunkel fue muy claro en esta ocasión. El multimillonario heredero de Jorge Garfunkel y Mónica Madanes escribió el 11 de octubre en su revista: “Diría que casi por el bien del crecimiento mundial, es hora de un cambio de mando en el seno del gobierno norteamericano.

Quedó más que claro, en el primer debate presidencial, la forma apabullante en la que Mitt Romney le hizo notar al presidente (Obama) lo poco que entiende de economía”. En seguida, Garfunkel fue más explícito: “Casi diría que por el bien de la principal economía del mundo, de los países que de alguna manera dependemos (sic) del hemisferio occidental y por el bien de Israel (¿?), el próximo presidente sea Mitt Romney y no Barack Obama”.

El Grupo Veintitrés, en el que Garfunkel es el principal aportante de capital, está inextricablemente vinculado con el gobierno de Cristina Fernández, a cuyo servicio controla varios diarios y revistas, y maneja radios y canales de TV. Su subsistencia sería inimaginable en el libre juego de la oferta y la demanda de lectores, oyentes y televidentes, si no fuera lo que es, el principal recipiente de la munificente pauta oficial de propaganda. El Grupo Veintitrés responde a los intereses del Gobierno.

Este supuesto aparentemente colisionó, sin embargo, la misma semana de la declaración de amor de Garfunkel por el candidato de la derecha estadounidense, Romney, cuando el buque escuela de la devaluada Armada argentina quedó anclado en un puerto africano al ser embargado por la Justicia de Ghana. Ese embargo resultó de un amparo solicitado por un fondo de inversiones norteamericano, cuyo jefe es el mayor contribuyente individual a la campaña presidencial de Romney para las elecciones del 6 de noviembre.

El “fondo ciego” (blind trust) del multimillonario Romney y su esposa, Ann, fue especialmente alimentado por el célebre especulador financiero Paul Singer, autor de varias “proezas”. Con sus hedge funds amigos, se compró la División Autopartes de la gigantesca General Motors a sólo 67 centavos de dólar la acción, para llevarla luego a 22 dólares. ¿Cómo hizo? Amenazó a General Motors y al Tesoro de los Estados Unidos con un cierre total de la industria automovilística a la que el presidente Barack Obama tuvo que rescatar de la quiebra.

El dinero de los Romney ya había sido volcado a Elliott Management Corporation, el paraguas legal de Singer con sede en Nueva York, a nombre de Ann Romney, cuya sociedad conyugal con Mitt consolida intereses económicos irrompibles. Esa colocación de dinero de los Romney en el imperio de Singer fue la gallina de los huevos de oro: ganaron no menos de 15 millones de dólares, aunque la oculta cifra real podría ser ocho veces esa cantidad, según aseguran respetados medios periodísticos norteamericanos, como la liberal revista The Nation.

Singer ha sido también el mayor financista del candidato a la vicepresidencia de Romney, el congresista Paul Ryan. Según The Wall Street Journal, fue Singer quien obligó a Romney a designar a Ryan como su pareja en el binomio. Singer ha sido el principal asesor económico de Romney. Le dio un millón de dólares a un Comité de Acción Política del Partido Republicano armado con aportes de 37 billonarios. El fondo especulativo manejado por Singer, NML Capital Limited, motorizó el embargo de la fragata. NML Capital Ltd. es subsidiaria del citado Elliott Capital Management de Singer. Mientras tanto, en Buenos Aires, la semana que termina trajo la noticia de que el vicepresidente Amado Boudou fue visto cenando en el exquisito restaurante del Palacio Duhau Hyatt, sobre la avenida Alvear, con el socio operativo de Garfunkel, Sergio B. Szpolski. Boudou no la pasó bien esa noche y fue increpado por parroquianos, pero eso sería lo de menos.

Así, en un elemental silogismo, estos pasos se resumen así: el Gobierno financia de manera desorbitada a los medios de comunicación de un grupo supuestamente “privado”. Una de las dos cabezas de este grupo se muestra en público cenando a solas con el vicepresidente de la Nación, una bonita exhibición de cordialidad, la misma que permite que el ministro de Economía sólo conceda “reportajes” a una radio explotada por el mismo grupo mediático. La otra cabeza del pool, por su lado, expresa su solidaridad de clase y, entre millonarios, emite una profesión de amor por el ultraderechista Romney. El problema de Garfunkel es que lo hizo la misma semana en la que una fragata de la Armada argentina era retenida en un puerto remoto por la acción judicial interpuesta por un fondo financiero en el que hay dinero e intereses directos de Romney. En castellano: Garfunkel se financia para sus negocios con el Estado argentino, pero sin embargo se fascina con quienes atentan contra la integridad, o al menos contra la vergüenza de este país.

¿Hablamos entonces de mala praxis o de ingenuidad? Es cierto que el enamoradizo Garfunkel no es considerado una luz por quienes ya se han apalancado con él en otros negocios, pero lo cierto es que su testa coronada figura al frente del grupo de herramientas mediáticas que trabajan para su contratante, la Casa Rosada. Es que este hombre tiene responsabilidades. Al final del día, el episodio, entre grotesco y patético, demuestra que el Gobierno se vale de variados y pintorescos ejecutores.

Son habitualmente superficiales e imprevisibles, irresponsables y audaces, algo que ameritaría alguna de las filípicas de la intelectualidad K. Resulta revelador que amar a Mitt Romney desde el seno del oficialismo equivale a asociarse con los bonistas que embargaron la mítica fragata, un lujo hedonista, una incestuosa concupiscencia entre multimillonarios.

© Escrito por Pepe Eliaschev y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 27 de Octubre de 2012.