Mostrando las entradas con la etiqueta Mario Pereyra. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Mario Pereyra. Mostrar todas las entradas

domingo, 15 de enero de 2023

El reino del revés I... @dealgunamaneraok...

El reino del revés I...

Darse corte. Dibujo: Pablo Temes. 

Arrastramos décadas de decadencia y no se ve en el horizonte una posibilidad de cambio.   

© Escrito por Nelson Castro el sábado 14/01/2023 y publicado publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Dispuesto a quemar las naves, Alberto Fernández se ha adentrado en un laberinto de consecuencias inciertas y malas no sólo para el país sino también para su gobierno. El intento de juicio político a los cuatro miembros de la Corte Suprema genera un conflicto de poderes que paralizará al Congreso durante todo el año.

Las consecuencias más duras las sufrirá el propio Poder Ejecutivo ya que algunas leyes imprescindibles para su gestión quedarán en la nada. Uno de los más afectados será el ministro de Economía quien apostaba a que algunos proyectos como el de blanqueo de capitales le aportara los dólares que le siguen faltando a las magras reservas del Banco Central.Todo –absolutamente todo– tiene ribetes disparatados. Desde la nómina de testigos propuestos por el oficialismo hasta la cantidad de proyectos –27– ingresados al período de sesiones extraordinarias que durarán poco más de un mes. Va de suyo que ninguno de ellos tiene el más mínimo viso de ser aprobado. Está claro, pues, que esto responde a una estrategia de campaña electoral.

La idea es atribuirle a la oposición la culpa por la parálisis del Congreso. 

Vale la pena recordar que el 2022 fue uno de los años para olvidar en materia de actividad legislativa con sólo 37 leyes sancionadas y uno de los números más bajos en la cantidad de sesiones de los últimos diez años.

El Presidente ha terminado de incorporar como herramienta de gestión la metodología del kirchnerismo duro, es decir, la idea de destruir todo sin importar sus consecuencias.

Una de las herramientas fundamentales del kirchnerismo es la mentira. 

Al respecto, AF se ha transformado en un verdadero heraldo del embuste. En estas horas pulula por las redes el reportaje que el 19 de julio de 2019 le hizo por Cadena 3 el inolvidable Mario Pereyra. Durante esa entrevista, Fernández negó enfáticamente que estuviera dispuesto a cambiar la Justicia. “Grábelo, guárdelo de recuerdo, porque después no me va a poder retrucar nada”, completó con tono de ofuscación el entonces candidato presidencial del Frente de Todos contra Todos.

Nada de esto tiene que ver con la realidad que sufren todos los argentinos. La inflación de diciembre que alcanzó el 5,1%  es una demostración más del fracaso de la actual administración. El año cerró con el 94,8% que, para el Gobierno es una victoria sólo por el hecho de no haber tocado el 100%. Se trata de arrebatarle a los medios de comunicación más críticos un título demoledor, como si haber quedado a las puertas de esa cifra no fuera ya una vergüenza suficiente. 

El primer papa emérito 

Escuchar a la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, afirmar que se cumplieron los objetivos inflacionarios de la gestión de Sergio Massa exhibe el desprecio por lo que le sucede en el día a día a los que menos tienen. La proyección del índice de inflación para el corriente año es el principal obstáculo que tiene el ministro para lanzar su candidatura presidencial. Massa es otro de los que ha hecho de la mentira un modus operandi. La bandera de largada del año electoral profundizará los disparates discursivos, la mentira y el todo vale. En tono de campaña: Alberto Fernández dijo que “Siente que cumplió su palabra” y que quien dejó “gente hambrienta se llama Macri”.

El Presidente no tolera la imagen que le devuelve el espejo. No tolera que cada vez más gente le reproche sus acciones y que el archivo no lo perdone. Él mismo ha destruido su carrera política, algo que definitivamente lo perturba. Sus asesores deberían revisar seriamente los actos y apariciones públicas que le ponen en su agenda de actividades oficiales. AF visitó el pasado lunes la ciudad costera de Miramar para anunciar la construcción de una cancha de hockey financiada por el Gobierno. Se trata de un anuncio que le quedaría grande al mismísimo intendente, pero allí estuvo el Presidente que se retiró del lugar insultado por vecinos y veraneantes. 

La incorporación del sindicato de Camioneros a los controles realizados en el marco del programa Precios Cuidados, es otro de los disparates de última hora. Un sindicato que hace del apriete y la extorsión una bandera. Oscar Borda, el jefe de Logística de Camioneros y hombre de confianza de los Moyano participa activamente de los nuevos controles. Su nombre salió a la luz cuando el 21 de septiembre pasado ingresó de manera violenta con cincuenta patoteros a golpear al dueño de la empresa Milo, en Avellaneda. Dejaron destrozos y trabajadores heridos. Las cámaras de seguridad registraron todo y una jueza ordenó su detención. Pero la causa no avanzó y Borda descansa tranquilo bajo el ala de los Moyano.

El secretario de Comercio, Matías Tombolini, defendió en Twitter la medida: “Junto a Pablo Moyano sumamos la colaboración de Camioneros para que los trabajadores de la rama logística del gremio aporten en la verificación del cumplimiento. Trabajamos para que las familias argentinas paguen lo que es justo en cada compra”. Otro de los que hace tiempo que ya no se pone colorado es el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren quien objetó el modo de cobertura que los medios hicieron del caso: “Podríamos poner otras tapas más optimistas, de cómo está creciendo la economía. Hay cosas lindas para mostrar en la Argentina”. 

Detrás del escritorio casi todos pierden la brújula y someten al país al reino del revés. 

Nuestro país arrastra décadas de decadencia y no asoma en el horizonte una posibilidad certera de cambio. La oposición debería tomar nota de esto y dejar de pulular en la intrascendencia si de verdad quiere modificar el rumbo y devolverle a los argentinos algo de lo que han perdido después de tantos años de impericia, mentiras y sufrimiento.




lunes, 7 de septiembre de 2015

Radiofonía: Líderes en audiencia... @dealgunamanera...

Las dos voces que más convocan en las radios del país...

Líderes. Mario Pereyra (72), de Cadena 3, y Marcelo Longobardi (54), de Mitre, juntos en la redacción de Perfil. Foto: Sergio Piemonte

Desde Cadena 3 y Mitre son los más escuchados del interior y en Capital Federal y el GBA. Juntos en Perfil, hablan de política, la ‘grieta’, los medios y el periodismo.

Marcelo Longobardi lleva 15 años siendo líder absoluto, sin perder un solo mes, en la primera mañana de la radiofonía argentina. Su ciclo, Cada mañana, de Mitre, es escuchado por casi un millón de personas diarias. 

Mario Pereyra es el director artístico de Cadena 3, la emisora más escuchada en el interior del país, con 23 repetidoras a lo largo de la Argentina, y su programa Juntos es invencible en la segunda mañana de la AM 700 desde hace 31 años.

Longobardi y Pereyra son los reyes, amos y señores del éter y son hombres que siempre mantuvieron una mirada crítica de la realidad del país, esté quien esté sentado en el sillón de Rivadavia o gobernando la provincia de Córdoba.

“Yo doy mi punto de vista de los acontecimientos argentinos desde hace treinta años, y no estoy pensando si está bien o si está mal, es un debate ridículo sobre si lo que digo forma opinión porque todo forma opinión, hasta un tuit lo hace”, sostiene Longobardi. “

En Córdoba soy el hombre más influyente según la revista Punto a Punto, por dos años consecutivos, y hay encuestas realizadas que me pusieron por encima del gobernador. Soy responsable de eso, y debo serlo delante del micrófono”, se jacta Pereyra.

—Hoy existe la radio televisada: en internet vía streaming en HD, y en Televisión Digital Abierta. ¿Qué postura tienen de esta tendencia?

LONGOBARDI: Tengo una visión muy clásica: la radio es la radio y la radio televisada deja de ser radio y pasa a ser un híbrido, no es radio ni tele.
PEREYRA: Sólo utilizamos Periscope de Twitter en casos especiales, cuando viene una figura, pero lo de verlo por internet no existe en el interior, no me gusta. La radio lo mejor que tiene es la imaginación. Si se pierde eso, pierde el sentido. Yo no lo hago en mis radios ni lo haría en un futuro.

—¿Las radios son deficitarias?

P: ¿Cómo van a ser deficitarias? Dan ganancias. Económicamente nos va muy bien. A nivel nacional de facturación estamos segunda o tercera, a la altura de Mitre, Radio 10, Continental. Son millones de pesos y tenemos ganancias con una cantidad de empleados infernal: cien en Córdoba y doscientos cuarenta en total distribuidos en todo el país y en el exterior con corresponsales en Israel, Estados Unidos, España. 
L: No tengo la menor idea de los números de Mitre. Soy un empleado con contrato hasta 2017, no soy productor comercial, pero no creo que mi programa ni el de Lanata sean deficitarios.

—Víctor Hugo Morales fue muy crítico de Néstor Kirchner y hoy es el defensor del kirchnerismo desde Continental. ¿Cómo ven que un comunicador radial defienda tanto una gestión? 

P: Me da mucha pena lo de Víctor Hugo. Lo lamento por él. No sé por qué será que lo hace, quizá por su convicción política, pero que un periodista tenga que defender a un gobierno... ¿Por qué? No, el periodista nunca debe perder la mirada crítica.
L: Lo de Víctor Hugo es un fenómeno extraño, yo no lo entiendo. Es más fanatismo que periodismo, con una mirada rebuscada de los acontecimientos como pasó en Tucumán. Es algo incomprensible. 

—¿Cómo creen que será el país de Macri o el país de Scioli? 

L: En ambos casos será un país complicado y manejado por hombres sensatos. Scioli tendrá el mismo desafío que tuvo Kirchner: en dos años deberá hacerse del poder, porque una elección no resuelve el problema del poder. La Cámpora tendrá un papel secundario con 25 diputados, al igual que Cristina. Macri deberá ampliar un formato cerrado, porque no puede gobernar sólo con tres políticos fuertes: Michetti, Vidal y Larreta. 
P: Quisiera que el país tuviera un cambio, y eso lo puede traer Macri: un gobierno liberal pero con sentido de Estado, un concepto distinto de la república, sin este fenómeno de gobierno sin respeto. Si gana Scioli no va a ser igual tampoco, será más moderado que el actual. 

—¿Qué sucederá con los medios de comunicación? 

L: La grieta de los medios se terminará y se regresará a cierta normalidad con cualquiera que gane. Ninguno les otorgará a los medios el papel importante que les ha otorgado Cristina.
P: Creo que va a mejorar. Los medios se adecuan a las realidades del país.

—¿Se impone la boleta electrónica luego de las PASO y la quema de urnas en Tucumán? 

L: Creo que no lo van a hacer porque no tienen voluntad. El sistema electoral ha colapsado, pero la política no arregla este tipo de cuestiones, está orientada a otros intereses.
P: El Gobierno no quiere. Es la historia cultural del país hecho por Perón, con dádivas, con regalos, y mientras más ignorante la gente sea, mejor. Se aprovechan los Kirchner engañándolos con subsidios y regalitos. Hay inundaciones y Scioli gana igual. Es un país insólito. 

—¿Cuántos políticos los quieren ver por semana?

L: Todos, todo el tiempo y de todos los partidos. No acepto, soy poco sociable.
P: Ninguno. Saben que conmigo no pueden transar con dinero, nada de nada, somos independientes de verdad.

—¿Qué sentiste al saber que Lanata dejará la segunda mañana de Mitre en 2016?

L: Hay que ver si se va, no está ciento por ciento confirmado. Me hice amigo de Jorge, lo aprecio, es una gran persona y un profesional de la puta madre. Me da mucha pena que no esté el año que viene, hemos hecho una combinación fantástica. Lo importante es su salud: yo le digo “Jorge, para cuatro o cinco meses” porque no lo veo bien y me preocupa mucho. Creo que tiene que descansar para que su riñón se adapte a su cuerpo. 

—¿Qué va a pasar con “6,7,8” a partir del 10 de diciembre?

P: Hacen un programa partidario con un canal que es de todos los argentinos. Yo creo que el nuevo gobierno tendrá que poner manos en el asunto y evitar que sean botines de los medios audiovisuales del Estado. Por ende, no quiero que haya más programas de ese tipo en la televisión argentina.
L: No sé. Me resulta gracioso y entretenido, y es completamente inofensivo.

© Escrito por Gustavo Méndez el lunes 07/09/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.