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sábado, 21 de julio de 2018

Pasan cosas… @dealgunamanera...

Pasan cosas…

 María Eugenia Vidal y Mauricio Macri. Fotografía: N.A.

Íbamos bien y pasaron cosas, dijo Mauricio Macri. Y sí, pasaron dos cosas esta semana que podrían sumarse a las que pasan todos los días, pero que pueden cambiar el panorama electoral del 2019. Con esta crisis en la economía, las cosas que pasan no son buenas para Cambiemos. Las dos cosas que pasaron  fueron la investigación periodística que demostró la estafa electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires y la carta que firmó la mayoría de la oposición contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Escrito por Luis Bruschtein el sábado 21/07/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Hubo denuncias más fuertes, algunas que involucraron al presidente, como  las casi 50 empresas y cuentas offshore que tiene el Grupo Macri, o la autocondonación de la deuda de 70 mil millones de pesos (habría que recalcular y aumentar esa cifra por la devaluación) que el Grupo Macri tiene con el Estado argentino por el Correo. Son denuncias que provenían de fuentes internacionales que no tienen relación con la disputa política local, como es el consorcio internacional de periodistas de investigación. Y las cifras son multimillonarias en dólares. Sin embargo, cuando se produjeron, la imagen de Macri estaba en su cenit, la situación económica no se les había ido de las manos y apenas pudieron mellar el poderoso blindaje protector de las corporaciones mediáticas oficialistas.

El fenómeno que demuestra que no todo está dicho sobre el poder de los grandes medios fue que una investigación casi artesanal, por una cifra menor que las otras estafas denunciadas, y que se difundió por un portal de Internet, pudo rasgar ese muro infranqueable de los medios más poderosos. Tampoco se trata del mito de la primavera mediática donde un solo internetista derrumba el sistema. Hubo dos condicionantes importantes: es el peor momento de Mauricio Macri y su gobierno. La crisis tiene un impacto tan fuerte en la sociedad, que involucra a capas medias y empresarias, además de los sectores más vulnerables. El malhumor, ya no se puede ocultar.

El otro factor es que la alianza con las corporaciones mediáticas está cambiando su equilibrio interno. Si el dominante antes era Macri, como la llave para los negocios a los que aspiraba el Grupo Clarín, ahora el Grupo se convirtió en el principal jugador de la economía y del manejo de las comunicaciones. La polaridad interna cambió: ahora manda el Grupo, que empieza a sondear opciones.

El impacto de la investigación que inició el periodista Juan Amorín para El Destape, demostró que aún en estas sociedades donde las grandes corporaciones de medios capturan la subjetividad de las personas para manipularlas, en algún momento la realidad se puede imponer sobre la virtualidad. Como sucedía con las viejas dictaduras que amenazaban con eternizarse pero en algún momento la fuerza de las armas decaía ante las resistencias populares.

El resquebrajamiento de esa doble cara se puso en evidencia en la conferencia de prensa de Macri. Se manejó como lo hizo siempre, con los mismos criterios de desprecio por la realidad y tapando un presente desastroso con falsas expectativas para el futuro. Pero lo que en su momento fue carta de triunfo, ahora apenas movió el amperímetro. No generó expectativa ni frenó la caída vertiginosa en su credibilidad.

La denuncia por los aportes truchos se propagó en forma exponencial. Aparecieron falsos aportantes  incluso en las filas del oficialismo, dispuestos a denunciar la estafa de su partido lo cual también fue síntoma de desmoralización y deserción. Además el torpedo impactó en la línea de flotación del armado electoral de Cambiemos para el 2019 porque María Eugenia Vidal fue preparada y preservada como figura de relevo de Macri. Y si Macri trata de repetir, la gobernadora es la carta principal en la provincia de Buenos Aires. La expulsión de la contadora Fernanda Inza y las conferencias de prensa de Vidal y Macri en el mismo día mostraron que, potenciadas por el malestar social, las denuncias habían hecho daño.

Para el otrora ascendente Cambiemos, el escándalo de los aportes truchos indicó el cambio hacia la curva descendente. En contraposición, la carta de la oposición a Christine Lagarde expresó un escalón de ascenso para una oposición que no terminaba de caer. Y sienta un precedente importante para las próximas elecciones presidenciales.

Los medios oficialistas le dieron menos importancia que la propia Lagarde. La presidenta del FMI había pedido que en su agenda se incluyan entrevistas con dirigentes de la oposición. Al Fondo le preocupa la sustentabilidad de un acuerdo firmado por un gobierno que quizás no sobrepase el 2019. La carta subraya que si bien la Constitución habilita al Poder Ejecutivo a tomar deuda, cuando ésta involucra condicionamientos de tipo político y económico, el acuerdo debe pasar por el Congreso. Si Lagarde estaba preocupada, el documento le aclara que la mayoría de la oposición está en desacuerdo y queda implícito que el convenio podría ser denunciado en el futuro si no pasa por el Congreso.

La carta constituye otro punto de contacto entre fuerzas opositoras diferentes, desde las dos CTA, dos triunviros de la CGT, Pablo Moyano, referentes de los movimientos sociales de diversas corrientes así como legisladores de los bloques del FPV-PJ, del Frente Renovador y algunos del Federal.

No constituyen toda la oposición, pero sí la gran mayoría. Tampoco implica un acuerdo electoral ni se habla de que confluyan en una sola lista para el 2019, o que participen en una sola interna. El documento representa un espacio amplio que está en la sociedad y que se expresó en los multitudinarios actos del 25 de Mayo y del 9 de Julio. Cientos de miles de personas se movilizaron en esas fechas en contra del acuerdo con el FMI.

Pero da cuenta de dos factores. El primero es que el ámbito de lo político empieza a acompasarse con lo que sucede en la economía y en los movimientos sociales, que son los que perciben primero los efectos del ajuste y la crisis. Son niveles que tienen tiempos diferentes que ahora empiezan a sincronizar. La política es más lenta en reaccionar que la economía y lo social. Y además las confluencias se hacen más trabajosas porque Cambiemos se encargó de dinamitar el camino, indujo la división y el enfrentamiento.

Pocos apostaban a un final feliz en las conversaciones de unidad que se iniciaron en el peronismo. La sensación era de que apenas se hablara de una lista, se terminaba el diálogo y que seguramente habría más peleas que reencuentros. El documento crítico del FMI no implica un compromiso,  pero está representando una amplia base social. Casi el 70 por ciento del país rechaza el acuerdo con el FMI. Y pese a que no haya acuerdos de listas o internas ni candidaturas, ese amplio espacio, o una parte importante de él, será un jugador desequilibrante si es que hay segunda vuelta en las elecciones presidenciales de 2019.

Un paradigma de los dos primeros años de gobierno de Cambiemos fue que la oposición no resistía una segunda vuelta. Por primera vez despunta un espacio opositor que puede disputar el ballotage y no solo por lo que hagan sus dirigentes, sino porque esa amplia base electoral es la que empuja esas definiciones. Los dirigentes podrán ir en listas separadas y competir por su cuenta. Pero llegado el momento, esa base tan amplia deberá decidir por el candidato de ese espacio que haya pasado a segunda vuelta. Ese conjunto  heterogéneo prefiere esa línea de confluencia más que la planteada por Cambiemos, a pesar de los enojos y recelos.

Nos pasaron cosas, dijo Macri y tiene razón. Estas dos pueden cambiar el escenario electoral de 2019 al esmerilar a la candidata de recambio del oficialismo y al empezar a delinearse un espacio de oposición que sin ataduras de acuerdos o listas, puede actuar en forma coincidente en esas elecciones.
              
El final no tiene que ver con las elecciones. Es un twitt que circula como el espanto y la peste: “Sarampión en CABA, 750 mil niños en riesgo por caída de cobertura de vacunas. Dos muertes y un trasplante hepático por fiebre amarilla, 7 casos de dengue en la villa 21-24. Aumento de los casos de sífilis y tuberculosis. Enfermedades controladas reemergen”. Desgraciadamente no es una “fakenews”, es una maldita noticia verdadera.



viernes, 10 de febrero de 2017

Del verbo "Licuar".. Caso Correo Argentino... @dealgunamanera...

Una explicación que no cierra ni en cómodas cuotas…

Según la fiscal, la quita de deuda del Correo Argentino superaría hoy los 4 mil millones y alcanzaría los 70 mil en 2033. Imagen: Leandro Teysseire

El Ejecutivo defendió los beneficios al Grupo Macri, pero la fiscal, los expertos y la jurisprudencia derribaron esa postura. Especialistas refutaron los argumentos del gobierno en favor de la quita del 98,87% de la deuda del Correo Argentino.

© Escrito por Werner Pertot el viernes 10/02/2017 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El gobierno de Mauricio Macri argumentó, a través de su ministro Oscar Aguad, que el acuerdo al que llegó con el Grupo Macri por una deuda por la concesión del Correo Argentino no tuvo quita alguna, que se pagará el cien por ciento de lo adeudado, que no corren los intereses durante los quince años que pasaron desde que se decretó la convocatoria de acreedores y que no hay condonación alguna. Diversos especialistas consultados por Página/12 confrontaron con esos argumentos: en los juicios, se contempla una actualización del monto en función del tiempo transcurrido y los intereses se pagan en la primera cuota. Según señalaron distintos juristas, hay una doctrina de la “propuesta abusiva del deudor”, que toma en cuenta entre otros factores si la quita en valores reales supera el 60 por ciento. En este caso, según la fiscal Gabriela Boquin, es del 98,87 por ciento. Los argumentos del Estado argentino en 2003 se contradicen con la posición actual del Gobierno PRO.

En términos del sentido común la discusión parece simple: si una persona le presta a otra 300 pesos en 2001, el deudor los cambia por dólares y se los guarda, pasan 15 años y el acreedor le reclama por la deuda, es bastante seguro que no aceptará 300 pesos en pago. Desde el Gobierno de Macri sostienen que no sólo debería aceptar esos 300 pesos, sino cobrarlos en 15 años: tres pesos en 2018, otros tres en 2019, etcétera. Este diario repasó con una serie de especialistas en la materia los argumentos del oficialismo.

1. Se paga el ciento por ciento de la deuda y no hay quita. El director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Comunicaciones, Juan Mocoroa, –que firmó la aceptación del acuerdo con el Grupo Macri– afirmó que pagará el “ciento por ciento del capital verificado: 296 millones de pesos”. “No le perdonamos ni un mango a Macri. Nada. Ni siquiera los intereses”, sobreactuó. “La deuda a la que el Estado tiene derecho son 296 millones de pesos”, aseguró Mocoroa, que le echó la culpa al Gobierno anterior: “Por un enfrentamiento político, el Estado no pudo cobrar. Recién en 2016 logramos que la empresa pague”, afirmó.

Sus argumentos se oponen a los que utilizó el Estado argentino en 2003 y que fueron citados en su dictamen por la fiscal Boquin. Allí indicaron sobre una propuesta similar del Grupo Macri que no contemplaba el pago del 100 por ciento de la deuda, dado que había que tener en cuenta el valor real por el paso del tiempo. “¿Cuánto paga el concursado en realidad? Podríamos decir casi nada. En efecto, si se calcula el Valor Actual Neto de cada una de las propuestas, la oferta formulada implica casi una quita encubierta y ello, sin tomar en cuenta el plazo transcurrido desde el 19/09/2001 hasta la fecha (en 2003) en que no se devengaron intereses”, argumentaron. “Se advierte claramente que implica de modo claro y contundente un procedimiento de licuación de pasivos y no una propuesta de pago”, sostuvieron los abogados del Estado en 2003, en oposición a lo que sostienen ahora los representantes del Gobierno de Macri.

En tanto, el ex titular de la IGJ y profesor de derecho comercial, Ricardo Nissen, indicó a este diario que “desde 2001, está planteado que no puede hacerse una propuesta abusiva, porque constituye un enriquecimiento sin causa. Tiene que haber un sacrificio mutuo: el acreedor cobra pero el deudor debe hacer un sacrificio necesario para que no se licue el pasivo”.

2. La deuda no puede ser actualizada. El ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, sostuvo que “las cifras no se pueden actualizar, la ley de quiebras lo impide”. “Todos los acreedores pudieron homologar sus créditos y el Estado argentino consolidó una deuda de 296 millones de pesos. Cuando se verifica un crédito en un concurso, esa deuda queda congelada en el tiempo”, insistió el ministro radical. “Esto es mentira. Lo que dice la Ley de Quiebras y Concursos es que suspende el curso de intereses. Eso no significa que cuando llegue el momento de la propuesta no se actualice la deuda. La suspensión de los intereses es para que no se agrave el pasivo. Pero lo que no se puede hacer es licuar el pasivo por el paso del tiempo. Esto no es así”, remarcó Nissen.

Los abogados del Estado en 2003 también argumentaron en contra de esta idea. Citaron un plenario de la Cámara en lo Comercial “en el que se estableció que la propuesta de pago total debía ponderar la incidencia de la depreciación monetaria, entendida por tal como el cambio en el poder adquisitivo en el tiempo”. “Esto es lo mismo, dado que parte del supuesto real y efectivo de que el pago presente no es igual que el pago futuro y esa diferencia temporal tiene un costo que debe ser reconocido”, indicaron en ese momento los abogados del Estado.

Incluso destacaron que la propuesta del Grupo Macri –que era levemente mejor que la que aceptó el gobierno de Macri– era abusiva y no podía ser aceptada, dado que implicaba la licuación del pasivo. La doctrina de la propuesta abusiva tiene una extensa jurisprudencia que tiene entre otros casos el de “Línea Vanguard S.A.”. La Corte Suprema señaló en un fallo de 2007 que se debe tener el cuenta “el logro de una finalidad satisfactiva del derecho de los acreedores, que naturalmente resulta negada cuando la pérdida que se les impone es claramente excesiva”. “Son muchísimos casos en los que la Cámara Comercial sentó precedente declarando abusiva una propuesta con los mismos cálculos que la fiscal Boquín exhibe ahora con el caso del Correo”, indicó Nissen.

Eduardo Favier Dubois fue el primer juez que intervino en la causa por el Correo Argentino. Es profesor titular de Derecho Comercial y Derecho Económico y especializado en quiebras y títulos. “En principio, no se puede dolarizar por la ley de quiebras. Esta deuda no era en dólares. Era en pesos. En este caso, el dolar no juega. Lo que tiene que ir uno es al poder adquisitivo”, indicó a Página/12. El ex juez explicó que en estos casos se hace una actualización: “Lo que se establece es el valor presente. Primero, se debe establecer desde cuando se determinó la deuda. Si es una deuda de dos años y la va pagar dentro de dos, se agrega una tasa de cuatro años”, advirtió. “Incluso en época de inflación reconocida, hubo un plenario de la Cámara Comercial que determinó que para evaluar si se pagaba el 100 por cien o cuál es el monto de la quita había que atender a la inflación en el tiempo transcurrido”, indicó.

Sobre la doctrina de la propuesta abusiva, Favier Dubois explicó que se tienen en cuenta una serie de factores para determinar si una quita es abusiva (por ejemplo, el valor de la quiebra, el rol de la empresa para una economía regional). “Otro parámetro es el valor real: históricamente, no se podía pagar menos del 40 por ciento. La quita no podía ser más del 60 por ciento a valores reales”, detalló. “También es abusiva si se puede ofrecer más”, advirtió. Un dato a tener en cuenta en este caso.

3. No corre el cómputo de intereses sobre los 16 años que pasaron. “Cuando se acuerda un plan de pagos sí se generan intereses, pero no antes de eso”, sostuvo Mocoroa, que se basó en el artículo 19 de la Ley de Quiebras y Concursos. “Esto es parcialmente así. La ley dispone que los intereses se suspenden hasta el momento de la homologación. Según lo que uno le ofrezca al acreedor”, indicó Favier Dubois. Por su parte, la abogada Natalia Volosín señaló que “si se aplica de manera restrictiva el artículo 19 de la Ley de Quiebras, no se puede aplicar el interés. Pero en los fallos actuales, los jueces empiezan a no querer homologar propuestas cuando se las considera abusivas. Por eso, en últimos tiempos aparecen acuerdos concursales pagando intereses devengados durante proceso. Interpretan que artículo 19 suspende, pero no condona intereses y los pagan, por ejemplo, todos juntos en la primera cuota”. “La fiscal no pide que paguen 4 mil millones, sino que se les pida que la quita a valores reales sea menor. Lo raro es que el representante del Estado no hace esto”, advirtió la abogada.

4. No hay condonación. “No existe ninguna condonación, porque para eso debería haber una quita de parte del acreedor al deudor. No le hemos quitado absolutamente nada”, afirmó Mocoroa. Aguad señaló que “son 300 millones de pesos que van a ser 600 millones porque se ha hecho un acuerdo a 15 años, con 7 por ciento de interés anual”. “Si están pagando el 1 por ciento del total no es técnicamente una condonación, pero en los hechos se le acercaría. La fiscal tiene sus razones en su argumentación”, indicó el ex juez Favier Dubois. “La interpretación más usual es que para que sea quita tiene que haber una reducción con respecto al capital. Ahora, la discusión es: ¿están pagando integralmente la deuda? La fiscal dice que pasaron 16 años. ¿Y la inflación en todo este tiempo? Por eso hizo un estudio para ver el valor económico real. Según su cálculo, el valor de la quita a valores reales es casi el 99 por ciento. La diferencia es enorme”, indicó Volosín.

En su dictamen, la fiscal Boquín advirtió que “uno de los principios fundamentales de las finanzas establece que ‘un peso hoy vale más que un peso mañana’. De ahí surge el concepto de costo de oportunidad. El costo de oportunidad del dinero puede calcularse según el interés que se devengaría si ese dinero hubiese estado invertido por el beneficiario. Otro factor a tener en cuenta es la licuación del capital que se produce por la desvalorización de la moneda durante un lapso prolongado”, indicó. El Gobierno de Macri decidió hacer de cuenta que esa depreciación nunca existió.