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sábado, 21 de noviembre de 2015

Argentina es bipolar... @dealgunamaenra...

La salud mental de Cristina Fernández, a debate…

Presidente de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner

Un libro insiste en que la líder argentina es bipolar y ella lo niega. El autor, antikirchnerista, asegura que la presidenta padece cinco trastornos mentales.


Argentina es bipolar. Y para sus detractores, la presidenta Cristina Fernández también. Tras más de doce años de gobiernos del matrimonio Kirchner, el país ha quedado dividido, polarizado entre kirchneristas y antikirchneristas, como evidencia la campaña electoral para elegir la semana próxima al sucesor de Fernández. Los medios de comunicación no son ajenos a esa polarización.

Nelson Castro es uno de los periodistas más populares de Argentina. Desde sus programas de radio y televisión fustiga diariamente a la presidenta y al Gobierno. Acostumbra a mirar fijamente a la cámara y hablar directamente a la mandataria. Pero además Castro es médico neurólogo, lo que le ha permitido especializarse en la salud de los mandatarios argentinos, escribiendo libros sobre las enfermedades de Evita o el general Perón. Su última obra, Secreto de Estado (Sudamericana), está dedicada a la salud de Fernández y está resultando muy polémica porque asegura, sin un ápice de duda, que la presidenta padece bipolaridad y otros trastornos mentales.

"La enfermedad más importante que tiene es la atrofia frontal, una afección que produce trastornos de conducta, que genera conductas desinhibidas", dice Castro a La Vanguardia, aunque asegura que esta patología no provoca la bipolaridad pero está "asociada". El periodista explica que "los médicos que la trataron dicen que la conducta de Cristina es el producto de cinco factores: estrés, bipolaridad, síndrome de Hubris, atrofia frontal y narcisismo; hay de todos estos un poquito".

Excepto en el caso de la atrofia del lóbulo frontal, los otros cuatro trastornos ya habían sido diagnosticados por Castro basándose en fuentes médicas próximas a la Casa Rosada. En el caso concreto de la bipolaridad, la revista Noticias ya lo había publicado en el 2006. La publicación tampoco identificó a su fuente, pero luego trascendió que se trataba del psiquiatra Alejandro Lagomarsino, que supuestamente había tratado a Fernández. Sin embargo, Lagomarsino no puede confirmarlo porque falleció de cáncer en el 2011. Otro argumento para quienes no tienen dudas de la bipolaridad de la mandataria es que su hermana, Giselle Fernández, sí padece esa enfermedad.

Ahora Castro se basa en el testimonio anónimo de otro psiquiatra, colaborador de Lagomarsino. Evidentemente, los cinco trastornos de la conducta mencionados no favorecen a Fernández, especialmente viniendo de uno de sus más mediáticos detractores. El síndrome de Hubris, por ejemplo, puede definirse como la adicción al poder o delirios de grandeza. No obstante, Castro defiende su profesionalidad y no cree que haya violado ningún código de ética médica escribiendo el libro, alegando que la salud de un presidente es un "asunto de estado". Además, el periodista deja claro: "Yo no soy el que violó el secreto o no", trasladando ese asunto de conciencia a sus fuentes médicas.

Para defender su libro, Castro enumera cómo se manifiestan esos supuestos trastornos mentales. "Afectan al egocentrismo de Cristina, al culto a su personalidad excesiva, su poca aptitud para tolerar opiniones dentro de su Gobierno contrarias a la suya, su tendencia a tomar decisiones sobre temas que conoce poco, su manejo centralista del poder, la falta de reuniones de gabinete, su tendencia a creer que la realidad es como ella cree que es y a creer que las opiniones que son distintas a las de ella son opiniones de gente ignorante", asegura Castro.

Por su parte, Fernández, que nunca se había referido en público a su supuesta bipolaridad, reaccionó hace unos días, denunciando una "campaña cloaca" contra ella y contra el candidato kirchnerista. No sólo negó que sea bipolar, sino que criticó la estigmatización de los enfermos mentales y defendió a quienes sufren esa patología refiriéndose a su hermana, sin citarla.

"Sabiendo que en mi familia tengo una persona muy inteligente que se enferma, porque son tan brutos que creen que los bipolares son locos. Los bipolares son enfermos que tienen una gran dosis de inteligencia y que tratados con su medicación son excelentes. Dicen que Einstein era bipolar, ¿no? Lamento, podría parecerme a Einstein, pero no soy bipolar", zanjó Fernández.

© Escrito por Robert Mur el domingo 16/11/2015 y publicado por el Diario La Vanguardia de la Ciudad de Barcelona, España.

  

jueves, 26 de febrero de 2015

Tierra Arrasada... De Alguna Manera...


Extractivismo ambiental: un negocio peligroso…

Portada del libro, editado por Sudamericana. Foto: Cedoc

Darío Aranda es periodista y luego de un trabajo de investigación que lo llevó a recorrer  de norte a sur la Argentina, presenta su libro "Tierra Arrasada".

El interior también existe dice un viejo dicho popular. El extractivismo ambiental existe en el interior debería rezar un nuevo dicho. De hecho este tipo de acciones, como lo son: el negocio de la soja, la megaminería, las pasteras y los combustibles no convencionales afectan a una parte importante del territorio nacional. Se trata de emprendimientos de grandes empresas que se instalan en diferentes puntos estratégicos para lograr obtener un rédito millonario,  y que ocasionan daños graves en la salud de los habitantes y un deterioro irreparable en el ambiente.

El periodista y autor de Tierra Arrasada, Darío Aranda, cuenta cómo fue la realización del trabajo que le llevó dos años de recorrido por diferentes puntos del país.

-¿Cuál es el objetivo del libro?
D.A.- Lo que intenta el libro es desde la crónica y la entrevista dar a conocer el mapa del extractivismo a nivel nacional y principalmente mostrar el mapa de las luchas y las resistencias, y para ello conté con testimonios de asambleas socioambientales, de los campesinos, de los habitantes de pueblos indígenas. Todos aquellos que hoy están al frente de estas luchas.Trato de hacer hincapié en el tema de las represiones que ejercen las corporaciones frente a estas resistencias y algo importante, el rol de la prensa. Hay sectores que silencian por  el compromiso que puedan tener con las empresas y otras que lo hacen por el compromiso con el gobierno.

-¿Qué caso de los que pudo conocer le impactó más?
-D.A.- El caso de Malvinas Argentinas, porque lo visité cuando la presidenta y la empresa Monsanto (que buscaba producir maíz modificado genéticamente), recién habían anunciado la fundación de una planta ahí, por eso fui a una de las primeras asambleas y, enfrentar nada menos que a una empresa así, es algo que parecía imposible.De hecho hay colegas e investigadores del extranjero que vienen a conocer como es el caso de la pequeña comunidad en Córdoba que frenó a Monsanto.


Otro caso notorio que se menciona en el libro es el de las poblaciones campesinas en Misiones y su resistencia  frente al avance de los monocultivos de árboles que, muchas veces no tiene tanta prensa, porque  estamos más acostumbrados al tema de la soja; pero en Misiones y en Corrientes funciona de la misma manera. El monocultivo de árboles para la industria forestal es exactamente igual que para el de la soja.

-¿En el libro se cuentan historias puntuales de personas afectadas?
-D.A.- Sí, de hecho acompañé el caso de una madre del barrio Ituzaingó Anexo en Córdoba, que fue el primero  que llegó a un juicio penal y que los acusados estuvieron en el banquillo y fueron condenados aunque no con prisiones efectivas. Se trata de  un productor y un fumigador de la zona. También relato el episodio de un bebé que en la primera semana de vida tuvo su primera visita al hospital, con intoxicación después del paso de un tractor fumigador que roció todas las casas de esas cuadras con agrotóxicos. En algunos casos se ponen de acuerdo y se presentan medidas de amparo, hay uno específico que terminó bien por eso, dado que la comunidad presentó a tiempo un recurso de amparo y se prohibieron las fumigaciones en una zona de Santa Fe.

-¿Tuvo inconvenientes a la hora de entrevistar o conseguir testimonios?
-D.A.- Nunca. En general las organizaciones necesitan contar lo que está sucediendo. Por ejemplo, en Formosa está el caso de la comunidad 'La Primavera', y allí hay un conflicto terrotorial, ese pueblo está ubicado en las tierras más fértiles del lugar, de lo poco que queda sin explotar por eso el avance del monocultivo de soja, ven en esas tierras un lugar preciado. La violación de derechos humanos que hay allí conmueve, suelo definir a Formosa como el lugar donde "la democracia aún no llegó", se vota pero no hay democracia.


Aparte de las historias y testimonios recopilados por el autor, el libro contiene un trabajo de archivo que demuestra el impacto del extractivismo en el medio ambiente como premisa principal, pero también la resistencia que se produce ante ello y, la violación de los derechos de las  personas que frente a estas corporaciones son objeto vulnerable y frente al Estado parece que fueran objeto invisible.

© Escrito por Florencia de Sousa el miércoles 25/02/2015 y publicado por el Diairo Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.