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viernes, 17 de junio de 2016

Carta de Carlos a José… @dealgunamanera...

Carta de Carlos a José… (*)



Yo sé que alguno me va a mirar dentro de un rato mientras hago la cola del banco. Me va a mirar por vos, José, por las bolsas llenas de dólares que revoleabas ayer. Y me va a mirar a mí como si yo fuera un chorro.

La puta que te parió, José. ¿Sabés para qué tengo que hacer la cola del banco? Para sacar de mis ahorros, porque no tengo laburo, y con los ahorros pagar mis impuestos, la puta que te parió.

Porque yo laburé y pago impuestos. ¿Y sabés cuántos que siguen bancando y pagando impuestos van a tener que explicar que el kirchnerismo no fue una banda de delincuentes, José? Todos vamos a tener que explicarlo, la puta que te parió.

Por vos. Y la mitad del país no nos va a creer. ¿Para qué querías tanta plata? ¿Y los relojes, la puta que te parió? ¿Cuántos relojes pensabas ponerte en el brazo? ¿Tanto te importa la hora? ¿Sabés que hora es ahora? La hora de que los se robaron el país, esos que siempre se robaron el país, los que volvieron para robárselo de nuevo, aprovechen que vos sos un chorro y un idiota para venderles a los que están ávidos de creer que no se equivocaron cuando votaron la Revolución de la Alegría que están mejor con este gobierno, la puta que te parió.

¿Sabés la cantidad de gente que tiene que sobreponerse todos los días a esta amargura y la sigue luchando, José? Mientras vos andabas por ahí sin saber dónde poner las bolsas de dólares esa gente se desvive para organizarse, para reunirse, para juntar energías, para no rendirse, la puta que te parió.

Montones de viejos, montones de pibes jóvenes, montones de madres que usan tiempo y energía que no les sobra para ver si es posible recuperar aquel país que daba laburo, que daba dignidad, que daba alegría. Gente decente y trabajadora, la puta que te parió.

No como vos que sos un chorro de cuarta. ¿Qué te creíste, José? ¿Cuántos dólares creíste que te merecías por cada escuela que levantaste? Qué tipo de mierda que sos, José. Usaste el privilegio que tuviste, el privilegio de construir para el pueblo, en un privilegio para llenarte de guita sucia. Transformaste lo que fue un acto de justicia, un acto de reparación, un acto que dignificaba a nuestra gente en un delito.

Si serás imbécil, la puta que te parió.

Un chorro tan imbécil que lograste que estos que llegaron para robarse la jubilación, los programas de inclusión, los fondos en el banco central, la comida de los pibes, los que vinieron para robar para los fondos buitres parezcan buena gente que lucha contra la corrupción. ¿Qué querías hacer con toda esa guita, José? ¿Pensaste que te la merecías? ¿Pensaste que entre tantos miles de millones que manejaste esa guita era poca, era “un vuelto”? Qué pedazo de hijo de puta que sos.

¿No pensaste que nosotros no nos merecíamos que vos estuvieras robando dentro del gobierno que defendíamos? ¿No te importó que mientras nos acusaban injustamente de chorros vos estuvieras robando de verdad? A vos no te importa nada, José. Ya lo sé. Vos en la cabeza tenés mierda. ¿Cuántas casas pensabas comprarte con esa guita? ¿Cuántos autos? ¿Cuántas piletas de natación? ¿Cuántas botellas de whisky? ¿Cuántos zapatos italianos, tarado? ¿Cuánto caviar, boludo?

Y la ametralladora, José. Qué vergüenza. Qué pelotudo, vos con una ametralladora encima. ¿A qué estabas jugando? ¿No lo sabés, no? Yo tampoco. Pero sí sé con qué estabas jugando. Estabas jugando con un montón de personas que seguimos poniendo nuestros nombres y nuestras caras por tener un país más justo. Jugaste con nosotros y ahora hacés que paguemos con vos por tus delitos. Por momentos tengo ganas de decirte que ojalá te mueras, José.

Pero sabés qué, no te deseo nada. Arreglate como puedas. Que tu vida estúpida siga como sea. A nosotros no nos sobra nada como para andar gastándolo en vos. Y vamos a tener que seguir luchando por un país más justo, a pesar de que un tipo como vos se mezcló con nosotros. Y que nunca se te ocurra pensar que fuiste uno de nosotros. Vos no sos nadie, José. Porque vos robando para construir sos peor que los que hoy destruyen para robar.

(*) Carlos Barragán y José López, ex conductor del programa 6,7,8, y el Ex Secretario de Obras Públicas de la Nación.

Julio De Vido y José López en 6,7,8, conducido por Carlos Barragán,  hablan sobre “la caja”…

© Escrito por Carlos Barragán y publicado en Facebook el miércoles 15/06/2016 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



domingo, 10 de noviembre de 2013

Alfredo Leuco en Gvirtzneilandia... De Alguna Manera...


La verdad caliente…


El columnista de Perfil relató lo que le ocurrió y los indicios de que no se trató de un simple ataque al voleo.

Entre otras cosas, me robaron la única computadora que tengo y por eso estoy aquí, en medio del cierre de la redacción, como en los viejos tiempos. Dudo mucho que haya un lugar mejor en el mundo.

En la facultad me enseñaron que los hechos son sagrados. Aquí van, después viene la opinión que es libre. Me llamaron, para solidarizarse y ofrecer ayuda en la investigación de lo que realmente sucedió, especialistas de todos los palos, de los buenos y de los malos, de izquierda y de derecha, civiles expertos y jueces federales.

Cada uno tiene su conocimiento. El saldo más relevante: no hubo uno solo que dijera que lo que me ocurrió fue un robo al voleo, y eso que les insistí en el tema. Pero hubo conclusiones que comparto:

1) Es un abogado que sólo defiende malos y corruptos de todo pelaje, desde este gobierno kirchnerista y hasta la dictadura. Nunca tomé un café con él. Pero sabe de qué habla. “Te atacaron los que en la jerga se llaman ‘motoqueros seleccionados’. ¿Qué significa eso? Son grupos especiales que, como los barras bravas, hacen trabajos por encargo con la modalidad dos ruedas. Muchas veces no saben ni quién los contrata. Les garantizan la zona liberada y reciben su paga.”

2) Un juez federal indignado me dijo: “Lo que te hicieron es una vergüenza. No hay que permitir que esto siga porque es muy peligroso”. Me aseguró que no hay relación costo-beneficio en lo que pasó. Cuatro tipos de casco, ropa para lluvia negra y flamante, arriba de dos motos Enduro, tipo cross, al mediodía, en uno de los lugares más custodiados de la Argentina, no se corresponde con afanarle una mochila a un viejo pelado que cruza Avenida de Mayo. Si ellos sabían que ese viejo pelado de mochila negra era yo quiere decir que no fue al voleo. Que alguien me marcó y les hizo oler mi sangre a los tiburones.

3) Fue apenas di tres pasos adentro de la galería que está al lado del café Tortoni. Colas de turistas brasileños y japoneses, con relojes y máquinas de fotos de última generación, pretendían entrar a esa maravilla arquitectónica. Por eso siempre hay dos policías federales con chaleco naranja al lado. Ese día no estaban.

Los comerciantes que me conocen y vieron todo lo que pasó me dijeron que “justo estaban de vacaciones”. Los dos juntos. En noviembre. En fin. A dos cuadras, o menos, está el edificio que alberga a la embajada de Israel. Hay vallas anti Quebracho-D’Elía y tres patrulleros para custodiar semejante lugar, que es un potencial blanco terrorista. A ocho cuadras está la Casa Rosada. El motochorro que luchó conmigo demoró demasiado tironeando de la mochila que yo no quería largar, en un gesto típico de locura de periodista.

En el medio del remolino, yo pensé, crean o no, en mis treinta años de trabajo convertidos en bits. Tanto resistí que se bajó el que iba atrás de la segunda moto. Cachiporrazo en el codo derecho, pero no aflojé. Patada furibunda en la costilla derecha y perdí el invicto. Al salir, sin tener los pies bien afirmados, otro cachiporrazo, de esos cortitos con una bola en la punta, me pegó en la cabeza, pero sin fuerza, en retirada, como diciendo: nos hiciste laburar, guacho.

4) Caminé por la galería hasta Rivadavia 835, entré a radio Continental, como todos los días. Subí por el ascensor hasta el tercer piso y, ante mi asombro, en las pantallas de la tele del informativo la placa roja de Crónica decía: “Violento asalto a Leuco”. No podía creerlo. Yo no había tenido tiempo ni de contarle a mis compañeros. ¿Los muchachos de Crónica escucharon la red policial con los handies como siempre? ¿Le batió la justa un rati? ¿Cómo se enteró la cana tan rápido que ese gordo pelado de la mochila negra era Leuco? Veremos las filmaciones que, espero, aparezcan rápidamente.

5) Sigamos con las fuentes que más conocen de estos temas pesados. La policía bonaerense y un importante ex jefe del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), ahora asimilado totalmente a la democracia. Utilizaron los mismos términos y razonamiento: “Te la pusieron, te la hicieron. Nadie se cree que fue un robo”. No fue una salidera porque no salí de un banco. Dejé el auto en una playa privada y caminé dos cuadras. No voy siempre en auto, en general viajo en el Metrobus.

6) Un experto en inteligencia con cursos en el exterior me enseñó un camino para hacer algunas conjeturas. “Revisá en los últimos dos meses a qué personas criticaste más duro.” “A todo el Gobierno”, le dije pelotudamente orgulloso. “Buscá en serio”, fue casi la orden. “Y fijate quiénes tienen vinculación con algún hecho de violencia, patota o metodologías no democráticas en la resolución de los conflictos. Y después, pensá qué tenías realmente importante en tus mails y en tus archivos.”

La conclusión fue inquietante. Pero nada prueba nada y no sirve ni siquiera para una sospecha. Los motochorros especiales, o mercenarios en moto, no tenían una camiseta con el nombre de un partido ni de una agrupación ni me dijeron, “hijo de puta, esto es un mensaje de tal o cual”.

Encontré que últimamente me dediqué con especial atención a cuatro militantes K de distinto palo, dos de derecha y dos de presunta izquierda. Todos tuvieron algo que ver con hechos violentos en el pasado mediato o inmediato. Vamos por la derecha: Guillermo Moreno y Raúl Othacehé. Patoteros ambos.

En el Indec, el primero, apretador de empresarios y mujeres con un amigo de Acero. El segundo podría poner una academia con título habilitante para romper cabezas de “troskos y zurdos” o ex zurdos, como en el caso de Martín Sabbatella, que lo sufrió en carne propia, lo denunció varias veces, pero que ahora tuvo una conveniente amnesia porque son aliados en las listas que apoyan a Cristina. Datito extra: el Vasco Othacehé, amigo de la Presidenta, me mandó una carta documento para que me rectifique, pero yo puedo ratificar todo lo que escribí sobre él.

Los dos de presunta izquierda son Luis D’Elía y Horacio Verbitsky. Uno tomó una comisaría, anunció un golpe de Estado para ayer y agredió a un cacerolero, entre otras actitudes violentas. El otro fue un jefe de inteligencia de Montoneros y siempre tuvo relación con el mundo de los espías. Hoy se está haciendo un festival porque ejerce de hecho una jefatura paralela.

En este caso, hay algo más preocupante. Mis mails, que según me dijeron fueron “visitados” por personas extrañas, tenían un intercambio con una editorial donde me comprometí a escribir una biografía no autorizada del periodista de Página/12. En una carpeta de “Mis documentos” guardé unos “no papers” de algunas pistas que me dieron sobre el rol de Verbitsky durante la dictadura. ¿Cómo fue que sobrevivió semejante cuadro y de ese rubro? Nunca quedó demasiado claro y por eso se ganó el odio y algunas declaraciones de dos integrantes de la conducción de Montoneros y de un ex canciller, no de agentes de la CIA.

Aclaro que ya desistí de escribir el libro. No lo hice ahora por esto que pasó. Fue hace diez días y porque no tengo tanto tiempo para chequear rigurosamente la nueva información que está circulando. Algún otro lo hará.

Insisto en el concepto porque no quiero acusar falsamente a nadie. Relato hechos y hago conjeturas. Son puntas para que alguien pueda investigar a fondo.

7) La más terrible de las últimas agresiones las sufrí en la calle, como espejo de las pantallas de la tele y las redes sociales. La orquesta de celebración por la paliza y el robo sólo puede explicarse por el odio que instalaron y que la historia les va a facturar: “Te lo merecés. Fue poco lo que te pasó”. El jueves a la noche, después de las placas de tórax que me tuve que hacer para ver si tenía costillas fisuradas, a dos cuadras de mi casa en San Telmo, un tipo me dijo en la cara: “Por culpa de golpistas hijos de puta como vos, el país esta así”.

Me dieron ganas de ahorcarlo en la vereda. Pero seguí por última vez los consejos políticamente correctos: “No te prestes a la provocación. No te bajes a su altura. No respondas con la misma moneda. Vas a generar un efecto imitación y te van a escrachar más. Vas a estar horas en 6,7,8 y es peor. Bajá la cabeza y soportá”.

El jueves lo hice por última vez. En estos diez años no me dio resultado ocultar los hechos que me sucedieron y retroceder en silencio. Me agreden cada vez más, pero como no lo cuento dicen que son mentiras, y si lo cuento, como en la OEA, dicen que soy un alarmista destituyente. No agacho más la cabeza ni me dejo humillar para no darle pasto a las fieras. Es políticamente incorrecto, pero es en defensa propia. Vengo del pueblo hebreo, que debatió durante años si la mansedumbre colaboracionista reducía el horror o lo justificaba.

8) ¿Cómo reaccionó el Gobierno? Se dividió claramente en dos grupos. Los que tienen matriz peronista se solidarizaron y alguno me dio una gran ayuda. No los nombro porque no quiero generarles problemas con Cristina. Los ladriprogresistas se manejaron con silencio público y fogoneo soterrado en internet. Salvo un “tonton macoute”, un tal Barragán en Gvirtzneilandia, la ciudad de la fantasía, cara pero secreta. Titularon “La operación Magdalena-Leuco”. ¿Puedo ser tan boludo para hacerme pegar y robar todos mis documentos personales, del auto y mi computadora para apoyar a Magnetto? Te falta sopa, tonton.

9) Tengo un gran capricho que me articula. Me niego a mentir. Me puedo equivocar, como todos. Pero nunca a sabiendas. No cobro por hacer ni dar notas. Jamás alquilé mi opinión. Me revuelve el estómago decir que no hay inflación, que los presos no se escapan de las cárceles, que la inseguridad es una sensación, que Pino y el Pollo Sobrero se dedican a quemar trenes o que Lázaro Báez no conocía a Néstor. Ni por todo el oro del mundo. Ni por una mochila negra con una notebook.

10) Me voy por 15 días de viaje. Ya los grupos de tareas blogueros dicen que me asusté y que por eso rajo. Ni en pedo. Imberbes e ignorantes, aunque no les guste, puedo probar que milité por la democracia y los derechos humanos durante la dictadura. Con marchas con la Multipartidaria y el gremio de prensa a Plaza de Mayo y a San Cayetano cuando el riesgo era la desaparición, con la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, con una medalla que me entregó Estela de Carlotto aunque ahora me odie, con un retén del Ejército que me fue a buscar a mi casa el 24 de marzo del ‘76 y no me encontró porque había ido a tomar la facultad para enfrentar el golpe. ¿Cómo voy a temer a los “tonton macoute” que ni siquiera eran dictadores, eran chupamedias de los dictadores.

Volveré en dos semanas y seré millones de bits. Firmado: El pelado de la mochila negra.

© Escrito por Alfredo Leuco el  sábado 09/11/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


domingo, 26 de agosto de 2012

Subsidios: no tantos voluntarios K… De Alguna Manera...


Subsidios: no tantos voluntarios K…


Kirchneristas pero no tanto. Quienes, pudiendo, no renunciaron a los subsidios.

El 23 de Noviembre de 2011 el Ministerio de Planificación puso en marcha una WEB para poder renunciar voluntariamente a los subsidios en los servicios públicos. Cristina Fernández de Kirchner apareció como la primera adherente voluntaria a la renuncia de subsidios. “El sistema empezó a funcionar hoy a las 8 de la mañana y ya hay 215 pedidos de eliminación del subsidio”, aseguró el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Aníbal Fernández sostuvo que “La renuncia a los subsidios es un gesto de equidad” y agregó que ”los tres poderes se estarían sumando“. Veamos hoy, mas de 8 meses después, quienes, pudiendo, dada su situación económica, no se han adherido aún.

Diputados Nacionales.

Algunos que no figuran y fueron electos por la provincia de Buenos Aires son Edgardo Depetri, Remo Carlotto, Mario Oporto, Adriana Puigross, Carlos Kunkel, Luis Francisco Cigogna, María Balcedo, Griselda Herrera, del FPV de La Rioja aunque electa junto a Menem, tampoco. Por Formosa, no figuran los diputados Juan Carlos Díaz Roig y Luis Basterra. Nora Bedano por Córdoba, Isaac Bromberg por Tucumán, María Eugenia Bernal por Jujuy, Julio Catalan Magni por Tierra del Fuego (su compañera de bancada fueguina Rosana Bertone sí figura).

Senadores Nacionales.

No figuran Walter Barrionuevo, Inés Blas, María Jose Bongiorno, María Delarosa, Pablo Gonzalez, Juan Manuel Irrazabal, Sergio Mansilla, José Miguel Mayans. En el caso de Beatriz Liliana Rojkés no figura ninguna propiedad a su nombre, aunque su marido Alperovich sí. Carlos Saúl Menem , aliado al kirchnerismo con su “Bloque Federalismo y Liberación” tampoco figura.

Funcionarios y políticos varios.

Rafael Bielsa, secretario SEDRONAR. Héctor Icazuriaga, Secretaría de Inteligencia. Luis D’Elía (tampoco su Esposa, diputada provincial, ni sus hijos, empleados en ANSES “por contactos”), María José Lubertino, Felisa Miceli, Mario Ishii, Horacio Luis Tettamantti (Subsecretario de puertos y vías navegables), Emmanuel Agis, Subsecretario de Programación Macroeconómica. Eduardo Di Rocco, Secretaría de Asuntos Políticos y Electorales.

Empresarios y periodistas ligados al kirchnerismo.

No figura el santacruceño Lázaro Báez, el ex CEO de YPF Sebastián Eskenazi, el futuro socio de YPF Eduardo Eurnekian, Alberto Grimoldi (felicitado por Cristina hace días, ex Secretario de Industria de Martínez de Hoz).

Tampoco los empresarios de medios (y otros rubros) Sergio Szpolski, Matías Garfunkel y Daniel Vila.

No figuran los panelistas de 678 Dante Palma, Orlando Barone, Carlos Barragán, Luciano Galende. Horacio Verbitsky, y en caso de que no estuviera a su nombre, tampoco figura su mujer Mónica Müller. Ernesto Tiffenberg director de P12, tampoco figura.

Tampoco figuran sindicalistas como Antonio Caló (UOM) o Gerardo Martínez (UOCRA).

Los herederos Máximo Kirchner y Florencia Kirchner tampoco figuran como propietarios o inquilinos de ninguna vivienda.

Página del Ministerio de Planificación. Podés verla ingresando a:
http://www.minplan.gov.ar/subsidios
              
Nota del redactor: Si me buscas por apellido, mi número de inscripción es: 2836

© Escrito por Gabriel Levinas, Paloma Navarro Nicoletti y Lucas Tabaschek y publicado por plazademayo.com el viernes 24 de Agosto de 2012.